Los años han pasado, la pelea contra Zeref queda atrás y todos en Fairy tail se dan la oportunidad de ser felices teniendo sus propias familias.
Nashi, la hija mayor de Natsu y Lucy trata de sobresalir por ella misma para no ser solo la sombra de l...
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POV NASHI
Mi cerebro no terminaba de procesar la idea, no entendía del todo lo que acababa de suceder. Una confesión, un beso, una partida. Todo junto solo había hecho que mis emociones explotaran como nunca antes. Casi no podía ver lo que tenía enfrente, las lágrimas no dejaban de salir y me sentía culpable por ello. Arashi lo había dicho, había roto mi promesa, pero él se estaba sacrificando por nosotros y yo no podía permitirlo.
Cuando el gran muro de hielo se alzó frente a nosotros entendí el plan de Arashi, sí era absorber al demonio, pero estaba segura de que no tendríamos siquiera la oportunidad de atacarlo, él lo haría todo, acabaría con el demonio... y con él mismo al tiempo.
Ataqué el muro al mismo tiempo que mi padre, él también lo había entendido y tampoco estaba de acuerdo. Este gremio está lleno de suicidas.
Para la gran sorpresa de mi padre el hielo no se derritió con nuestra magia, de hecho, apenas y vi unos pequeños rasguños, el hielo cedería, pero no sería pronto. Sin embargo, no podíamos detenernos, debíamos atacar, debíamos salvar a Arashi y a Kasai. Todo el gremio se unió para tumbar el muro, pero nadie conseguía hacer más de unos cuantos rasguños.
Todos lo sentimos al mismo tiempo.
La muerte.
Desde adentro del hielo se veía como alrededor de Kasai se formaba una nube negra que cada vez crecía más, era una ola y tal vez la más poderosa hasta el momento, no dejaba de crecer. ¿Este sería el fin? No podría llegar lo suficientemente lejos como para evitarla, no teníamos tiempo y encima teníamos heridos, no lo lograríamos.
Todo se tornó en cámara lenta para mí, mamá vió la ola y ordenó la retirada, Juvia-san gritó el nombre de su hijo al cuál la oscuridad ya había cubierto, ya no era capaz de ver a mi hermano ni a Arashi y mi corazón se destrozó, los miembros del gremio comenzaron a correr desesperados, pero no sería suficiente, lo sabían.
Cuando era niña había atacado a Acnologia a pesar de saber que no tenía una verdadera oportunidad contra él, pero estaba tan desesperada que no había pensado realmente en las consecuencias de mi decisión. Ahora lo tenía bastante claro, sabía lo qué pasaría, mi vida podría ser consumida, era una gran posibilidad, jugaba con mi suerte y si perdía... mi vida terminaría.
Un poder infinito, decían que mi madre poseía, pero le prohibieron este hechizo precisamente porque agotaba todo poder mágico del mago y luego consumía su vida. Yo poseía el poder de mi madre, ¿también podría poseer un poder infinito?
Estaba por averiguarlo, el gremio se había alejado, mi padre corría hacia mí para alejarme del muro de hielo al ver que yo no lo había hecho, pero yo no pensaba irme, tenía una misión, yo debía protegerlos, debía salvar al gremio de las consecuencias que quedaran de esta pelea.
Kasai, Arashi, ¿sobrevivirán a este día? ¿Lo haré yo?
Miré a mi padre, su rostro lleno de desesperación, me llamaba y yo solo pude dedicarle una mirada para transmitirle todo el amor que sentía por él, el que nunca podía demostrar, pero quería que lo supiera.
