22. Guerra

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Ya está anocheciendo, Nicolás, Rayssa y Camila salieron juntos después que acabaron las clases.

-Creo que ya tengo un lugar favorito en el campus -dice Camila extasiada por la belleza y serenidad del jardín oeste de Luxord. Hay coloridas flores de diferentes especies, árboles que dan sombra y refrescante brisa, una pequeña fuente de agua cristalina y muchas bancas de hierro pintadas en color rosa para que las personas puedan sentarse a disfrutar del lugar. Los tres se encuentran en una banca frente a la fuente, están tomando unos deliciosos granizados de piña colada que compraron en la heladería.

-Entonces este será nuestro lugar para reunirnos siempre -dice Rayssa a sus dos amigos.

-Estoy de acuerdo -dice Nicolás.

Rayssa se pone de pie de un brinco y se para frente a sus amigos como si fuera a dar un discurso.

-Oficialmente comienzo hoy la guerra de bromas hacia las garrapatas. No se va a quedar así lo de hoy, ya tengo varias cosas en mente -dice Rayssa muy convencida.

-¿Bromas? ¿Eso es necesario? Te puedes meter a problemas -dice Camila preocupada por su amiga.

-Claro que es necesario, Cami. No conoces a Celeste y sus amigas, son capaces de cualquier cosa. Y es obvio que no van a parar. No creas que lo de hoy fue solo un percance y ya. Para ellas somos sus enemigos, y como le dije a ella, si se mete con ustedes, se mete conmigo -pronuncia Rayssa de manera muy convincente.

-Pues yo quiero ayudarte con las bromas -dice Nicolás-. Esas chicas son unas insoportables, con todo lo que nos has contado que te hicieron a vos y tus amigas, alguien tiene que enseñarles una lección; y si ellas quieren guerra, pues que haya guerra.

-Gracias por querer apoyarme, Nico.

-Me gustaría ayudarles, pero..., yo realmente no me quiero meter a problemas.

-Tranquila Cami, si no quieres, no hay problema -dice Rayssa sonriente.

-Gracias por entender, Ray -dice Camila-. Lo que ellas hacen es malo, solo que no sé si devolverles las bromas sea lo correcto. Pero igual, si necesitan mi ayuda me dicen; solo que las bromas las harán ustedes, no yo.

-Te entiendo. Y gracias, vamos a necesitar ayuda. Pero si un día decides unirte a la guerra con nosotros, eres bienvenida. Igual, si ellas te molestan, nosotros te vamos a defender

-Ustedes son un amor, me alegra tenerlos como amigos -dice Camila muy alegre. Rayssa le sonríe y se acerca para abrazarla.

-Aunque solo llevo unos días de conocerte, me he dado cuenta de la increíble amiga que eres -pronuncia Rayssa.

-Ay, dulce y simpática Cami -dice Nicolás y con su mano le aprieta la mejilla derecha de manera cariñosa a Camila.

Nicolás ha escuchado a sus dos compañeros de cuarto, Matías y Eduardo, comentar algo acerca de Celeste, y en otra ocasión escuchó que mientras ellos hablaban mencionaron a Camila. No sabe qué fue lo que dijeron, pero ha observado que Celeste siempre quiere estar cerca de Eduardo, y Eduardo quiere estar cerca de Camila.

Sabe que se va a armar un tremendo lío con esa situación, pero por ahora no quiere decirle nada a Cami.

Si Celeste está enamorada de Eduardo, va a querer hacerle la vida imposible a Camila, pero él no lo va a permitir; luego le contará todo a Rayssa para que esté enterada y se mantenga alerta. Ninguno de los dos va a dejar que Camila sufra por los caprichos de Celeste.

A Camila parece gustarle Eduardo, y si los dos se quieren, Nicolás y Rayssa harán todo lo posible para que nadie se interponga.

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