Desobediencia ; scarzzie.

21°

Scarlett's pov:

-Voy al baño. - Murmuré levantándome mientras Brie me observaba. - Ve al auto, ya voy.

Asintió lentamente mientras se levantaba. Me di media vuelta para ir al baño, caminé por todo el pasillo hasta llegar al final en donde se encontraba el baño. Necesito mojar mi rostro, mi cabeza ha comenzado a doler y aunque me siento menos agobiada que cuando Brie me encontró, aún siento ese vacío en mi estómago.

Aún me duele sentirme rechazada y quiero llegar a casa a llorar... Dormir y fingir que todo está bien para mañana.

La puerta se abrió y me corrí rápidamente ganándome un golpe suave en el brazo.

-Auch. - Me quejé.

-Lo lamento mucho. - Dijo una muchacha rubia frente a mí.

-Todo bien. - Murmuré mientras acariciaba levemente mi brazo sobre la blusa blanca. La rubia me dedicó una sonrisa nerviosa y luego se alejó.

Recordé las palabras de Brie y solté una risita nerviosa. La chica se giró y me guiñó el ojo antes de alejarse. Sus ojos son verdes y su cabello es rubio. Un nerviosismo extraño me invadió, sonreí levemente y entré de inmediato al baño.

¿Podría ser? Es decir... Es... Es extraño, tal vez sea... Yo... La puerta, y... Ella es linda.

Es muy linda.
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Al salir del baño intenté buscar a la chica de ojos verdes, sin embargo ya no estaba dentro del lugar. Salí y caminé hasta el auto de Brie, mi amiga estaba escuchando canciones de Adele, le gusta Adele.

-¿Todo bien? - Preguntó. - Te tardaste.

-Me he chocado con alguien en el baño. - Murmuré observando mis manos con una sonrisa.

-¿Te ha golpeado con la puerta? - Preguntó y yo asentí con una sonrisa. - Se te hizo atractiv... - Se detuvo.

-A. Atractiva. - Completé su oración. - Muy atractiva... Sin embargo no pude pedirle el número, no sé nada sobre ella.

-Bueno, si es el destino, la volverás a ver. - Sonrió.

Brie es muy creyente de las almas gemelas, por alguna razón es la que más disfruta de cosas esotéricas. Sonreí. Tal vez tiene razón... ¿Por qué no? Quizá me encuentre nuevamente con ella y... Tal vez... Pueda saber su nombre.

Brie comenzó a conducir por las calles, no estaba muy lejos de mi casa o la suya, vivíamos cerca... Todas, de hecho.

Llegó hasta mi casa y antes de bajar del auto le di un abrazo enorme.

-Gracias por ayudar a despejarme, Brie. - Murmuré besando su cabello. - Te amo.

-Y yo a ti, Scarly. Cuando quieras. - Murmuró sonriente.

Abrí la puerta del auto y escuché un quejido. Bajé rápidamente mientras escuchaba las risas de mi amiga desde dentro. Cerré la puerta de su auto y me giré para disculparme.

-Lo... Lo lamento. - Murmuré y observé a quien estaba delante mía.

-¿Fue una forma de devolverme lo de hace un rato? - Preguntó haciendo un puchero adorable. Frente a mí la misma linda chica...

-No, yo... Yo... - Ella pareció notar mi nerviosismo y soltó una risita.

-Cálmate, linda. - Sonrió. - Es una broma, soy Lauren. - Dijo rápidamente. - ¿Y tú eres? Deduzco que tu nombre no es linda, aunque tú si lo eres.

Me sonrojé levemente.

-Yo soy Scarlett, mis amigas me dicen Scarly o Scar, ya sabes. - Solté una risita. - ¿Me estás siguiendo? - Pregunté rápidamente.

-Pfff. Que va. - Soltó una risita. - Ojalá hubiese tenido el valor de seguirte y pedirte el número, pero para cuando intenté volver a la cafetería ya no estabas. Vivo en la casa de allí. - Señaló la casa de mis vecinos.

-¿Los German son tus padres? - Pregunté y negó.

-Mis abuelos. - Sonrió. - Sólo tengo dieciocho, no es para tanto. - Fingió estar ofendida. - ¿Tan vieja me veo?

-No, para nada. - Murmuré sonriente. - Yo vivo aquí. - Dije señalando mi casa. - Soy vecina de tus abuelos.

-Y mía por el resto del año... - Murmuró sonriente. - ¿Te gustaría salir a tomar un café un día de éstos? - Preguntó y me sentí completamente nerviosa de pronto.

Tal vez no tan de pronto, tal vez estaba nerviosa desde antes, pero no lo noté. Oh, joder. Qué emoción.

¿Debería coquetear con ella? ¿Cómo se hace ésto?

-Tal vez si la vida quiere que eso suceda... - Murmuré. - Nos vemos, Lauren.

Ella sonrió levemente y comencé a caminar en dirección a mi casa.

-¿Puedo presionar a la vida? - Preguntó en voz alta.

-Tu juega tus cartas. - Dije rápidamente y ella asintió.

La vi sonreír antes de cerrar la puerta tras de mí. Eso fue lindo.

Me siento extraña, por una parte me siento feliz de haber tenido mi primera interacción... De esta forma y por otro lado... Aún me duele la maestra Olsen.

Aún me duele que durante todo el día sólo he pensado 'espero que se arrepienta' y me duele porque mi ego se está viendo lastimado. Ni siquiera debería perdonarla si se arrepiente, ella cree que soy un jodido juego. Tengo sentimientos y aunque ella no lo note, me duele... Me dolió y no quiero verla.

¡Es una estúpida! Y yo... Soy aún más estúpida por gustar de ella...

Subí las escaleras y noté que al final del pasillo estaban mis padres en el comedor felicitando a Vanessa... No sé por que, pero no tengo ganas de comparaciones a ésta hora.

Al llegar a mi habitación me dejé caer en la cama y de pronto unas ganas enormes de llorar me inundaron.

Me duele tanto.

¿Por qué tiene que ser tan difícil que alguien te guste? Ni siquiera termino de aceptar ésto que me sucede y... Ella simplemente ne trata como si yo fuese nadie...

Tal vez soy nadie, me lo merezco.

Me lo merezco por hacer sentir insignificante a las personas.

Joder.

¿Por qué tuve que fijarme en ella? ¡Podría haber querido a alguien más!

Estoy jodida. Tan jodida.

Espero que alguna vez ella sienta lo que yo, espero que alguna maestra Olsen se haya enamorado de una maestra y sufra.

Oh, Dios. Soy patética, estoy siendo infantil. Soy una estupida.

Me duele tanto que todo mi pecho quema, ¿hice algo mal? Yo no elegí fijarme en ella, no quiero que duela tanto.

¡Sólo fueron un par de besos! Nunca una ruptura me dolió tanto, y... Ni siquiera es una ruptura.

Definitivamente soy patética.

Nota de autor:

¡Hey! Buenos días. ¿Cómo van?

La mujer de arriba es Lauren.

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Capítulo dedicado a ilwlizzie

-Codex.