Búsqueda de conocimiento:

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—EN LA PRIMERA RONDA DEL SEGUNDO BLOQUE, AMOS KANE VS HEARTHSTONE. ¡LA PELEA ACABA DE EMPEZAR!

Ambos oponentes se miraron fijamente.

Hearthstone sostuvo su bastón con fuerza, poniéndose en guardia mientras tomaba una runa de su saco.

—¡¿PODRÁ EL JOVEN ELFO HACERLE FRENTE AL MAGO MÁS PODEROSO CON VIDA?! ¡¿PODRÁ GANAR?!

El público estalló en vítores.

—¡¡Bien!!

—¡¡Increíble!!

—¡¡Veamos el poder que tiene el último aprendiz de Odín!!

Amos no movió un sólo músculo, se limitó a mirar hacia enfrente mientras extendía los brazos en una clara invitación para atacar.

—¡¿ESTÁ COMPLETAMENTE QUIETO?! ¡NO SE ESTÁ PREPARANDO PARA LUCHAR!—gritó Heimdall—. ¡¿ES ESTO UNA MUESTRA DE CONFIANZA?! ¡¿O MÁS SEGURAMENTE UNA TRAMPA?!

Hearthstone inhaló, exhaló, y atacó.

Sus pies apenas y tocaron el suelo mientras avanzaba a toda velocidad por la arena, cerrando las distancias con su oponente.

Hearthstone sabía que el único camino hacia el poder de las runas era a través del sacrificio. Vivió como un esclavo para su propio padre, cargó con la muerte de su hermano y sufrió la perdida de su madre.

Rechazó la oportunidad de oír a cambio de conocimiento, de la misma forma en que Odín se había atravesado con su propia lanza, arrancado un ojo y colgado de un árbol por largos días y noches.

La gran fuerza que había obtenido tras toda esa tragedia no era para tomarse a broma.

"Amos Kane... desconozco cual es tu poder y tu magia"—pensó el elfo—. "Pero claramente la única oportunidad que tengo para descubrirlo... ¡¡Es tomando la iniciativa!!"

Dio un gran salto y arrojó su primera tabla rúnica.


¡¡¡HAGLAZ: GRANIZO!!!


Una tormenta de balas de hielo se materializó del aire y se precipitó furiosamente sobre Amos Kane.

El mago se limitó a alzar su barita con la mano izquierda, creando una barrera protectora con la cual chocaron los proyectiles, partiéndose en pedazos por el impacto.

Hearthstone volvió a caer al suelo, anonadado.

—Nada mal...—murmuró Amos.

—LO... LO BLOQUEÓ...—señaló Heimdall.

Sentado en su trono, Odín frunció el ceño con preocupación.

—Por supuesto...—murmuró—. Quizá la magia de Hearthstone sea de primer nivel. Y las reglas del torneo hayan equilibrado el poder de ambos combatientes. Pero los años de experiencia le juegan muy a favor al mago egipcio...

Amos se cernió sobre su oponente, balanceando su báculo contra él.

No fue un golpe potente, sino más bien un leve empujón. Sin embargo, la fuerza mágica imbuida en ese único movimiento fue suficiente para mandar a Hearthstone a volar de espaldas.

El chico gruñó y cayó al suelo, rodando varias veces antes de conseguir detenerse y reincorporarse respirando con dificultad.

Alzó la mirada para mirar a su oponente, quién seguía en su sitio, sin haberse movido un centímetro.

Amos le apuntó con su bastón.


¡¡¡KHE-FA: PUÑO!!!


Un jeroglífico de brillante rojo carmesí refulgió en el aire. Hearthstone sintió un poderoso golpe impactar contra su pecho, lanzándolo por los aires mientras le hacía encorvarse y vomitar sangre con los ojos muy abiertos.

El elfo cayó de nueva cuenta en el suelo, quedando inmóvil en la arena.

—APLASTANTE... ¡¡CON SU APLASTANTE PODER, AMOS KANE HA DOMINADO AL SEÑOR DE LAS RUNAS!!

El Lector Jefe miró al elfo y sonrió.

—Vamos, chico—le dijo—. Ambos sabemos que aún puedes levantarte. Toma aire y encárame como es debido.

El cuerpo de Hearthstone comenzó a temblar, se levantó levemente apoyándose en un brazo y comenzó a rebuscar en su saco de runas.

—M... miren...—señalaban los einherji.

"D-de acuerdo..."—logró decir Hearth—. "Aún no... hemos acabado..."

Amos asintió satisfecho.

Un trueno retumbó en los cielos, el viento comenzó a soplar a toda velocidad, sacudiendo las gradas. El escenario tembló hasta sus cimientos.

El público se removió inquieto.

—Eso...

—Eso es...

—¿Eh?

—Magia de la tormenta—murmuró un viejo mago del Per Ankh—. Magia del Caos...

Amos alzó su báculo.

—Sé inteligente con tu próximo movimiento—le recomendó—. Porque podría ser el último.

Hearth sintió que se le erizaba el cabello.

"¡¿Cuánto poder...?!"—se maravilló—. "Siento su energía a travez de mi cuerpo y sobre mi piel. ¡Quiero saber cómo lo hace! ¡¡Deseo saberlo!!"

Sus dedos se cerraron alrededor de una runa.

Amos atacó.

Una cegadora explosión carmesí se trago el escenario cuando un poderoso rayo cayó sobre el elfo.

—¡WOAH, WOAH, WOAH!—chillo Hemdall, mientras luchaba por no salir despedido a causa de los vientos huracanados—. ¡AMOS KANE LE HA DADO EL GOLPE DE GRACIA A HEARTHSTONE!

Todos los espectadores se protegieron con sus brazos y bajaron las cabezas para intentar resistir el temporal.

—¡Y NO FUE CUALQUIER GOLPE!—prosiguió el presentador—. ¡¡ESTA ES LA MAGIA DEL CAOS!! ¡¡VAYA IMPACTO MÁS FORMIDABLE!!

El humo y el polvo se despejaron de poco en poco, permitiendo ver a Amos señalando a un punto con su báculo.

Frente a él, rodeado por un poderoso escudo de energía, se encontraba el propio Hearthstone, con una sonrisa de confianza en su rostro.


¡¡¡ALGIZ: PROTECCIÓN!!!


"Estaba sorprendido por la astucia de Hazel, asombrado por la calma de Walt e impresionado con la determinación de Samirah"—anunció el elfo—. "Y ahora estás tú, maestro de lo místico".

Golpeó el suelo con su propio bastón, emanando un aura de emoción y e interés.

"Quiero que me reveles todos tus secretos, Lector Jefe del Per Ankh"—pidió—. "Enséñame todo lo que sabes y conviérteme en el mejor de los hechiceros".

Siete Años Después: (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora