12. ¿De chicos, ah?

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Después de almorzar, Rebeca, Carolina y Magaly se van a su habitación para quitarse el uniforme y ponerse cómodas. Se sientan las tres en la cama de Carolina para platicar un rato.

Rebeca está tan distraída que no presta atención a lo que Carolina le cuenta, se siente vacía y confundida; y encima, sigue avergonzada por lo que sucedió en la mañana con la profesora militar.

Se imagina que todos sus compañeros están hablando de ella y no le gusta ser el centro de atención.

Aunque siempre suele sobresalir entre todos, no es algo que ella busque, simplemente se da.

Magaly también se pierde en sus pensamientos. Está acostumbrada a sacar muy buenas calificaciones, es muy buena en todas las materias, pero no es tan diestra en deportes. Se propone ser la mejor, como su madre se lo ha recalcado, tiene que poner en alto a Perú. Y la clase de deportes no se lo debe impedir, siente una obligación con sus padres al igual que con la gente que la apoya y cree en ella.

Los años anteriores ha escogido ajedrez, y por eso no se preocupaba, porque es una experta jugando; pero esta vez, los administrativos del instituto, le dijeron que para el bachillerato debía practicar otro, obligatoriamente; así que escogió fútbol, ya que es el único en el que es un poco menos pésima, porque ha intentado con todos los deportes y es bastante mala.

-¡Ah! Que estrés -grita Rebeca.

-Apenas y comenzamos con las clases y vos ya andás de estresada -le dice Carolina riendo.

-Sí, será mejor que me relaje. Ya no tenemos clases, deberíamos hacer algo interesante.

-Estoy de acuerdo. ¿Qué les parece si vamos al cine?

-Sí, me encanta la idea -responde Rebeca.

-Magaly, ¿vienes con nosotras? -le pregunta Carolina

-No -responde rotundamente.

-¿No quieres ir al cine o no quieres salir con nosotras?

-Claro que quisiera salir con ustedes, y estoy muy feliz porque son mis compañeras de habitación, me hubiera encantado conocerlas desde los primeros años en Luxord. Pero no me lo tomen a mal, no puedo relajarme ahora.

-Bueno, no importa si nos conocemos hasta ahora, podés contarnos qué te sucede y decirnos cuál es la razón por la cual no te podés relajar -le dice Rebeca.

-Es por el fútbol.

-Magaly, pero aún no hacemos deporte, hasta mañana será nuestra primera clase deportiva.

-Lo sé, Rebeca, y por lo mismo, quisiera practicar en la cancha un momento para irme soltando con la pelota.

-Yo sigo creyendo que sería bueno que vayamos al cine o hagamos algo de chicas, y así dejamos el estrés que traemos encima -propone Rebeca.

-Se los agradezco chicas, pero no, yo iré a la cancha de fútbol.

-No conozco muy bien a Laura, pero creo que juega futbol, ella podría ayudarte. Hoy defendió de maravilla a Rebe con la militar, y lo hizo frente a todos; así que no creo que se niegue a ayudarte, Magaly -le propone Carolina.

-Una cosa es que defienda a los demás y otra es que vaya a querer ayudarme con futbol; además, ella ni me conoce. Así que no quiero molestar.

-Pues la cipota es muy agradable y valiente. Me defendió y eso no lo hace cualquiera; y lo hizo sin conocerme, porque yo nunca fui su compañera, hasta ahora. La verdad es que yo siempre estaré agradecida con ella. Caro tiene razón, Magaly; si el futbol te preocupa, creo que Laura te ayudaría con mucho gusto.

-Desde que entré a Luxord he sabido que Laura es una excelente chica, y tiene fama de ayudar a todos. También sé que es buenísima con el futbol, pero me da pena ir a buscarla y decirle: Hola, soy Magaly, ¿me ayudas a meter un gol durante la clase para que el profesor me coloque una buena nota?

-Se escucha bien, eso deberías ir a decirle

-Gracias Rebe por tu recomendación, pero no lo haré.

-¡Bueno, basta! Dejemos de hablar de clases. ¿Por qué mejor no hablamos de chicos? -se carcajea Carolina.

-¿De chicos, ah? -ríe Rebe.

-Sin duda alguna tenemos compañeros guapísimos, pero los mejores son Eduardo y Danilo.

-Eduardo es el más popular del cole, él siempre lo ha sido; pero se dice que él no le hace caso a cualquier cipota. Danilo pues es súper famoso en las redes sociales y siempre aparece en las revistas de alta clase con su familia, así que seguramente tampoco le hace caso a cualquier chica.

-Pero ninguna de nosotras es cualquier chica, las tres tenemos empoderamiento.

-Ja, ja. Yo no creo que ellos busquen empoderamiento, seguramente ninguno de los dos busca algo serio, y menos Danilo, se ve que es del tipo de chavos rudos, mujeriegos..., ya sabés, el típico bad boy de muchas novelas.

-Hablás como si a Danilo lo hubieran sacado de alguna novela cliché de Wattpad, pero pues no, no creo que Danilo sea ese típico bad boy. Y por si no te diste cuenta, cuando vos apareciste en el salón de clases, se quedó perplejo viéndote.

-Estás loca, Caro.

-Vos sos la loca, Rebe.

Las dos chicas se quedan hablando y riendo, mientras que Magaly solo las escucha y no opina nada, ella no quiere hablar de chicos y mucho menos reírse de lo que sus compañeras y nuevas amigas hablan. Lo único que Magaly desea es irse de una vez a practicar fútbol.

Instituto Luxord [Completa]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora