––¡Shh! ––me tapó la boca con su mano izquierda y me tiró hacia abajo, ocultándonos detrás del Chelo.
Curvé los labios, intentando no reír y contuve la respiración cuando escuché como los pasos del director Jordan resonaban por todos los pasillos.
––Ya deja de reírte, preciosa ––susurró en mí oído.
Me encogí en el lugar, causando que mi cuerpo tuviera un desequilibrio y cayera sobre el de él, y por supuesto sobre las panderetas que hicieron un estruendoso caos al chocarse directamente con el suelo.
Ross se rió y tiró de mi mano para levantarme.
––Buen trabajo, engañitos ––se burló.
Riendo abrimos la ventana y Ross saltó hacia la terraza del segundo piso, cayendo con tal perfección que sentí envidia.
Envidia de la buena, claro.
Si es que existe.
––Anda, preciosa. Salta ––pidió, extendiendo sus brazos.
Oh, joder.
Me solté, cayendo en el aire y sintiendo como la leve brisa me levantaba la remera, parecía ir en cámara lenta, pero luego volví a la realidad y caí sobre dos manos que me sujetaron con fuerza, dejándome con delicadeza en el suelo.
Él sonrió y me dio un beso fugaz en los labios, para luego entrelazar su mano con la mía y tirar de esta para echarnos a correr por los vacios pasillos.
Nos ocultamos detrás de una columna y el director pasó justo detrás de nosotros.
Sentía la adrenalina invadirme por todo el cuerpo.
Apreté la mano de Ross, quien vigilaba con suma atención y se volteó a verme. Le sonreí, agradeciéndole con la mirada por hacerme sentir llena de...felicidad.
Me devolvió la sonrisa y me besó la cabeza por unos segundos, lo que causó que cerrara los ojos.
Finalmente los pasos se alejaron y él tiró de mi, estirando un poco el cuello para ver si había alguien más.
Se giró a verme.
Me miró directo a los ojos, tal y como si estuviese debatiendo algo en su mente, y con una mueca dudosa metió la mano en su bolsillo trasero, haciéndome fruncir el ceño y ganándose mi mirada confundida.
––Ten ––me entregó las llaves de su motocicleta ––. Si cualquier cosa llega a pasar, quiero que te vayas.
Negué con la cabeza y le devolví las llaves. Me frunció el ceño y las dejó en mi mano, cerrándola con ambas manos.
––Con o sin mí, te vas. No quiero meterte en algo de lo que luego puedas arrepentirte....
Lo siguiente que sucedió, ni yo me lo esperaba.
Lo atraje hacia mí, poniéndome de puntillas para besarle la boca y dejar las llaves en su bolsillo.
Me separé y lo miré, inocente.
––Ya estoy en esto, no hay nada de lo que pueda arrepentirme luego, Ross.
Una sonrisa tonta tironeó de la comisura de sus labios.
––Por dios, has eso más seguido y juro que voy a desmayarme.
Me reí y me abrazó con fuerza, apoyando su barbilla en mi hombro y apretujando mi cintura entre sus brazos por unos segundos.
Luego me tomó de la mano y todo siguió como lo planeado.
––Bien, ya sabes que hacer ––me dijo en un murmullo ––. Te veo aquí en...diez minutos.
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Detention »Raura«
FanfictionDos jóvenes: »Maleducados » rebeldes » independientes. Jóvenes. »Todos los derechos reservados«