♛ CAPÍTULO 36 ♛

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POV NASHI

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POV NASHI

Al abrir los ojos tenía nuevamente el lindo techo a la vista, estaba en mi cama y se notaba que apenas estaba amaneciendo. Mi mente divagó un poco mientras trataba de ubicarme, por un corto segundo no recordaba en dónde estaba, luego todo llegó de golpe.

La mansión Heartfilia, los sirvientes, los lujos, los vestidos, mi madre, Arashi, mi cumpleaños, el beso.

¡El beso!

Oh no, ¿eso fue real? ¿Realmente le pedí eso a Arashi o todo fue un sueño? Me levanté rápidamente de la cama con la intención de buscar un calendario, si efectivamente hoy era mi cumpleaños confirmaría mis sospechas. Pero, ¿qué es lo que pasa por mi cabeza? ¿Cómo es posible que le pida algo como eso? Por la rapidez con la que me levanté olvidé que usaba un vestido no apto para caminar con afán, mis pies se enredaron en la tela y no pude evitar la crónica de una caída anunciada, terminé con la cara conociendo de primera mano la dureza del piso. En esa posición me encontró mi madre al ingresar a mi habitación.

–Buenos... ¿días? ¿Qué estás haciendo, Nashi? –Preguntó mientras soltaba una pequeña risa.

–Quería saludar al piso, se veía solitario. –Dije con ironía. Me giré y comencé a desenredar la tela de mis pies, finalmente pude ponerme en pie. –Buenos días, mamá. ¿Comenzaremos a entrenar? –No quise preguntarle la fecha, si realmente era mi cumpleaños y me había besado con Arashi no quería recordarle algo que ella debería saber por el simple hecho de ser mi madre.

–Sí, pero primero arreglate y baja a desayunar. Te estaremos esperando. –Me dio un beso en la frente y luego salió de la habitación. No mencionó algo sobre mi cumpleaños, lo que no significaba nada, podía no ser realmente el día de mi cumpleaños y todo lo anterior fue solo un sueño o ella pudo simplemente olvidarlo como tantas veces antes.

Caminé hacía el armario donde estaba mi ropa y un millón de vestidos más. Ignoré cada uno de ellos y busqué un atuendo cómodo para el entrenamiento que vendría. Un pantalón estilo militar, una blusa corta negra y unas botas. Recogí mi cabello para que no se enredara con nada, pero igual me dejé puesta la estrella que me dio Arashi. Ya tomaría una ducha cuando terminara el entrenamiento. Abandoné la habitación y traté de recordar cómo llegar al gran comedor, por suerte uno de los sirvientes estaba cerca, parado como militar y con una mirada inexpresiva.

–Hola, no recuerdo cómo llegar al comedor. ¿Me puedes ayudar? –El chico me miró con sorpresa, como si no me hubiera escuchado al caminar, luego su mirada cambió a una asustada.

–Por supuesto, Nashi-sama, por favor sígame. –Había olvidado lo de Nashi-sama.

–Dime solo Nashi. ¿Cómo te llamas? –Me guiaba por algunos pasillos y nuevamente perdí la noción de mi ubicación. Recordaba que él me había halagado la noche anterior.

–Risuku, soy el nieto de Spetto, la sirviente principal de la casa. –No me gustaba la palabra sirviente, pero ellos parecían cómodos con ello. No dije nada más durante el recorrido, finalmente llegamos al comedor y fui recibida por algo que me dejó sin aire.

Fairy tail. Una nueva esperanza y una última oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora