El terrible sol que todo lo consume:

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—VAYA VAYA, ¡¿QUÉ TENEMOS AQUÍ?!—gritó Heimdall—. EL ESCENARIO DEL OCTAVO COMBATE DE LA PRIMERA RONDA SERÁ SOBRE EL MAR. ¡¡SU NOMBRE ES JULIA DRUSILA XII!!

La arena de batalla al completo había sido sumergida bajo las inclementes olas. Y mientras el terrible Neptuno sacudía los océanos, el gran barco de un emperador hizo acto de aparición dando gala de toda su imponencia y lujo desmedido.

—¿Julia Drusila XII...?—repitieron los espectadores.

—Ese nombre me suena...

—No... no puede ser...

—¡Es asombroso!—se emocionó Sadie—. ¡Qué barco tan grande!

—¿Podrías no gritar en mi oído?—preguntó Walt, sobándose la cabeza.

El espadachín Litierses se abrió camino hasta la primera fila de las gradas y tomó asiento. Algo en su interior, un instinto qué no sabía identificar, le había obligado a presenciar aquel combate en persona.

—¿Por qué me has traído aquí...?—preguntó al aire.

Heimdall se paró en la cubierta del súper-yate de lujo y se mostró ante el público.

—¡¡ENTONCES, MOSTRAOS EN ESTE CAMPO DE BATALLA HÉROES LEGENDARIOS QUE BUSCÁIS DEMOSTRAR QUE SÓIS LOS MÁS FUERTES!!

La presión atmosférica descendió bruscamente. Una sensación de frío se apoderó de las gradas.

—POR EL ESTE, EL REPRESENTANTE DE LA REINA DEL OLIMPO. ¡¡QUÉ ENTRE EL PARTICIPANTE!!

En un segundo, todos aquellos que ignoraban lo que sucedía en el estadio guardaron silencio y se volvieron hacia el escenario, controlados por una extraña sensación de opresión. Las puertas que daban al interior de la embarcación se abrieron lentamente, las olas del mar arreciaron y las aves alzaron el vuelo.

—ESTA PERSONA HA SALIDO DEL INFIERNO PARA DARNOS UNA DEMOSTRACIÓN DE LO QUE ES SER UN HÉROE. SU ESPADA ES LA ESPADA DE ROMA, Y ESTÁ DISPUESTO A SACRIFICARLO TODO POR LOS SUYOS.

Percy abrió los ojos de par en par, sintiendo una presencia, una electricidad en el aire, que no había sentido en años.

En la enfermería, Thalia dejó escapar un sollozo y se llevó las manos a la boca. Los ojos se le llenaron de lagrimas.

Hazel Levesque pegó un brinco. Sus sentidos sobrenaturales habían entrado en alerta máxima. Su corazón latía con tanta fuerza que parecía que le fuese a estallar dentro del pecho.

—"PONTIFEX MAXIMUS", "HIJO DE ROMA", "PRETOR DE LA PRIMERA LEGIÓN", HAY INCONTABLES EPÍTETOS USADOS PARA ALABAR SU NOMBRE. ¡¡A DÍA DE HOY, NO HAY NADIE EN LA NUEVA ROMA QUE NO HAYA OÍDO HABLAR SOBRE SU INIGUALABLE REPUTACIÓN MILITAR!!

Un rayo partió el cielo. El viento arreció y la figura de un joven ataviado en una vieja túnica romana de color negro apareció en la arena, con sus ropas y cabello hondeando violentamente entre la brisa marina.

—¡¡SU LEGADO, MÁS ALLÁ DE SU GRANDIOSO PADRE, JÚPITER OPTIMO MÁXIMO, DURARÁ POR SIEMPRE!!


¡REPRESENTANTE DE JUNO: JASON GRACE!


El hijo pródigo había regresado.

—Esto no es bueno...—murmuró el chico, entrecerrando los ojos—. Después de tantos años en el Hades... me cuesta soportar una luz solar tan intensa...

Juno, sonrió desde su palco, con una mezcla de emociones en su mirada: orgullo a la par que aflicción. La presencia de su ahijado divino resultaba dolorosa y gratificante a partes iguales.

Siete Años Después: (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora