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Nos sentamos en una mesa vacía de la cafetería, aunque tenía todas las sobras de comida que habían dejado otros engendros.

Sí, engendros.

Me tapé los oídos ya que Garret y Grace no paraban de parlotear detrás de mi.

Dejé la bandeja con lo que la señora Julie me sirvió.

Póngamoslo en claro, mi bandeja parecía estar hecha de cera exceptuando la manzana verde que había rescatado antes de que Courtney me la robara.

Así que tenía que fijarme bien que iba a tocar primero si no quería morir.

––Así que él es el chico que te gusta ––sonrió Grace, mientras dejaba la bandeja con delicadeza haciendo tintinear su brazalete.

Comí algo verde de la derecha y para mi sorpresa era palta, o acahuate, como sea que se le diga sabía bien.

––No me gusta.

––No puedo creer que te estés metiendo con él ––gruñió Garret, sentándose a mi lado y casi lanzando la bandeja roja.

Sip, nada parecido a Grace.

––Oh vamos, Garret. Yo creo que es lindo ––aleteó sus pestañas mientras comía un bocado pequeño, sin dejar de sonreír con los labios sellados.

La fulminé con la mirada.

––¿Por qué con él, Laura? Es un patán de cuarta.

––Chicos ––alargó Grace.

––¡Pero es tu amigo! ¿No? ¿O me equivoco?

––Si, mi amigo. Pero yo no ando detrás de él como tu.

Alcé los brazos, dejándolos caer en la mesa, golpeándola.

––Para empezar, jamás estuve detrás de él.

––Chicos...

––Sí, claro Laura ––se burló.

––¡¿Te parece que alguien como yo estaría con Ross Lynch?! ¡¿Qué me ves?! ¡¿Cara de prostituta?!

––¡Si no eres así deberías dejar de estar con él!

––¡Yo no estoy con él!

––¡Chicos ya basta! ––exclamó Grace, llamando nuestra atención.

El castaño se pasó una mano por el cabello, molesto. Y yo mordí con fuerza mi manzana.

––Están discutiendo por una estúpidez, ¿bien? Todo se soluciona hablando.

––Discúlpame pero yo estaba hablando ––dije, ofendida y con la boca llena.

Grace arrugó la nariz y apartó la mirada.

––Eso es asqueroso, Laura.

Gruñí por lo bajo y continué comiendo.

––Esto es ridículo Garret, ¿te enfada por el hecho de que es tu amigo o por otra cosa?

––No insinues estupideces, Grace. Me parece ridículo que ella crea que puede estar con Ross cuando ni siquiera lo conoce ––dijo, mirando a la morena.

––¿Ella? ––pregunté ––. Tengo un nombre, cerebrito. Y por enésima vez, ¡yo no estoy con Ross!

––Bien, estamos progresando ––añadió Grace ––. Chicos esto no tiene sentido, Garret debes creer en Laura.

––¿Y yo por qué? ––soltó, a la defensiva.

––Porque eres un mediocre ––me burlé con la boca llena.

Detention »Raura«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora