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Elizabeth's pov:

Ingresé al aula y noté que Scarlett no estaba sentada en su pupitre. Las alumnas se levantaron y sonreí.

-Buenos días, chicas. Tomen asiento.

-Hola. - Abrió la puerta Margot. - Lamentamos la tardanza. Urgencia femenina. Fue mi culpa. - Murmuré y giré los ojos. Es la peor mentira que he oído, siempre solía usarlo de excusa a su edad.

-Adelante. - Murmuré y ella entró. Tras de Margot venía Scarlett.

Mis ojos fueron directamente a sus muslos desnudos... Mierda. Aparté la mirada y sentí como me sonrojaba.

Caminé hasta la ventana y decidí abrirla. Que suerte que tienen rejas, porque de no ser así me habría lanzado para evitar ahogarme de ésta forma.

-Abran el libro en la página treinta y dos. - Murmuré aclarando mi garganta. - Necesito esa actividad para el final de la clase o a más tardar mañana.

Me senté sobre el escritorio y pude notar como todas comenzaban a trabajar. Scarlett se cruzó de piernas y pude ver la piel desnuda de su muslo.

Mierda... Mierda, mierda y más mierda. El problema de que me gusten las mujeres es que son demasiado... Perfectas, todo en ellas es... Mágico y... ¡Claro que puedo controlarme! Todos pueden controlarse al ver una falda, el que diga que no puede es un enfermo, y obviamente ella puede usar una falda corta, este no es el contexto ya que reglamento dice que sólo cinco dedos por sobre la rodilla y estoy segura de que eso... Es... Son veinte dedos sobre la rodilla. No tengo tantos dedos en las manos.

Joder. Basta, Elizabeth. Deja de observarla como si... Como si quisieras... Desnudarla y... Hacerle el amor... Aquí mismo...

Oh, joder.

No puede ser... Vi sus ojos clavarse en los míos y luego la vi bajar levemente su falda. Tragué saliva apartando la mirada. Mierda... No quería incomodarla, yo... ¡No soy una degenerada! Es que... Ella es... Yo... Me gustan mucho las mujeres, no de forma irrespetuosa, es sólo que... Realmente tengo una debilidad por las faldas y oh Dios, suena horrible todo lo que digo. Debería dejar de tener éstos conflictos morales conmigo misma, no digo que voy a lanzarme a ella por tener falda, claro que no. Ella puede usar falda y la seguiré respetando es lo que merece, es sólo que realmente me pone nerviosa y yo jamás estoy nerviosa. ¡Eso era! Mierda. No puede ser lo mucho que me complico para decir todo, y tengo que lidiar con el hecho de hacerla sentir incómoda, porque la hice sentir incómoda, por algo se cubrió al verme observar sus muslos...

Se ven suaves... ¡Basta, Elizabeth!

-¿Maestra? - Preguntó Sofía. - ¿Está bien?

-Sí, ya vuelvo. - Dije en voz alta y salí del salón rápidamente.

Vi a Scarlett sonreír sin apartar la mirada de su cuaderno. Jodida niña.
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La clase siguió avanzando con normalidad. Decidí ignorarla aquí, de todas formas... Frente al resto da igual si la ignoro o pretendo que no existe.

Lo importante es lo que sucede entre ambas y a solas... Eso me importa muchísimo más.

Comenzaron a acercarse a mi mesa para entregar sus trabajos. Margot entregó el de ambas mientras las chicas salían del salón.

-Señorita Johansson. - Murmuré. - ¿Tiene un minuto? - Pregunté. - Es por su trabajo.

Ella giró los ojos y yo comencé a ordenar mis cosas mientras veía a las demás chicas desaparecer y el pasillo quedar en absoluto silencio. Scarlett se sentó sobre una mesa y Margot susurró algo en el oído. La vi acariciar levemente el muslo de Scarlett y noté a la rubia dedicarle una sonrisa traviesa. Gruñí levemente.

Desobediencia ; scarzzie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora