52. Sin vergüenzas

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—Sí que me veo distinta, pero me encanta el resultado, gracias amiguis —dice Magaly observándose detenidamente frente al espejo.

—Te ves despampanante —exclama Carolina.

—Despampanante —repite Magaly y suelta una risita—, excelente elección de palabra, Caro.

—Lo sé, cariño —dice Carolina y le guiña el ojo.

—¿Y ahora qué? —pregunta Rebeca—. Digo, no podemos desaprovechar la transformación de Maggi, hay que hacer algo interesante.

—¿Qué tal una mini sesión de fotos en varios lugares del campus? —propone Carolina.

—No suelo tomarme fotos, pero hoy me veo espectacular; así que sí, vamos. —dice Magaly emocionada.

—¡Perfecto! —exclama Rebeca.

—Bueno, no perdamos más tiempo —dice Carolina tomando su celular.

—Ay no... —suspira Rebeca—. Lo siento, amiguis, creo que no voy a poder ir con ustedes. Acabo de recordar que le prometí a Danilo que hoy iba a ayudarlo a ponerse al día con algunos temas que vimos en clases cuando el faltó. Mas bien debo irme ya, no quiero llegar tan tarde —dice Rebeca, que acordó reunirse con él en el kiosco que está en el centro del pequeño parque al sur del campus.

—No te preocupés, Rebe. Andá con Danilo, él te necesita —dice Carolina.

—Gracias, de verdad me habría encantado acompañarlas —pronuncia Rebeca mientras mete a su mochila los libros y cuadernos que va a necesitar. Y luego le envía un mensaje a Danilo, diciéndole que va en camino.

—Tranqui Rebe —dice Magaly.

—Nos vemos, luego me muestran las fotos —dice Rebeca yéndose de la habitación, muy apurada.

Después de que Rayssa lloró en brazos de Nicolás, les contó detalladamente a él y a Camila la razón por la cual la están expulsando. Ellos no pueden creer que su querida Rayssa se va a ir de Luxord por culpa de alguien más; están muy afectados por esa injusticia, y sienten mucha impotencia. Luego se fueron al hermoso jardín del oeste, a estar ahí un rato por última vez los tres juntos.

Ahora Rayssa está en su habitación empacando sus pertenencias.

—No Ray, no te puedes ir —dice Camila llorando, sentada en la cama de Rayssa, mientras la observa sacar sus abrigos del armario y meterlos en su maleta.

—No tengo otra opción, Cami —pronuncia Rayssa acomodando la ropa en su maleta.

Le entra una llamada, es su mamá, así que contesta inmediatamente.

Minha pequena... —pronuncia la madre de Rayssa con tono suave a través del teléfono.

Rayssa, en medio de lloriqueos, le cuenta en su idioma portugués todo lo que pasó. Su madre trata de consolarla y le dice que ella y su padre saben que es inocente, y que eso mismo le dijeron al director cuando los llamó para decirles que debían ir a recoger a su hija. La señora Adriana, mamá de Rayssa, le cuenta que su papá está muy molesto con el director, y que hasta le gritó por teléfono debido a las absurdas acusaciones sin suficientes pruebas, por las cuales la expulsaron. Al final le dice que irán por ella mañana temprano, y que intentarán resolver ese asunto, pero que no puede prometer que lo logren.

Rayssa termina su llamada, y luego le cuenta a Camila que sus padres llegarán a traerla el siguiente día.

Laura llega a la habitación y encuentra a sus dos compañeras llorando. Le conmueve verlas así, pero no sabe si de verdad Rayssa es inocente como dice.

Instituto Luxord [Completa]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora