Los años han pasado, la pelea contra Zeref queda atrás y todos en Fairy tail se dan la oportunidad de ser felices teniendo sus propias familias.
Nashi, la hija mayor de Natsu y Lucy trata de sobresalir por ella misma para no ser solo la sombra de l...
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POV ARASHI
Todo a mi alrededor era una especie de bruma espesa, no podía ver gran cosa excepto la neblina blanca y la oscuridad que era su mente en estos momentos. ¿Cómo había logrado llegar hasta aquí? Esto traspasaba las barreras de lo lógico, realmente estaba en la mente de Nashi y eso era algo realmente sorprendente y atemorizante al tiempo.
– ¡Nashi! –Grité esperando escuchar algún tipo de respuesta. Sabía que quien estaba aquí encerrada era la conciencia de Nashi, pero quizá a pesar de eso, lograría responderme. Al igual que ella, yo solo era una proyección de mi mente, mi verdadero cuerpo se había quedado en el cuarto de la enfermería concentrando mi poder mágico hacia Nashi.
No recibí la respuesta que esperaba, al contrario de lo que creí que pasaría la oscuridad se fue disipando mientras una luz brillante la atravesaba. La luz siguió su camino hasta que logró alcanzarme atravesando mi pecho, una sensación cálida y muy conocida me recorrió, era igual que un abrazo de Nashi, reconfortante y lleno de un profundo sentimiento.
Todo resplandeció mostrándome la parte de la mente de Nashi que estaba oculta por las sombras. Imágenes con los recuerdos que ella tenía llenaron el lugar, giraban a mi alrededor mareándome por completo, caí de rodillas al suelo mientras era abrumado por la intensidad de los sentimientos que Nashi tenía. Pude sentir a la perfección la forma en que ella sentía, en que ella amaba, la forma en cómo entregaba todo de sí por aquellos a quienes amaba. Las imágenes mostraban aquellos a quienes Nashi amaba realmente, sus padres, su hermano y yo.
Quedé desconcertado por un breve momento hasta que pude entenderlo. Yo también la amaba, siempre sería la persona más importante en mi vida sin importar qué pasara y así mismo debía protegerla con la misma intensidad. Las imágenes desaparecieron y en ese momento supe en donde debía buscar. Ahora sabía en dónde estaba ella.
Me dejé llevar sabiendo que llegaría al lugar correcto y en cuestión de segundos pude verla. Una caja de cristal la rodeaba, acurrucada en todo el centro de la caja tenía las rodillas pegadas a su pecho mientras sostenía con desesperación algo entre sus manos y su pecho de igual forma.
Prisionera.
Sufría.
Vi las heridas en sus brazos y sus piernas, tenía la piel al rojo vivo por la sangre y la carne abierta. Temblaba descontroladamente mostrando que estaba consciente y su cabello caía sobre sus hombros tapando su rostro. Parecía una visión, ella no podía estar realmente tan lastimada, ella no podía estar sufriendo de esta forma, ¿verdad?
Debo salvarla.
Con ese único pensamiento en mi cabeza corrí tan rápido como pude, pero entre más intentaba acercarme, la caja de cristal más se alejaba de mí.
– ¡Nashi, espera! –Pero parecía no escucharme, apenas y podía verla, pero sabía que no me había escuchado, ella seguía lamentándose por el dolor y la soledad y yo no me podía acercar para ayudarla – ¡Detente! –Sentía como mi garganta se secaba y las lágrimas amenazaban con salir, pero aún no podía hacerlo, aún no podía llorar.
