Instituto Luxord [Completa]✓

37. ¡Ups!

—¡Ay..., mira, allá está tu noviecito esperándote! —exclama Rayssa emocionada mientras camina con Camila hacia el edificio del colegio.

—¡No puedo creer que ese chico tan guapo sea mi novio! Míralo, impecable cómo siempre —suspira Camila viendo con mirada de enamorada a Eduardo que la está esperando en el camino.

A Camila se le acelera el corazón con solo verlo, Eduardo se ve fenomenal con su uniforme perfectamente planchado, sus zapatos bien lustrados y su cabello castaño muy bien ordenado.

Antes de que Camila y Rayssa lleguen hasta donde está Eduardo, él se adelanta y llega a ellas.

—¡Hola, chicas! —saluda Eduardo a las dos amigas.

—Hola, tórtolo —se ríe Rayssa.

—Hola hermosa —susurra Eduardo con una gran sonrisa a Camila y le planta un beso en los labios.

—Hola mi guapo —pronuncia Camila sonriendo y ahora ella le da un beso.

—Bueno, bueno, mucha miel por aquí, yo mejor me adelanto, iré a buscar a Nicolás —dice Rayssa y ríe. Se siente un poco incómoda al estar en medio de la pareja.

—Te veo en el salón, amiga —exclama Camila cuando Rayssa se va caminando rápido.

Rayssa está distraída viendo su teléfono afuera del salón mientras espera a que llegue Nicolás, el cual le avisó que ya va en camino.

Laura se acerca lentamente a Rayssa sin que ella se de cuenta y la agarra fuertemente del brazo, provocándole un gran susto.

—¡Laura! Casi se me sale el corazón.

—¡No me importa! Mira, Rayssita, vengo a hacerte una advertencia —pronuncia Laura seriamente muy cerca de Rayssa—. Que sea la última vez que me haces una bromita. No hagas que me arrepienta de pensar que me simpatizas y que eres una buena compañera de habitación. ¿Entendido?

—Ay, Laurita, cálmate, solo fue una broma pequeña. Pero tranquila, que no vuelve a pasar, te lo prometo —dice Rayssa un poco intimidada.

—Eso espero —dice Laura y se mete al salón. Rayssa vuelve a estar con su teléfono.

—¡Rayssa! —exclama Nicolás apareciéndose de repente.

—¡Nico! —pronuncia Rayssa dándole un abrazo—. Tudo bem?

—Muy bien, ¿y vos? —responde Nicolás muy animado.

—¡Igual!

—¿Y Cami?

—Adivina...

—¡Ya sé! Bien acaramelada con el novio —comenta Nicolás de forma graciosa haciendo reír a Rayssa.

—Esa menina está súper enamorada.

—Y él también, habla de ella todo el tiempo.

—Ya me lo imagino. Son el uno para el otro.

—Definitivamente —puntualiza Nicolás—. Vamos, entremos, ya casi suena la campana.

Nicolás y Rayssa entran al salón y se sientan en los pupitres del centro. Segundos después llegan Celeste y sus amigas, y toman asiento al frente. Celeste mira hacia todos lados y se le hace extraño que Camila no esté con sus amigos y que Matías esté solo, con el pupitre de al lado donde siempre se sienta Eduardo, vacío.

Se empieza a preocupar, tiene un mal presentimiento, sabe muy bien que lo que no quería que pasara, pasó; pero no lo quiere aceptar, se niega a hacerlo.