Límites antinaturales:

324 33 6
                                    


"¡¡Jason, me haré cargo de tus sueños!!"


Thalia rugió como animal salvaje mientras disparaba su gran golpe.


¡¡PONIENDO EL RECUERDO DE SU HERMANO SOBRE ÉSTA ESTOCADA SUPREMA!!


La lanza de Thalia desgarró carne y hueso al atravesar la piel de su oponente, quien se doblaba sobre el arma tras ver su avance detenido en seco.

Alex temblaba, con el rostro perlado de sudor y los ojos abiertos de par en par, sin atreverse a realizar el más mínimo movimiento.

—¡Le ha dado en el corazón...!—se sorprendió el público.

—No—sonrió Samirah, aliviada—. Giró su cuerpo justo a tiempo, pero... aún así ha recibido un corte en el costado.

La hija de Loki cayó de lado, apretando los dientes por el dolor mientras trataba de recuperar el equilibrio. Chorros de sangre manaban de su cuerpo como cataratas. Tomó distancias con un salto, y luchó por tomar aliento, mirando a los ojos de su rival.

—M-me... esquivaste... y-y después...

Thalia levantó la cabeza con dificultad, casi completamente consumida por el esfuerzo, pero sonriendo con suficiencia.

—Bueno... fue una jugada bastante arriesgada, pero diría que ha salido bien.

Meg hizo una mueca.

—Está loca—decidió—. ¿Realmente se atrevió a recibir tantos ataques que podría haber evitado sólo para esquivar a Alex cuando se descuidara?

—¡¡HA HECHO ALGO ASÍ COMO SI FUERA LO MÁS NORMAL DEL MUNDO!!—exclamó Heimdall—. ¡¿ES TAN SIQUIERA POSIBLE AGUANTAR TANTOS GOLPES SIN MORIR?!

Percy le dedicó una sonrisa torcida a su prima en el campo de batalla.

—Así que hasta este punto hemos llegado—murmuró—. Adoptó esa estrategia tras concluir que sus propias capacidades físicas no serían suficientes como para derrotar a Alex, pero... de ninguna manera alguien con una capacidad de concentración y fuerza de voluntad promedio, incluso para los estándares de un semidiós, podría lograr algo así.

Meg le miró intrigada. El hijo de Poseidón siguió con su valoración:

—Al final, cuando el momento de disparar fue propicio, atravesó el costado de Alex. Ahora, la situación se ha puesto a favor de Thalia.

Sadie soltó una nueva carcajada mientras observaba el combate desde su sala de espera.

—¡Esa cazadora es muy divertida, después de todo!

Walt frunció el ceño levemente.

—No siempre aquel con las mejores armas o el cuerpo más poderoso es quien se hace con la victoria—comentó—. Hay quienes son capaces de convertir algo tan simple como el leguaje corporal en un arma. Es algo que deberíamos tener presente, Sadie. Una vez que entraste en el bosque, estás bajo completo dominio de la cazadora.

En el centro del coliseo, ambas combatientes se reincorporaban débilmente, con sus cuerpos temblando por el agotamiento, faltas de aire, sangre y cubiertas de heridas.

Thalia se llevó una mano a la altura del corazón.

"Jason... es gracias a ti que he conseguido aguantar hasta ahora"—pensaba—. "Pero... por culpa de mi plan para desgarrar su carne y cortar sus huesos... yo también estoy a punto de alcanzar mi límite...".

Siete Años Después: (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora