Desobediencia ; scarzzie.

51°

Elizabeth's pov:

Llegamos a mi departamento luego de que Scarlett me hiciera pasar a su casa para que ella se diera una ducha.

Compré todo para hacer una deliciosa pizza con queso y carne, la favorita de Ashley.

-Bien, bienvenida a mi hogar. Es temporal de todas formas, lo renté por éste año y... Bueno, depende de ti y de ésto, si sigo quedándome en éste sitio o no.

-Suena horrible, suena a dependencia. - Murmuró ella. - ¿No te estoy obligando, no? Tú puedes quedarte si gustas.

-Cariño, no. A lo que me refiero es a que... Depende de si seguimos juntas, yo no tengo problema en trabajar en cualquier rincón del mundo, sólo quiero que estés cómoda.

La rubia con el cabello algo ondulado debido a la humedad me observó perpleja. Casi sin expresión, de alguna forma atemorizada y eso me preocupó rápidamente.

-¿Dije algo mal?

-Creo que es muy pronto, pero estoy enamorada de ti, es lo que siento cada vez que algo sale de tu boca y... Dios, Elizabeth. ¿Acaso tus padres criaron a un ser humano perfecto? Intento buscarte algún defecto y simplemente no...

-Era extremadamente celosa, indecisa e insegura contigo, ¿quieres que te recuerde otro de mis defectos o esos están bien? - Pregunté intentando no volver su declaración incómoda para ella. Me observó fijamente y esbozó una sonrisa. - Oh, y por cierto, yo también me siento así contigo, es lindo saber que es mutuo.

Scarlett se sonrojó y asintió mientras dejaba su bolso en mi sofá.

-¿No quieres quedarte a dormir hoy? - Pregunté y ella negó. - ¿Estás segura de querer ir a tu casa?

-Bueno, Vanessa llega en unos días, mis padres la otra semana... Tal vez podrías ir a hacerme compañía.

-Eso sería peligroso. - Murmuré comenzando a organizar los ingredientes. - Sería mejor que duermas aquí y ya mañana temprano viene Margot por ti, se van juntas y fingen que fueron ambas a la fiesta de Hayley, probablemente ella te ayude con esa excusa, podría llegar alguien o uno de tus vecinos verme, ver mi auto, anotar la placa o algo, no lo sé. - Comenté. - Por esa razón la quité antes de ir a tu casa, quiero ser precavida, porque sé que te incomoda que tus padres lleguen a saber o algo, y yo quiero cuidarte hasta que sea final de año, seas libre y podamos irnos.

-Y nuevamente se me olvidaron tus defectos... - Murmuró ella acercándose a mí. La sentí tomar mi cintura y sonreí.

-Puedo recordártelos nuevamente...

-No, aún así seguirás siendo lo más lindo del universo entero. Es como magia. - Murmuró en un tono meloso que extrañamente, me gustó.

-¿Caótica? - Pregunté fingiendo dramatizarlo y ella sonrió.

-Eres muy sexy de maestra. Me es imposible no mirarte en clases, tan segura de ti misma, tan inteligente, usando términos nuevos, Dios. Elizabeth. Eres... Muy sexy.

-Ya sé. - Murmuré con soberbia.

Comencé a trabajar en lo mío mientras Scarlett se mantenía pegada a mi espalda dejando besos sobre mi ropa.

-Scarlett, huelo fatal, debo ducharme, deberías dejarme cocinar y así luego me daré una ducha.

Ella soltó un gruñido y se metió delante impidiendome seguir cocinando, solté una risita y la sentí pegarse a mis labios.

-Te quiero. - Murmuró. - Ya me voy.

Se alejó y se sentó en el sofá mientras yo continuaba cocinando.

Me gusta mucho.
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Luego de darme la ducha salí envuelta en una toalla a revisar si la pizza estaba bien. Scarlett giró casi de inmediato y se levantó del sofá.

-No me quitaré la toalla. - Dije rápidamente y ella soltó un gruñido. Tomé su rostro para dejar un beso sobre sus labios y ella soltó mi toalla y tomó mi cintura provocando mi risa. - Bueno, de cualquier forma si iba a quitármela.

-¿Cuánto le falta a las pizzas? - Preguntó y solté una risita. - Anda, dime.

-Diez minutos creo.

-Me sirve. - Murmuró comenzando a besar mi cuello y bajando por mi pecho y abdomen.

-Déjame recostarme al menos. - Murmuré y ella tomó mi mano llevándome hasta el sofá. Me lancé en una mala posición y en cuanto Scarlett comenzó a besar mi abdomen caímos al suelo.

Ahora estaba en la alfombra con Scarlett pegada a ella.

-Okay, eso no salió tan bien como esperaba. - Murmuró y comenzamos a reír. Subió sobre mi cuerpo uniendo nuestros labios. - Te quiero.

-Ya lo sé, yo a ti.
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-¿Entonces? - Pregunté. - ¿Te gusta?

-Es deliciosa. La mejor pizza con carne y queso que he probado, cocinas increíble.

-Ya ves.

-Tu cocinarás entonces. - Bromeó. - Cuando tengamos un cachorro, por supuesto. Yo cuidaré del cachorro y tu cocinarás para ambos.

-¿Y cómo se llamará? - Pregunté sonriente.

La idea de imaginarme algo tan lindo y duradero con Scarlett me hace inmensamente feliz. Realmente feliz.

-No lo sé, debemos pensarlo. Una decisión en conjunto.

-Claro, como madres. - Concordé en aquél mismo tono de broma.

Scarlett asintió mientras se servía un poco más de jugo.

-¿Disfrutas de la ciudad? - Preguntó y sonreí. Es lindo que quiera saber tanto sobre mí, no es la primera vez que me pregunta sobre cosas así.

-Bueno, es un lugar frío, bastante alejado, pequeño, sin embargo disfruto mucho llegar aquí, beber café y ver una buena película mientras corrijo exámenes.

-¿Y te gusta la gente?

-Muchos son amables, sin embargo aún queda muchísima gente con mentalidad dinosauria, lo que provoca que... Existan muchos adultos que no son como les gustaría. Un ejemplo claro es Hope, otro podría ser Lesley-Ann, he notado su anillo de matrimonio. Ellas simplemente no han podido ser y yo creo que es porque se sienten atrapadas en éste pueblo fantasma.

-Así me habría quedado yo... - Murmuró con un atisbo de tristeza en su mirada. - Si tu no llegabas a mover mi mundo por completo, yo me habría casado con Ryan... Estaría siendo una madre... Respetable... Y no sería la oveja...

-No te atrevas. - Dije cortandola. - No le debes nada a nadie, Scarlett. No eres la oveja negra, ni nada. Basta de poner etiquetas y colores a las cosas, eres un ser humano, mereces amar y que te amen, y para tu buena o mala suerte... Me tienes a mí, no dejaré que vuelvas a creer que debes explicaciones por sentir, porque no es así.

Ella sonrió sonrió tomando mi mano. Dejé un beso sobre nuestro "anillo de matrimonio" y continuamos comiendo.

Scarlett está tan rota, tan cansada y tan marcada por palabras de una familia casi medieval... Sólo quiero hacerla feliz.

Nota de autor:

Bien, ahora tengo clases, así que nos leemos luego en gemelos. Tomen agüita, estirense, descansen o hagan algo para relajarse, una pausa saludable siempre hace bien <3

-Codex.