-No aguanto la cabeza -musitó colocando el almohadón sobre esta.
-No eres el único -habló tomando un sorbo de agua mientras estaba sentado en el piso apoyando su espalda contra la fría pared.
-A mí, me duele el trasero -solté una risa al escuchar a Niall decir eso mientras. Zayn y Harry, quiénes antes habían hablado, rieron también.
-Sabes, a veces pienso que no nos pagan tan bien. Pero esto lo compensa -reí de nuevo ante lo que dijo Louis. Había sido un día cansado. Con el lanzamiento de tercer disco muy próximo. Teníamos que encargarnos de ciertos detalles.
Y Paul, el ogro, se había encargado de no dejarnos descansar ni un solo segundo. Lo que nunca, nos había llamado antes de las ocho y media en la disquera sin descanso. Era media tarde y aún no habíamos almorzado. Bueno hasta...
-Saben que los va a retar por comer esto -habló Samantha colocando las dos pizzas de doble queso, jamón, champiñones y más junto con dos bolsas de hamburguesas, una funda llena de dulces y varias sodas.
-Difutade cada mometo -habló Niall que ya estaba con la cabeza metida en una de las cajas.
-Bueno -musitó Samantha. Tomó una de las bolsas de hamburguesas-. Como también se va a enojar conmigo, tomaré el consejo de Niall -salió con la bolsa en mano y cerró la puerta.
-A veces no comprendo como Samantha lo soporta -pregunté. Volteé a verlos y Louis intentaba abrir un paquete de galletas con los dientes.
-Yo tampoco lo sé -dijo Zayn hurgando en la otra bolsa de hamburguesas sacando una-. Pero me agrada que este aquí -habló antes de mascar la hamburguesa.
Mi estómago gruñó ante ver a todos comiendo, no había desayunado. De hecho lo había evitado con la intención de no estar...
Negué.
-¿Quién pidió soda de naranja?-dijo haciendo una mueca.
-No me digas que lo probaste -me sonrió mostrando sus hoyuelos. Negué de nuevo y me acerque a la caja de pizza. Tomé la rodaja en la mano. A pesar de todo, la media semana no había sido tan mala. Hoy era miércoles.
Y algo me decía que iba a estar mejor. Abrí la boca con la intención de degustar ese grasiento manjar y saciar mi apetito. Pero el momento en que estuve a punto de hacerlo, mi teléfono sonó.
Bajé el pedazo sin probar sobre la mesa. Negué y busqué mi teléfono mientras veía a mis amigos comer.
-¿Sí? -pregunté sintiendo que mi estómago me reclamaba por algo de comer al ser las tres de la tarde.
-¿Habla Liam Payne? -casi nadie tenía mi número. Alejé el teléfono de mi oreja y vi el número. Era raro. Negué y lo volvía a acercar a mi oído.
-Sí, soy yo -sentí un escalofrío.
-Hola Liam. Hablas con Leyla.
-¿Leyla? -pregunté sin recordar si había conocida a una.
-Sí, la secretaría del Dr. Shore -mi estómago dio un brinco.
-Yo... -de pronto todo mi apetito se desvaneció. Me alejé de las cajas de pizza y de ellos-. ¿Sucede algo?
-Bueno, es... -escuché como dudo en decirlo-. Hoy, Christina tuvo cita.
Me sorprendí.
-¿Hoy? -dije desconocedor de eso. No podía creer que lo haya olvidado. Ni mucho menos que ella no me lo haya dicho.
-Sí, era para realizarse unos análisis -mi garganta se secó.
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La Embarraste Payne, está embarazada
FanfictionÉl, una estrella. Un adolescente que comenzaba a ser hombre. En la cima de su carrera. Con el mundo a sus pies. A veces la vida te tiene sorpresas. Sorpresas que nunca esperas. Para bien, para mal todas son sorpresas. Nadie nace preparado. Ni siqu...