Los años han pasado, la pelea contra Zeref queda atrás y todos en Fairy tail se dan la oportunidad de ser felices teniendo sus propias familias.
Nashi, la hija mayor de Natsu y Lucy trata de sobresalir por ella misma para no ser solo la sombra de l...
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POV NASHI
– ¡Nashi! ¡Nashi! ¡Despierta! –Recibí un fuerte golpe en mi cabeza. Al abrir los ojos vi el suelo de mi cuarto, me había caído de la cama o mejor dicho alguien me había asustado lo suficiente como para hacerme caer. Aquí correrá sangre. Me levanté de inmediato y apunté mi puño a la cara del futuro muerto – ¿De verdad vas a golpear al que te vino a salvar el pellejo? –Detuve mi golpe y lo miré con desconfianza.
– ¿De qué hablas, Arashi? –Él sonrió y señaló mi maleta ya preparada.
–Hace una hora debías estar en el gremio, como vi que no llegabas vine a despertarte. –Me puse blanca del susto y miré el reloj en mi cama. De eso me había olvidado, no puse una alarma y me quedé dormida. Miré que Ryusei y Tabi seguían durmiendo.
– ¡Demonios! –Me levanté tan rápido como pude, tomé una ducha en cinco segundos, me cambié dentro del baño y salí, no sin antes ponerme algo que impidiera que mi odioso cabello se me viniera encima. Tomé mi mochila, le di un beso en la frente a los dos que seguían durmiendo y salí disparada de mi casa con Arashi siguiéndome.
–Sabía que no llegarías a tiempo, tu madre está enojada igual que todos. –Yo solo me pude imaginar la idea de ellos gritándome. Corrí más despacio, ya como que no quería llegar, pero él me tomó de la mano y me jaló para que siguiera casi arrastrándome.
– ¿Qué tan enojados están? –Dije mientras corría, quería hacerme a la idea.
– ¿Recuerdas cuando papá se comió por accidente el pastel de fresas especial para Erza? –Yo asentí –Pues eso no es nada comparado a cómo está tu madre. –Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Ese día hubo lágrimas, golpes, sangre, muchos viajes al hospital y múltiples sentencias de muerte. Me detuve de inmediato y traté de correr en dirección contraria. ¡Estaba muerta!
–Dile a mamá que ya no quiero la misión, volveré en un año cuando estén más calmados. –Él volvió a sujetarme, pero esta vez me alzó y me mandó sobre su hombro mientras él seguía corriendo. Traté de zafarme pero fue imposible, en unos minutos llegamos al gremio.
–Por fin la traje, su alarma no sonó, no es culpa de ella. –Vi como mentía por mí y me pareció dulce, pero nadie lo creyó, ni siquiera yo lo haría.
– ¡Nashi! Debías estar aquí hace mucho. ¿Sabes cuánto llevamos esperándote? –Asentí, no podía decir nada más ante las palabras de mi madre.
–Esta misión es para ti, deberías ser más puntual y respetar el tiempo de los demás. –El comentario de Shoji no me sorprendió, ella no perdía la oportunidad de hacerme sentir mal.
–En serio que mi alarma no sonó. –Mentí pero sabía que no serviría de nada.
–Sí claro, eres una perezosa, todos lo sabemos. –En serio sabía dar en el clavo, me sentí demasiado pequeña e incapaz de responderle a Shoji, lo cuál debía ser ridículo sabiendo qué ella era menor qué yo por dos años.
