Detention »Raura«

20

––Bien, será mejor que conozcas a los demás ––sonrió de lado y tiró de mi mano, levantándome de un salto.

Genial, a conocer a la apestosa.

Pecosa, claro.

Todos pararon las risas cuando nos vieron y de pronto me sentí muy formal en cuanto a la vestimenta. Extrañaba mis pantalones sueltos y camisetas blancas.

Daría lo que fuera por limpiarme el maquillaje de la cara.

Excepto besar a Ross.

No es cierto.

––Laura ellos son, Calum...

––El pelirrojo, claro. Te vi entre las cajas la otra vez ––sonrió y me estrechó la mano.

––Siempre es un gusto conseguirle más detenciones a Ross.

––Si, bueno ––dijo Ross ––. Ratliff.

––Un gusto ––me sonrió el baterista.

––Conoces a Rebecca.

––No, lamentablemente no tuve el gusto ––apreté los dientes en una sonrisa.

Se enroscó un mechón de cabello en el dedo y volvió a rebajarme con la mirada, apartándola esta vez.

Mejor para ella.

––Y por último Logan.

––¡Hola! ¡Espero que te haya gustado nuestra presentación! ––exclamó, poniéndose de pie y abrazándome.

Abrí los ojos de par en par y me puse rígida hasta que me soltó.

––Ah... ––abrí la boca y luego la cerré.

¿Por qué tanta confianza de repente?

Sonrió.

––¿Quieres beber algo? ––preguntó, alejándose y adentrándose en una pequeña nevera.

––No, gracias.

Ross me agarró de la mano y se sentó en un sofá de dos, tirando de mi para sentarme a su lado. Suspiré.

Yo debería de estar en mi cama, recostada.

Viendo el trasero de Bruss en la televisión.

Pero no. Claro que no. Debía soportar estar con una pelirroja que no paraba de mirarme con asco, con un castaño que me observaba como si quisiera abalanzarse sobre mi y por último con un rubio chicloso a mi lado que no paraba de juguetear con mis dedos.

––Así que...¿Vas a la misma preparatoria que Ross? ––me preguntó, Logan, haciendose para atrás mientras bebía una cerveza.

Apreté los labios.

––Ajá ––repliqué.

––¿Esa es la ropa que usas para un concierto de rock? ––se rió la pelirroja.

Alcé una ceja y Ross detuvo su accionar.

––Becca...

Oh no. Claro que no, yo me defiendo sola.

––Discúlpame, ¿te debo alguna explicación de como decido vestirme?

Alzó ambas cejas, sentándose derecha.

Se rió amargamente.

––Tu ropa... ––suspiró burlona ––. ¿Acaso saliste de un cuento de hadas?

––¿Y tu de uno de terror?

Apretó la boca sin dejar de alzar las cejas.

––Uhm... ––murmuró Logan, luego de un gran silencio. Entrelazó sus dedos detrás de su nuca ––. ¿Qué te pareció el show, Laura?