Laura le cuenta rápidamente a Magaly que, horas atrás, luego de que Matías logró volver a ver a los chicos sospechosos, les tomó fotos y se las envió a sus compañeros; Laura se dispuso a seguir a la chica y, mientras iba tras ella por uno de los pasillos de la residencia, sin que se diera cuenta, oyó cuando en secreto le dijo a otra chica la misma frase que Matías oyó antes.
Continuó siguiendo a las chicas misteriosas y las vio entrar en sus habitaciones, las cuales están una al lado de la otra. Saber cuáles son sus habitaciones ya era un gran logro para Laura. Así que, cuando sonó la alarma para ir a dormir, ella se fue a su habitación sin la intención de dormirse, sino que se vistió con la ropa oscura que anda puesta, se metió en su cama, se refundió entre sus sábanas y esperó a que sus compañeras de cuarto se durmieran para poder salir sin que se dieran cuenta.
Las luces de toda la residencia estaban apagadas, ya no había nadie en los pasillos, así que caminó cautelosamente hasta las habitaciones de las chicas a las que estuvo espiando, y se quedó escondida detrás de un basurero que había en el pasillo.
Esperó ahí durante un largo rato, cuando de pronto, las dos chicas salieron al mismo tiempo de sus habitaciones, vestidas con unas grandes chamarras negras con capucha, la cual les tapa casi todo el rostro.
Esperó a que ellas se fueran del pasillo para comenzar a seguirlas, y luego mientras caminaba tras ellas hasta la salida de emergencia trasera, casi es descubierta por otras tres chicas que iban vestidas de la misma manera, pero actuó de inmediato y se escondió. Lamentablemente no pudo ver los rostros de esas otras chicas.
Luego ella salió de la residencia y observó hacia donde se dirigían las cinco sospechosas, y después se quedó detrás del arbusto y llamó a Magaly.
Magaly se queda boquiabierta al escuchar todo lo que Laura le cuenta, y se pone un poco temerosa porque parece que estuviera narrando una historia de misterio.
—¿Y cómo supiste que saldrían hoy? —pregunta Magaly mientras ve hacia todos lados porque tiene miedo de que alguien las esté observando.
—No sé, creo que lo presentí —dice Laura.
—¿Entonces sabes donde están reunidos ahora?
—Creo que sí, las vi tomar el camino que va hacia el salón de eventos. Tenemos que ir ahora y observarlos de lejos.
—¿Segura? —dice Magaly indecisa.
—Sí, vamos, ya perdimos mucho tiempo aquí.
Magaly y Laura caminan rápido, pero con mucho cuidado, por el camino que tomaron las chicas encapuchadas.
Cuando están a punto de llegar, se esconden cerca de unos árboles, a una distancia razonable del salón de eventos, y observan estupefactas a varios chicos vestidos de la misma manera, entrar silenciosamente al salón.
Las interrogantes comienzan a surgir aun más que nunca. ¿Quiénes serán esos chicos? Porque no les pueden ver los rostros. ¿Será que hay compañeros de su salón, involucrados? ¿Cómo habrán conseguido la llave para entrar al salón de eventos? ¿Para qué se están reuniendo?
—¿Qué hacemos ahora? —pregunta Magaly preocupada.
—No sé, porque solo hay dos guardias de seguridad, y están muy lejos en la entrada del campus. Porque a esta hora ya no andan haciendo vigilancia —dice Laura, ya que los guardias de seguridad rondan todo el campus solo en el momento en que tocan la campana para ir a dormir, y así asegurarse de que nadie se haya quedado afuera. Aunque no siempre hacen bien su trabajo, como en el caso de Camila y Eduardo, que se quedaron después del toque y no los descubrieron—. No lograríamos nada con ir a buscarlos. Se necesita más gente, sobre todo al director y las autoridades del colegio.
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Instituto Luxord [Completa]✓
Roman pour AdolescentsSer becado en el prestigioso Instituto internado al que asisten niños ricos de toda Latinoamérica, puede que no sea fácil... Lo bueno es que nadie sabe quiénes son los becados, así que eso facilita las cosas, o al menos eso es lo que se espera. El...