Eduardo, Matías y Nicolás están en su habitación, con las luces apagadas, cada uno acostado en su cama, tratando de dormirse, pero no tienen sueño.
-No puedo creer que los tres chicos de esta habitación están tan enamorados -dice Eduardo con picardía y se ríe.
-Sí, los tres -dice Matías con un suspiro largo, siguiéndole el juego a Eduardo.
-Pues lo estarán ustedes que tienen noviecita, pero yo no -dice Nicolás.
-Aún no es tu novia, pero ya la amas -pronuncia Eduardo.
-No sé de qué hablan -dice Nicolás convincente.
Matías se levanta de su cama, corre a la cama de Nicolás y se tira en ella de un salto.
-¿Qué hacés acá? -pregunta Nicolás extrañado.
-Contanos, estamos en confianza. Seamos amigos, no solo compañeros de habitación -pronuncia Matías.
Eduardo hace lo mismo y se lanza en la cama de Nicolás, quedando Nicolás en medio de él y Matías.
-No puede ser. ¿Vos también? -pregunta Nicolás.
-Sí, yo también -dice Eduardo-. Cuéntanos, aquí no hay nadie más.
-No entiendo qué es lo que quieren saber -dice Nicolás disimulando.
-Sabés bien a lo que nos referimos -dice Matías.
-Sí, lo sabes. ¿Te gusta, cierto? -secunda Eduardo.
-Ya les dije que a mí no me gusta Rayssa -suelta Nicolás.
-Te acabas de quemar tú solito, porque nadie mencionó a Rayssa -dice Eduardo y suelta una carcajada.
-Bueno, sí, está bien, me gusta -acepta Nicolás.
-¡Lo sabíamos! -exclama Matías.
-Bien, pero no le cuenten a nadie. Ustedes mismos dijeron al principio que estamos en confianza -pronuncia Nicolás.
-Claro, no diremos nada, estamos entre amigos -afirma Eduardo.
-¿Cómo lo supieron? -pregunta Nicolás con curiosidad.
-Porque se te nota, por cómo la ves -dice Matías.
-Por cómo le hablas, cómo la abrazas, la defiendes, quieres estar todo el tiempo con ella, la apoyas en todas sus ocurrencias sin importar lo delirantes que sean..., y muchas cosas más, que no terminaría hoy si me pongo a decirlas todas -añade Eduardo y Nicolás sonríe dentro de sí.
-Sí, ustedes dos tienen razón en todo lo que han dicho. Espero que ella no lo haya notado.
-¿Y desde cuando te gusta? -pregunta Matías.
-Desde que la conocí, pero a medida ha pasado el tiempo, mis sentimientos hacia ella fueron en aumento -cuenta Nicolás
-Pero deberías decírselo -dice Eduardo.
-No, jamás. Somos mejores amigos, y si ella no siente lo mismo, sería muy incómodo, y no quiero arruinar nuestra amistad. Prefiero estar así, tenerla cerca, aunque sea como amiga.
-Si nunca se lo dices, nunca sabrás si ella siente lo mismo. Podrían estar destinados a estar juntos, pero si no lo confiesas, te quedarás con la duda para siempre -pronuncia Eduardo.
-Pues prefiero quedarme así, con la duda; y dejaré de pensar en lo que pudo pasar.
-Si no se lo decís, te pondré los calcetines sucios de Eduardo en la cara -amenaza Matías riéndose.
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Instituto Luxord [Completa]✓
Teen FictionSer becado en el prestigioso Instituto internado al que asisten niños ricos de toda Latinoamérica, puede que no sea fácil... Lo bueno es que nadie sabe quiénes son los becados, así que eso facilita las cosas, o al menos eso es lo que se espera. El...