Desobediencia ; scarzzie.

4°

Elizabeth.

Observé la clase en silencio. Estaban leyendo el texto de estudio.

La gente aquí es muy refinada. Todos son adinerados y aparentemente los modales son algo importante dentro del aula de una forma casi absurda. Espaldas muy rectas, uniformes largos, cabellos bien peinados... Aretes de un mismo color en todas las orejas. Perlas blancas.

¿Por qué tendrían que usar los mismos aretes? Eso es enfermizo. Agradezco haber tenido una educación laica.

Me puse de pie y comencé a caminar por toda el aula. Vi a una de las chicas levantar su mirada y dedicarme una sonrisa.

Sofía, hija de la directora... Analicé su expediente, calificaciones promedio, sin embargo las calificaciones son promedio son altas, pero jamás tan altas como las de la señorita Johansson. Sin duda jamás vi un caso tan increíble de amistad, ella y su grupo siguen a la señorita Robbie como si fuesen perros falderos, absolutamente para todos. Mientras la media de la señorita Robbie no sube del cinco... Por su lado la señorita Johansson, quien según Hope parece ser la más apegada a Margot, es quien mejores calificaciones tiene, ¿ironía o burla de las más inteligentes? No lo sé.

Seguí en mi camino y vi como fuera Margot había comenzado a cantar. Me guiñó un ojo y no aparté la mirada hasta que ella se vio obligada a hacerlo.

Pasé por el grupo de la señorita Robbie, todas se veían concentradas en sus libros. Seguí mi camino, sin embargo comencé a sentirme ligeramente observada. Me giré y noté como la señorita Johansson apartaba la mirada rápidamente.

Tal vez ella y la señorita Robbie sean algo más que amigas. Noto que se ve algo intimidada.

-Señoritas. - Dije rápidamente. - Comiencen con la actividad de la página veintisiete del texto bajo sus mesas. - Observé como de manera sincrónica todas hacían el mismo movimiento.

Es casi como una escuela militar. Escribí el título de aquél texto en el pizarrón. La literatura me gusta, sin embargo en ocasiones me habría gustado dedicarme al baile... Por lo que enseñar en éstas escuelas donde existen niñas que parecen no tener ni una sola pasión diferente a su novio, novias o móviles, es desgastante.

A la juventud le falta vivir. Vivir y sentir de forma más poética. Probablemente ninguna de ellas ha vivido un romance digno de ser contado en un libro, que pase de una generación a otra erizando pieles con una sola leída.

Me giré y todas tenían la cabeza gacha, menos una. Johansson. Mis ojos conectaron con los suyos por un segundo, esperé a que levantara la mano o me llamara pidiendo ayuda, absolutamente nada. Parecía congelada.

Avancé unos pasos hacía su pupitre, sólo en aquella dirección y la vi enrojecer. Apartó la mirada y volvió a lo suyo.

Sonreí levemente. Se ha puesto nerviosa.

Volví a mi escritorio, me apoyé sobre el cruzando mis brazos sobre mi pecho.

-¿Maestra? - Preguntó Sofía. - ¿Podría explicarme esta pregunta? - Señaló el libro.

-Claro.

Scarlett's pov:

La maestra Olsen se agachó a la altura del pupitre de Sofía. Intenté apartar la mirada, pero algo me decía que no lo haga. La falda en forma de tubo se pegaba a su cuerpo de una manera armoniosa. Mis ojos vagaban por su trasero, no puedo negarlo. Sin embargo... Sus piernas eran mi mayor adoración, se veía poco y nada de carne, solamente sus pantorrillas definidas, sus tobillos y el acabado en tacones.

No entiendo que está sucediendome y tampoco quiero entenderlo. Estoy deseando huir del salón, ver a Ryan y... Abandonar éstos pensamientos absurdos. ¡Claro que las chicas pueden gustar de las chicas! Mis amigas se gustan entre sí y yo... Sé que está bien, pero esto no es lo que estoy buscando. Ni siquiera por un segundo se me ha pasado por la mente, al menos podría haberme fijado en una de mis amigas, vecinas o algo... No justamente en una maestra... No justamente en ella.