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Scarlett's pov:

-Levántate. - Dijo mi padre con un tono duro de voz. - Iremos a la iglesia, el padre se ofreció a charlar contigo.

Lo observé algo somnolienta y él me miró con recelo.

-Ya voy...

-No quiero quejas, tenemos suficiente con que todos en el pueblo sepan que nuestra hija es una degenerada que se acostó con el diablo.

Salió pegando un portazo. Me senté en la cama algo adolorida, mi espalda tiene marcas del cinturón de Hunter. Ayer me golpearon, los últimos meses lo han hecho los sábados... Como si eso fuese a curar mi "lesbianismo"

Me di una ducha y luego de vestirme bajé las escaleras mirando el suelo. No me atrevo a levantar la mirada delante de todos ellos.

Salimos de casa y me subí al auto rápidamente. Mis padres y mi hermano iban en el auto, sólo que yo iba hasta atrás.

Comenzaron a conducir en silencio, siempre había mucho silencio en casa o donde sea junto a ellos, eso me permitía estar sola con mis pensamientos, y todos mis pensamientos eran acerca de mis amigas a las cuales ya no tenía permitido ver y mi ex novia a la cual no dejaba de amar...

Iba tan sumergida en todos mis pensamientos que no noté cuando llegamos y me obligaron a bajar. Entramos a la iglesia y mamá jaló mi brazo hasta llegar al confesionario.

-Entra allí, cuéntale al padre y espera tu penitencia... - Gruñó.

-Sí, madre.

Entré a aquél sitio y pude escuchar la respiración pesada del hombre tras la cortina pared que nos separaba.

-Cuéntame, hija. ¿Por qué estás aquí?

-Estoy aquí, porque he pecado... - Murmuré. - He cometido una desobediencia ante los ojos de Dios y... Vengo por mi penitencia.

-¿Qué hiciste, hija?

-Me enamoré de una mujer. - Admití nerviosa.

-La mujer ha sido creada para el hombre, más no para la mujer, hija mía. - Murmuró el padre. - Treinta aves María y diez padre nuestro, espero volver a verte por aquí.

-Sí, padre...

Salí del confesionario y vi a mis padres charlando con Hayley. Observé a la castaña y suspiré.

-Scarlett, ella es Hayley Atwell, viene constantemente a la iglesia con su familia, la ayudarás hoy aquí, te enseñará sobre la biblia.

Asentí sin levantar la mirada y mis padres agradecieron a Hayley y se fueron.

-¿Estás bien? - Preguntó Hayley y yo suspiré.

-¿Te importa?

-Eres la mejor amiga de mi novia, claro que me importa.

-Ya no somos amigas, ni siquiera conocidas. - Dije rápidamente. - Ella te eligió... Y no la culpo. - Dije rápidamente. - Yo tampoco me habría elegido.

-Ella te extraña, y cree que no la quieres. - Dijo rápidamente. - Acompáñame.

-Perdóname. - Dije rápidamente. - No debí insultarte, ni meterme contigo por no tener dinero... - Murmuré. - Claramente eres mucho mejor que yo y...

-No soy mejor que tú, y sí, tienes razón, no debiste, pero ya pasó. - Se encogió de hombros. - ¿Crees que voy a molestarme por algo que me han dicho toda la vida? No necesito dinero para ser feliz, y aún así sé que esforzandome llegaré a donde necesito llegar.

-Te admiro. - Admití. - Eres increíble, y... Realmente Margot y tu se merecen... Merecen el amor que tienen y estoy feliz de que ella te tenga.

-¿Por qué dejaste que Olsen se fuera? - Preguntó tomando mi brazo para obligarme a subir las escaleras de éste horrible sitio.

-¿De qué hablas?

-Todos se enteraron de ustedes, lo siento. - Murmuró. - Pero es la realidad y no creo que debieses dejarla ir, es decir, Margot me dijo que se amaban.

-Sí, pero a veces... A veces rompo todo lo que toco y así como perdí a Margot por ser una estúpida, también perdí a Elizabeth. Todo por tener prejuicios absurdos y realmente se me cae la cara de vergüenza al estar frente a ti diciendote esto, pero... De cualquier forma no he hablado con alguien en meses...

Hayley me observó con compasión.

-¿Qué te hacen? - Preguntó sentándose frente a mí en las bancas.

-Nada... ¿Por qué?

-Noto marcas en tus brazos. - Intenté cubrirme levemente. - Y te mueves con dolor... ¿Te ignoran y golpean?

Aparté la mirada mientras Hayley soltaba un suspiro pesado.

-¿No haz pensado en buscar ayuda?

-Aún debo acabar la escuela, quedan dos meses y...

-Luego de eso, busca ayuda. Consigue un trabajo y manejate de la forma en que puedas.

-Antes lo habría hecho, ya no. No tengo razones, y no tengo nadie que me ayude a seguir adelante.

-¿Realmente necesitas de alguien? Yo te veo como una mujer poderosa, Scarlett. Siempre lo pensé...

Nos observamos en silencio y ella dejó ir un suspiro.

-Escúchame, ¿quieres hablar con Olsen y Margot? Te ayudaré. Tus padres confían en mí.

-¿Por qué haces ésto por mí?

Ella se levantó y tomó mi mano invitándome a caminar hasta el final de todo.

-Porque eres importante para Margot, y como ya te dije, admiro como eres. No es tu culpa pensar como lo haces.

-Me arrepiento muchísimo de haberte tratado tan mal. - Insistí de forma sincera. - Si hay algo que puedo hacer por ti para compensarlo.

-Habla con Margot, ella te extraña demasiado y se arrepiente de no haber solucionado las cosas.

-Yo la extraño más. - Dije sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas. Hayley las limpió y luego observó mis ojos fijamente.

-¿Recuerdas el ensayo del olvido largo en un amor corto? - Preguntó. - La maestra Olsen nos hizo hacer uno.

-Sí, lo recuerdo... No lo escribí, cambiaron de maestra.

-Sí, pero podrías escribirlo y... Yo podría hacérselo llegar.

-¿Sabes dónde está? - Pregunté y ella negó.

-No, pero papá es policía, no vive aquí, viene poco, pero si le pido que busque su ubicación, lo hará y... Podré enviárselo. Debemos movernos rápido. Sólo tenemos dos meses.

Asentí frenéticamente mientras me colgaba del cuello de Hayley abrazandola con fuerza. La castaña correspondió mi abrazo con una sonrisa.

-Gracias, de verdad. Gracias, muchas gracias, no me merezco tu ayuda y...

-Todos merecen una segunda oportunidad, Scarlett. Al menos yo creo que tú te la mereces, ninguna mujer debería ser tratada de la forma en la que te tratan...

Suspiré sintiendo que todo el peso, la ansiedad y los dolores de estómago que había sentido éstos meses insufribles se iba poco a poco.

Me siento aliviada.

Nota de autor:

Probablemente podamos acabar éste fanfic hoy, pero mejor no digo nada, porque puede que me atrase.

-Codex.

Desobediencia ; scarzzie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora