Los días avanzaban, y con ellos se iban las noticias de Ross.
Nuestra comunicación prácticamente se había ido por el caño, lo veía por los pasillos y en la cafetería con sus amigos y con la pelirroja colgada de un hombro continuamente, sin embargo su mirada nunca llegaba a la mía.
Parecía que había dejado de existir para él.
Así que lo dejé.
Lo dejé porque... ¿Para qué insistir? Si de todas maneras, me había dejado en claro con su indiferencia que yo ya no le importaba. O al menos no como antes.
Quizás era mejor así. Él por su lado, y yo..., por el mío. Como había sido siempre.
–– ¿Siquiera le preguntaste por qué el distanciamiento? ––me preguntó, Grace. Con la mano aferrada a su bolso, mientras subíamos las escaleras para ingresar a la preparatoria.
–– ¿Para qué? ¿Para qué me ignore como lo ha estado haciendo todos estos días? ––chasqueé la lengua ––. Déjalo así, Grace.
Ésta suspiró, agotada. Incluso se le veía más estresada que a mí en la situación.
––En fin, cambiemos de tema ––bufó ––. Mi hermano viene a la ciudad hoy a estorbarme la vida, voy a necesitar de tu ayuda para prepararme ante la batalla.
––No me digas, ¿ahora finalmente voy a conocerlo?
Cerró su casillero y soltó una carcajada seca.
–– ¡Já! Ni en sus más preciados sueños voy a presentarte para que me robe a mi mejor amiga...
–– ¿Alex está en la ciudad? ––preguntó eufórico el castaño que se entrometió de pronto en la conversación.
Grace le golpeó el costado con su bolso.
–– ¡No me asustes así!
–– ¡Estás de coña! No puede ser ––se llevó las manos a la cabeza ––. Y yo no he organizado una noche de tragos con mi hermano de otra madre...
––Y no voy a dejar que salgas con él sin mí ––afirmó, frunciéndole el ceño.
Negué con la cabeza y comencé a caminar en dirección al salón, con mis amigos en mis dos lados.
––No vaya a ser que Garrett lo viole ––bromeé.
––Ya no sé qué pensar.
––Sigo aquí, para que lo sepan.
––Oh sí, lo sabemos ––proseguí.
Torció los ojos en mi dirección, haciendo una mueca, y sonreí por ello.
Las cosas con Garrett seguían tensas, no del todo, y eso me aliviaba. Me gustaba que él fuera así, sin rencores, y que fingiera olvidar lo que ya se notaba que me estaba haciendo añicos.
Creo que de todo el caos, me alegraba aún tener a mis amigos conmigo, sin embargo era cuestión de tiempo para finalizar la preparatoria y poder librarme de estar en Los Ángeles. Podía buscar un empleo para ahorrar mi dinero propio y desaparecer por completo del mapa, aún tenía tiempo para analizarlo y llevar a cabo mis objetivos a corto plazo.
Pero siempre tenía una barrera, y esa era él.
Siempre iba a ser él mi obstáculo, a pesar de la distancia, una semana, un mes, un año, nunca serían suficientes para superar lo mucho que lo quería.
Y por más que quisiera, no podía librarme con tanta facilidad de su persona, pero al menos lo intentaría.
––Pero bueno, como decía, hay que planificar para salir por unos tragos ––carraspeó ––. Hay un nuevo lugar que inauguró hace poco, y tengo un par de contactos que pueden hacernos entrar gratis.
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Detention »Raura«
FanfictionDos jóvenes: »Maleducados » rebeldes » independientes. Jóvenes. »Todos los derechos reservados«