Bajé las escaleras mientras me ponía un jersey rojo que había encontrado a la mañana en una caja, y me sorprendí cuando encontré a Vanessa en la cocina, bebiendo una taza humeante.
--Hola --saludé, casual.
Me miró y sonrió un poco.
--Hola, ¿quieres desayunar?
--No, gracias. Ya me voy, pero nos vemos al mediodía --le largué un beso y salí por la puerta.
Caminé apresurada a la preparatoria, solo esperaba que no fuera un castigo mayor, expulsarme no podrían hacerlo, pero después de estas dos escapadas, estaba segura que Finch cuidaría la puerta como un halcón.
No me sentía ni bien, ni mal. Sabía que todo esto me servía para entender que jamás se puede confiar en nadie.
Me cubrí inúltimente con mis brazos la cabeza, ya que las gotas de agua comenzaban a caer sobre mi. Apreté el paso y empujé las puertas, ingresando a la institución.
Suspiré y me encaminé a la oficina del director. La secretaría me vio sorprendida y se puso de pie para llamar a la puerta.
La abrió para mí y yo ingresé sin dejar de observarla, algo confundida.
Finalmente cerró la puerta en mis narices y me obligué a voltear. Ross estaba sentado y Jordan me observaba.
--Toma asiento, Laura --pidió.
De a pasos sigilosos, apreté los puños y me senté en la silla al lado del rubio. Este no me miró, y lo agradecí, ya que estaba segura de que mi puño le golpearía la cara.
--Supongo que he perdido las esperanzas de que se comporten, y estuve tomando medidas drásticas.
--Que novedad --comentó Ross.
--Vendrán el sábado a la biblioteca principal, ocho horas y el próximo sábado también. Así entenderán que escaparse no es pan comido.
Apreté los labios.
--Y he decidido que estarán en distintos lugares, ya entendí que no pueden permanecer juntos.
Gracias a dios.
Los dedos de Ross me rozaron la mano por debajo del escritorio. Me removí, apartando mi mano.
--Pídele tus pertenencias a la secretaria y ya pueden retirarse --ordenó.
Me puse de pie y salí por la puerta sin decir palabra alguna. Mi mochila y celular esperaban sobre el escritorio y los tomé rápidamente para caminar hacia mi casillero.
Abrí la puerta metálica e intercambié un par de libros.
Unos tacones me hicieron fruncir el ceño.
--Laura, lo siento, por favor perdóname --pidió Grace, acercándose a mi.
--No quiero verte ni hablarte.
--Te juro que creí que te habías ido. No fue mi intención...
--Laura...¿Podemos hablar? --preguntó Ross, apoyándose en la puerta de mi locker.
Lo cerré de un manotazo.
--Laura...
Los ignoré y seguí mi rumbo al salón, la mochila en el suelo y me recosté en la última silla. Oyendo como la campana resonaba por los pasillos y las quejas se hacían presentes.
Historia con Wood, fantástico.
Ross ingresó, sentándose en el pupitre de mi lado derecho. Me pegué a la pared mientras oía los estruendosos tacones de Grace ingresar y sentarse junto a Garret que no me dirigió ni siquiera la mirada.
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Detention »Raura«
FanfictionDos jóvenes: »Maleducados » rebeldes » independientes. Jóvenes. »Todos los derechos reservados«