Elizabeth's pov:
-Y se fue y yo la dejé irse, porque... ¿Qué tiene de malo sólo tener sexo? - Pregunté observando a Robert en mi balcón.
Él sonrió levemente.
-Déjame ver si entiendo. - Murmuró. - Te gusta y no lo asumes, pero finges que quieres sólo sexo porque así podrás tenerla.
Giré los ojos.
-Sabía que Clayton hubiese sido de más ayuda. - Murmuré y él comenzó a reír.
-¡Hey! Sólo porque él es gay y yo no, no significa que yo no pueda ayudarte. - Murmuró. - También me he enamorado, y sé como se siente.
-Quieto, quieto. - Lo corté. - No es que estoy enamorada, sí me atrae, pero... Hay cosas que no me gustan de ella.
-¿Como qué? - Preguntó sentándose frente a mí. - Ilustrame.
-Es clasista, muy... Impuntual y... Inmadura. - Murmuré. - No lo sé.
-¿Inmadura por decirte que no quiere sexo y que le gustas? - Suspiré. - Es más madura que tú.
-Sí, bueno. Luego va con su novio, lo besa y dice que es heterosexual. - Gruñí. - Eso no es maduro y yo no quiero que jueguen conmigo.
-Ella no va a jugar contigo si tu no juegas con ella, ¿no crees? - Preguntó y suspiré. - ¿Qué te asusta?
-¡No vine aquí por ésto! Vine por... Por mí, por reencontrarme, por dejar lo de Aubrey atrás y... No necesito fijarme en alguien, mucho menos alguien menor, a quien le doy clases y de paso en una escuela religiosa.
-¿No es acaso una aventura más divertida si huele a peligro? - Preguntó tomando mi mano y girandome para comenzar a bailar en modo broma. - Anda, baila. Estuve practicando.
Sonreí y comenzamos a bailar mientras reíamos. Robert es un gran amigo, definitivamente de los mejores que he tenido en mi vida.
Me detuve y lo alejé.
-¿Por qué haz venido? - Pregunté. - Es decir, tu viaje era dentro de dos semanas y estás aquí, siendo mi... Terapeuta o algo así. ¿Qué pasa?
Rob se alejó y suspiró observando el suelo desde donde estábamos.
-Susan me dejó. - Dijo rápidamente. - Y... Tal vez no debería haber huido, pero tú me entiendes. También querías huir de... Todo y de todos... - Suspiró. - Mi matrimonio estaba a la vuelta de la esquina y me ha dejado por alguien más.
Acaricié su espalda y él sonrió levemente.
-Lo lamento tanto, Rob... - Murmuré.
-No te preocupes, son cosas que pasan. Viviré, pero seré mucho más feliz si dejas de huir como una cobarde de la chica que te gusta, y aparentemente te gusta mucho.
-Sólo me atrae.
-Que alguien te atraiga es que te gusta.
-No lo es.
-Googlealo. - Insistió el pelinegro. - O lo intentas tú o lo intento yo, ya verás.
Gruñí levemente.
-Ni te atrevas. - Dije rápidamente. - Hablaré con ella... - Murmuré. - Mañana en clase de baile.
-Hazle un baile erótico, de seguro cae. ¿No le bailabas a Aubrey?
-Un par de veces, Aubrey era más tímida, se avergonzaba con facilidad. - Murmuré. - No venía el caso. ¿Cerveza?
-¿De la más barata y fría? - Preguntó y asentí.
-¿Qué esperabas? ¿Una espumante y cara? - Bromeé.
-No, ya asumí que ahora eres pobre. - Murmuró y comenzamos a reír. - Es broma, sabes que prefiero las baratas, odio todas esas cervezas caras, saben a axila sudada y ni siquiera sé por que la gente las compra.
-Aparentar. Quien tiene dinero ama aparentar. - Murmuré molesta mientras buscaba dos cervezas en el minibar.
-Hablas como si no tuvieses el culo asegurado en millones de dolares y no fueses la heredera de todo lo que tus padres tienen. - Murmuró. - Yo tengo que manejar eso desde los veinte.
-Por eso huí. - Acepté. - Al comprometerme con Aubrey... Todo iba muy rápido, me dio ansiedad... Me sentí ahogada, no me sentía yo...
-¿De qué hablas? - Preguntó bebiendo de la cerveza que le había entregado.
Me senté frente a él observando el cielo y dando un largo trago a la cerveza que pasó por mi garganta dejando una sensación de frescura.
-Me dio miedo pensar en mi vida con Aubrey y una empresa, casarnos, tener bebés y darme cuenta de que no es lo que quería. - Suspiré. - Por un momento me vi en treinta años siendo infeliz y supe que debía dejarla... Supe que ya no la amaba y que... Solamente estaba viviendo una vida que ya no encajaba conmigo, me pregunté '¿qué haces aquí entonces?', compré un boleto al primer pueblo de mierda que encontré en el mapa de la habitación de Ashley, ¿y sabes algo? - Sonreí. - Encontré éste escondido, frío y desolado pueblo de mierda que no tiene más de tres mil habitantes y que se acopla bastante a lo que buscaba para comenzar desde cero...
-Y te enamoraste de la primera rubia deseable que viste.
-Fue la segunda para ser sincera, y no no me he enamorado de ella. - Murmuré.
-¿Quién fue la primera? - Preguntó rápidamente.
-Vi a su amiga primero, también a Sofía, otra alumna... - Murmuré. - De igual manera son lindas, pero....
-¿Pero? - Insistió terminando de beber su cerveza.
-Scarlett tiene un encanto diferente, suena extraño. - Murmuró. - No me hagas caso.
-Explícame. Créeme que sé sobre cosas extrañas.
Dejé mi cerveza en la mesita de centro y crucé mis piernas observándolo.
-A veces siento que la conozco y... Estar junto a ella es la sensación más familiar que he tenido estando aquí, no lo sé... Suena a locura, pero es como si yo la conociera de otro sitio...
-¿Otro sitio? ¿La viste antes?
-Jamás en mi vida. No en ésta al menos. - Murmuré. - Cuando llegue extrañaba muchísimo a mis padres, la casa de ellos y... A mis hermanos, pero... De pronto estaba ella y... Me sentí en casa. Es absurdo.
-¿Por qué no vemos a alguien que sepa sobre vidas pasadas? Sería increíble enterarte de que tu alumna fue tu esposa y te asesinó, te cortó en trozos y luego te dio de comer al perro.
-¿Volviste a ver american horror story? - Pregunté rápidamente.
-¡No! - Se quejó. - ¡Ya no me dejan verlo! Estoy indignado.
-Te da pesadillas, Rob. - Murmuré.
-¡Yo solito puedo con ellas! - Insistió. - Tú y Sarah son unas aguafiestas.
-Tú y tus pesadillas son un dolor en el culo, Rob. - Murmuré. - Bien, te preparé el cuarto de invitados, quédate un mes, un año... Lo que desees.
-Me interesa eso de un año. - Murmuró. - Buscaré trabajo en la radio del pueblo, oí que buscaban un locutor.
-No tengo idea, tu haz lo que desees, sabes que eres bievenido aquí y tener compañía no me hará nada mal.
-Gracias, cariño. - Murmuró.
-Me voy a dormir, estoy agotada.
Caminé hasta mi habitación y sentí que aquella conversación con Robert había hecho mi alma un poco más libre.
Robert es definitivamente de mis mejores amigos. Estoy feliz de tenerlo aquí.
Nota de autor:
Hola me fui a dormir y los extrañé, probablemente escriba otro capítulo y lo suba más tarde. ¿Cómo va su día?
-Codex.
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Desobediencia ; scarzzie.
Fanfiction-No se olvide de rezar, señorita Johansson. - Murmuró la maestra con aquella mirada fría y su voz ronca. - Observa todo lo que hace... Asentí lentamente sintiendo que mis piernas aún temblaban.