Instituto Luxord [Completa]✓

5. ¿Quién tocó mis cosas?

Viendo todo a su alrededor, la chica nueva proveniente de México busca la habitación que le asignaron en aquel gran edificio donde vivirá durante nueve meses. Está completamente asombrada con todo lo que ha visto hasta ahora, no puede esperar a ver su habitación.

Con mucha emoción abre la puerta, es mejor de lo que esperaba. Un cuarto para tres, pero con espacio de sobra. Tres camas grandes con bellos almohadones y finas sábanas, tres armarios inmensos, perfecta iluminación, escritorios y sillas cómodas para estudiar y hacer tareas, un gran tocador moderno para tres personas.

Al parecer ya sus dos compañeras de habitación se han instalado, sus maletas están ahí. Su cama es la de la izquierda, pone una de sus maletas encima y comienza a sacar su ropa para guardarla en su gran armario al lado de su cama.

Alguien abre la puerta.

-¡Hola! ¿Qué tal? Soy Rayssa Oliveira. Muito prazer. ¿Quieres ser mi amiga?

La chica nueva se queda callada por un momento, no tiene idea de lo que acaba de pasar, ha sido la presentación más espontánea y rara que ha visto, pero le simpatiza.

-Todo bien, gracias. Yo soy Camila Torres. Y bueno, claro, podemos ser amigas.

-¡Perfecto! -exclama victoriosa- Ahora solo nos falta una...

-¿Perdón? ¿De qué hablas?

-Nada, olvídalo. ¿Eres nueva, cierto?

-Sí.

-Bueno, por popularidad no te preocupes.

-¿Por qué?

-Porque estás hablando con la chica más influyente del cole. Aunque Celeste quiere ocupar mi lugar.

-¿Quién es Celeste?

-Ya la conocerás, ella y sus garrapatas serán nuestras compañeras de salón.

-¿Garrapatas?

-Ya verás por qué te lo digo.

-Está bien.

-¿Ya sabes quién es nuestra otra compañera de habitación?

-No, cuando llegué no había nadie.

-Bueno, vamos a ver si sus pertenencias nos dan alguna idea de quién es -dice Rayssa acercándose a las maletas de la otra chica.

-¿Tocarás sus cosas?

-¿Por qué no? Tómalo como una investigación necesaria -dice Rayssa y Camila se ríe, su compañera y al parecer nueva amiga está un poco loca.

-Espero que no se dé cuenta de que alguien ha tocado sus cosas.

-¡No! ¡No puede ser! -exclama Rayssa al ver pancartas, marcadores, varias gorras y una bola de futbol.

-¿Qué pasa?

-Ya sé quién es nuestra compañera.

-¿Ya sabes?

-Nadie más que ella podría tener gorras y pancartas.

-No comprendo.

-Se llama Laura García, mejor conocida como "La Revolucionaria". Es venezolana. Ha sido la líder de todas las protestas que se han dado en el colegio desde que entramos en séptimo grado, siempre se está revelando ante las injusticias, nunca se queda callada, levanta la voz por cualquiera que la necesite. Es una gran chica, aunque es un poco rara.

-Suena que es muy interesante, pero deberías alejarte de sus cosas, no quieres que entre y te encuentre con tus manos en sus maletas.

-La rebelde de Laura no querrá ser mi amiga -dice Rayssa, sin escuchar lo que Camila le dijo.

-¿Por qué piensas eso? Tú eres agradable.

El cerrojo de la puerta es manipulado bruscamente y Rayssa se aleja de inmediato de las cosas que estaba tocando. Tal como lo imaginó, es Laura.

-¡Lo sabía! -exclama Rayssa en voz baja.

-¿Quién tocó mis cosas? -pregunta Laura seriamente, al ver una de sus maletas medio abierta.

-Nadie -titubea Rayssa.

-¿Segura? -se le acerca lentamente.

-Ajá...

-No me gusta que toquen mis cosas. Quien lo hizo, no lo vuelva a hacer. Las dos quedan advertidas.

-Disculpa, no volverá a pasar, fui yo. Lo hice sin querer -expone Rayssa.

-Se me hace que estabas espiando mis cosas.

-No, ya te dije que fue sin querer.

-Simulemos que te creo.

-Empecemos de nuevo, yo soy Rayssa y ella es Camila.

-Sé quién eres, Rayssa; y mucho gusto, Camila, yo soy Laura.

-Mucho gusto, Laura -se presenta Camila sonrientemente.

-¿Quieres ser nuestra amiga? -le pregunta Rayssa.

-Mira chama, no me lo tomes a mal, pero..., no suelo tener amigos. Me llevo bien con todos, pero sin ningún compromiso con nadie -le responde Laura.

-Está bien, lo intenté -dice Rayssa viendo a Camila. La respuesta de Laura no la sorprendió, ya sospechaba que ella no iba a querer ser su amiga.