Quien siempre tiene un plan:

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—¡¡LA MAGA QUE ASCENDIÓ AL NIVEL DE LOS DIOSES, ENVUELTA EN GLORIA COMO LA GRAN SEGUIDORA DE LA SENDA DE ISIS, SE ENFRENTA CARA A CARA CON LA SEMIDIOSA MÁS LETAL DE SU GENERACIÓN!!—anunció Heimdall—. ¡¡DE VERDAD ESTA BATALLA ES DE PODER CONTRA INGENIO!! ¡¡NADIE PUEDE PREDECIR EL RESULTADO DE ESTE ENFRENTAMIENTO!!

Entre los campistas griegos, un ahogado sonido que iba entre la sorpresa y el horror se hizo escuchar por sobre la multitud.

—¿Qué está haciendo ella aquí?—siseó Drew Tanaka.

No demasiado lejos, su media-hermana, Lacy, sonrió con suficiencia.

—Traté de advertírtelo—rió—. El otro lado de las gradas está lleno de los chicos que iban con nosotras a la Academia Brooklyn. Me sigo preguntando cómo Hades es que no notaste que Walt Stone fue literalmente el primer luchador del torneo.

—Espera... ¡¿Qué?!

—Supongo que es lo que pasa cuando no prestas atención al mega-evento preparado por los dioses por estarse mirando al espejo—Lacy se encogió de hombros—. Cuando salió ese mago egipcio de antes, Amos Kane, y teniendo en cuenta la participación de Walt... bueno, supuse que Sadie podría aparecer también en cualquier momento.

Drew apretó los puños con tanta fuerza que se enterró las uñas en las manos.

—Todo este tiempo... esa... esa...

—Sip, aparentemente podría haberte hecho volar en mil pedazos agitando esa barita suya—se burló Mitchell, otro hijo de Afrodita—. Deberías agradecerle a su autocontrol, sólo los dioses saben que clase de maldición podría haberte echado.

En el campo de batalla, ambas oponentes se miraban frente a frente. El viento soplaba suavemente a través de los edificios, haciendo hondear sus cabelleras.

"De acuerdo, aquí estamos"—pensó Sadie—. "¿Por qué? Simplemente está allí parada, mirándome con esos fríos ojos grises, estudiándome. Es tan molesto. Walt, Amos, Carter... nadie me conoce tan bien como ella. ¿Habrá reclamado mi nombre ahora que estamos cara a cara? ¿Estará mirando dentro de mi mente? La he visto jugar con sus enemigos suficientes veces como para saber que no debo entablar conversación con ella... y aún así..."

—¿Por qué...?—murmuró.

Los espectadores comenzaron a revolverse nerviosos, expectantes.

—Así que... ahora es una hija de Atenea.

—No sé a quién debería apoyar.

—Oigan, me disculparán pero... ¿qué se supone que puede hacer esa tal Annabeth contra una de las magas más poderosas en la historia?

Uno de los miembros del público se cruzó de brazos, mirando las pantallas que se proyectaban ante sus ojos.

—El propio Heimdal ya lo dijo—respondió—. Annabeth Chase es la semidiosa más peligrosa de su generación. No puede transformarse, ni respirar debajo del agua, ni hablar con los animales. No puede volar, ni es superfuerte. Pero es lista como ella sola y se le da muy bien improvisar. Eso la convierte en una fuerza letal. Da igual si está en tierra, en agua, en aire o en el Tártaro.

Aquellos que le rodeaban volvieron sus ojos hacia el chico.

—Hey, tú eres...

Magnus Chase sonrió divertido.

—Escuchen mis palabras: no tengo ninguna duda en que mi prima acabará con su oponente. Así es Annabeth Chase.

Tras varios minutos de tenso silencio, Sadie alzó su báculo y apuntó a su oponente con el mismo.

Siete Años Después: (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora