Los guardias de seguridad alumbran el lugar con sus linternas, hasta que uno de los administrativos enciende las luces de la cancha y todos los integrantes de la ORAB se quedan paralizados en silencio.
Tres tratan de escapar por la puerta trasera, pero los dos guardias de seguridad que el director había enviado a resguardar la salida, los detienen.
-Les ordeno que destapen sus rostros -vocifera el director.
-¡No lo haremos! -grita un chico alto y fornido sacando una pequeña navaja de su bolsillo, asustando así a los chicos del comité y los administrativos que dan un paso atrás, porque el muchacho de la navaja parece un tipo violento.
Uno de los guardias se pone frente al director y saca su arma de defensa, un Revólver calibre 38 especial, de cuatro pulgadas; y apunta al joven de la navaja.
-¡Suelta el arma! -ordena el guardia con autoridad, y el chico deja caer la navaja al suelo-. ¡Manos arriba!
El joven obedece y levanta los brazos, y ahí, el guardia de seguridad se acerca y lo sujeta fuertemente para que no trate de huir o hacerle daño a alguien.
-Repito: Muestren sus rostros -vuelve a ordenar el director y los chicos de la ORAB comienzan a quitarse las capuchas.
Los chicos del comité investigador se quedan sorprendidos al ver que su compañero de salón, Sebastián, es uno de los integrantes de la organización. Y también les sorprende que Celeste no esté entre el grupo, esperaban verla ahí porque creían que era una integrante, pero al parecer no lo es.
Matías observa a cada integrante de la organización, y no puede creer lo que sus ojos ven. Un sentimiento de congoja lo estruja por dentro. Le duele ver a Andrea y al chico amigo de Eunice que la llama Nichi, pero lo que más le afecta es ver a su novia siendo parte de la Organización Anti-Becados.
Andrea y Eunice lo observan de reojo y agachan la cabeza. Matías lentamente se acerca a ellas, e inmediatamente Andrea se hace a un lado, porque sabe que Matías no va hacia ella.
-¿Eunice? -pronuncia Matías con tono triste al llegar a ella.
-Sí -dice ella sin levantar el rostro.
-No puedo creer que estás involucrada en esto -dice Matías con la voz entrecortada.
-No sé qué decirte...
-No tenés que decir nada, Eunice -pronuncia Matías lagrimeando-. Hasta aquí llega nuestra relación. Terminamos.
-No podés hacer eso. Nos amamos -dice Eunice tomándole la mano, pero Matías se suelta bruscamente de su agarre.
-No puedo estar con alguien que se cree superior que otros solo por su dinero. De verdad no esperaba que fueras así. Jamás imaginé que tendrías tanta maldad en el corazón, como para burlarte y planear maldades en contra de los chicos becados, que merecen estar aquí, al igual que nosotros.
-Perdoname entonces. Pero no me dejés -pronuncia Eunice llorando.
-No es a mí a quien tenés que pedirle disculpas. Además, el perdón se pide de corazón... -dice Matías y se va corriendo del lugar, llorando con mucha decepción.
Eunice quiere ir tras él, pero el director la detiene, ella no puede salir de ahí.
Eduardo ve a Eunice y a su amiga Andrea, con repudio. Ahora su mejor amigo está sufriendo por culpa de ella.
-Debo irme, chicos. Mi bro me necesita -anuncia Eduardo a sus compañeros.
-Claro, ve con él. De todas formas, nosotros ya no tenemos que hacer nada, las autoridades se encargarán -dice Laura y Eduardo se ve corriendo.
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Instituto Luxord [Completa]✓
Teen FictionSer becado en el prestigioso Instituto internado al que asisten niños ricos de toda Latinoamérica, puede que no sea fácil... Lo bueno es que nadie sabe quiénes son los becados, así que eso facilita las cosas, o al menos eso es lo que se espera. El...