44. ¡Me traes loco, Rebeca!

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Celeste y sus amigas estuvieron en dirección reportando el incidente de su video y exigiendo que encontraran al que lo hizo. El señor Ricalde se mostró bastante disgustado por lo ocurrido, nunca pensó que alguien en Luxord sería capaz de hacer una broma tan pesada; y les aseguró a las chicas que van a encontrar al responsable y lo van a expulsar. Las tres chicas no están tan convencidas de que el director descubra al que hizo la broma, así que entre las tres acordaron que no iban a descansar hasta encontrar ellas mismas a la persona que las ridiculizó en internet, y van a recopilar todas las pruebas que sean necesarias para que el que les hizo eso, pague las consecuencias y sea expulsado. Al llegar al salón, ninguno de sus compañeros les hace burlas, a pesar de que varios sí se rieron cuando vieron el video y le dieron "me divierte"; sin embargo, se sienten avergonzadas porque saben que todos lo vieron. Celeste lanza una amenaza en voz alta, para que todos sus compañeros escuchen, y dice lo que el director ha dicho acerca de la expulsión del responsable de grabarlas y subir el video; también anuncia lo que ella y sus amigas acordaron acerca de buscar pruebas, y por último dice que su padre va a llegar a exigir que resuelvan ese asunto, ya que es inaceptable esa violación de privacidad.

Camila se preocupa demasiado y piensa que esa "pequeña broma" se salió de control. Sus dos amigos piensan lo mismo, pero le dicen que se tranquilice, que nunca los van a descubrir, y que no hay manera de encontrar pruebas que indiquen que fueron ellos; pero sin importar los esfuerzos de Rayssa y Nicolás por quitar la preocupación de Camila, ella se queda intranquila todo el día, aunque sabe disimularlo ante los demás.

Al finalizar las clases, Celeste, Renata e Isabela se encierran en su habitación y deciden no salir el resto del día. También apagan sus celulares debido a la cantidad de memes que les están haciendo, lo cual hace que se sientan más afectadas.

Danilo y Rebeca salieron a caminar por el campus, para disfrutar de la linda tarde que hace. Con el paso del tiempo, su comunicación ha mejorado y se tienen mucha confianza.

-Sin importar los muchos sabores de helado que existan, yo siempre voy a preferir el de vainilla con chispas de chocolate, ha sido mi favorito desde que tengo memoria -dice Rebeca mientras ella y Danilo se detienen en la heladería para comprar helados.

-Ese es uno de mis favoritos, pero mi preferido es el de caramelo -comenta Danilo.

-Ay sí, el de caramelo es riquísimo -afirma Rebeca-. ¿Qué opinas del helado de queso?

-Es terrible -dice Danilo haciendo gestos de negación con la cabeza.

-¿Verdad que sí? Una vez lo probé y no me gustó para nada.

-No sé cómo hay gente a la que le gusta.

-Ni yo, pero bueno, gustos son gustos -dice Rebeca y luego Danilo se acerca al mostrador de la heladería para pedir un helado de caramelo para él y uno de chispas de chocolate para Rebeca.

-Gracias -pronuncia Rebeca sonriendo cuando Danilo le entrega su helado.

Deciden quedarse en una de las mesas del lugar a disfrutar de su helado. Pero en vez de sentarse uno frente al otro, se sientan a la par.

-Jamás pensé que terminaría agradeciéndole a mis padres por obligarme a estudiar aquí -dice Danilo cambiando de tema mientras observa a Rebeca hacer caras de satisfacción mientras saborea su helado.

-¿No querías estar aquí? -pregunta Rebeca curiosa.

-Al principio no.

-¿En serio?

-Sí, verás, venir a estudiar a Luxord no era algo con lo que yo soñara; prefería estar en mi casa con mis abuelos y me sentía bien en mi antiguo colegio que no tenía nada de lujoso, solo era un colegio normal en el que ya tenía algunos amigos -cuenta Danilo terminando de comer su helado y Rebeca le presta mucha atención, así que decide continuar con la historia-. Cuando yo era muy pequeño, vivía con mis padres y mis abuelos paternos en una pequeña casa muy alejada de la ciudad, teníamos algunas vacas y gallinas. Yo amaba ese lugar, pero tiempo después, mis padres invirtieron en una empresa y fue todo un éxito, así que vendieron la casa y nos mudamos a la capital. Y desde ese momento, ya nada fue igual, ya que mis padres pasan trabajando todo el tiempo, en viajes de negocios y tratando de tener un estatus alto ante la sociedad. Ellos casi nunca están en casa, y por eso mis abuelos son los que me cuidan. No me gusta la popularidad, y que todas las personas creen conocerme; y digo "creen" porque en realidad no me conocen, solo se han formado cada uno un concepto distinto de mí. Me ha sido difícil encontrar amigos de verdad, ya que he tenido experiencias en las que muchos se acercan a mí solo por interés. Y por eso me mandaron a estudiar en Luxord, para mantener una imagen; misma razón por la cual me llevan a lugares lujosos muy a menudo. Incluso querían que estudiara Administración, pero al final tuvieron que aceptar que yo quería otra especialidad.

Instituto Luxord [Completa]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora