La Embarraste Payne, está embarazada

Pesadilla (So-sorpresa)

Bueno, creo que... lo único que queda por decir es que Zayn nos hizo felices. Es hora de que él sea feliz.

Espero les guste (el capítulo), y que... nadie se lo esperaba (o muy pocos) ;)

Un abrazo

....

Solté el aire en mis pulmones formando un vaho de aire caliente al salir por mi boca. Mis manos metidas en los bolsillos del pantalón mientras veía el cielo estrellado. Estaba en el jardín, al lado de la piscina. Este se encontraba iluminado por pequeñas luces que colgaban. Esas luces usuales en Navidad. No las de colores, todas tenían un destello amarillo sutil. Realmente Niall se había esforzado bastante en decorar toda la casa.

Sentí un escalofrío en mi cuerpo causado por el frío del ambiente exterior. Eran cerca de medianoche.

-Te estaba buscando. -Mi cabeza giro a un costado, desde dónde habían hablado. Mi vista se despegó de ver la caseta de herramientas a verla a ella.

-De hecho yo te estaba buscando. -Ella se acercó con cuidado caminando por el filo de la piscina.

-¿Aquí? ¿Fuera? -Levanté los hombros mientras veía alrededor. Todos los invitados estaban dentro de la casa. Escuchaba música y murmullos. Era una mezcla de reunión y fiesta.

-Sabía que en algún momento saldrías al jardín. No te gusta pasar mucho tiempo dentro y te encanta este lugar -Asintió con una sonrisa mientras se colocaba frente a mí. Cruzó los brazos desviando su atención hacía los lados-. ¿Tienes frío? -Le pregunté mientras mis manos se acercaron a sus brazos. Su piel estaba tibia.

-¿Es una escusa para abrazarme? -Reí antes de hacerlo y acunarla contra mi pecho.

-No lo era, pero gracias por la idea. -Besé su frente mientras sentía como sus manos pasaban por debajo de mi saco y se enrollaban en mi cintura. Apoyó su cabeza en mi mentón.

-Fue mi escusa de hecho. -Reí mientras la mecía, un poco, con mis brazos alrededor de su cuerpo dándole calor.

-Esto me recordó a algo. -Le dije luego de unos minutos en silencio.

-Se había ido la energía eléctrica. Encendimos una pequeña fogata. Conversamos.

-Te quedaste dormida en mi brazos -sonrió ante ello y ocultó su rostro en mi cuello-. Una noche bajo las estrellas. -Rió.

-Algo parecida a esta. -Negué. Levantó su rostro quedando tan cerca de la mía.

-Esta me agrada tan solo un poco más.

-¿Y por qué? -Sonreí de medio lado antes de acercar mis labios a los de ella. Los deje un buen momento allí. Su hoyuelo estaba profundamente marcado en su mejilla-. También me besaste esa noche.

Sentí que mi estómago se encogió.

-¿Có-cómo lo sa-sabes? Estabas dormida. -Me sonrojé al igual que ella. Bajó la mirada.

-Es... yo... yo...

-Un momento. Sabías que te besé aún así tú... -Me interrumpió al besarme-. Bueno, ya no importa. -Escondí mi nariz en su cabello mientras la escuchaba reír en mi oído.

-Casi no conozco a muchas personas que están adentro. -Me separé lo suficiente para ver su rostro.

-Con honestidad solo conozco a por lo menos una sexta parte. Y eso que cuatro de ellos formamos una banda, dos son sus novias, un chico de cabello castaño con mechones ceniza y su novio rubio natural -Jamiè y Keith-, incluso Ralphy el pequeño pekinés, esta Leyla, la Sra. Norgh.