-Nolan- su nombre salió de sus labios impresionado. Hacía años que no se veían.
El alfa sonrió y sin pedir permiso se sentó en el asiento delante de él. Era alto, quizás no como Dominic o como Madox. Bueno, el último no era un buen ejemplo, él estaba en la cúspide así que lo descartó. Su cabello era castaño recortado aristocráticamente y peinado hacia atrás. Sus ojos eran de un color miel rodeado de espesas pestañas. Mandíbula fuerte, hombros anchos, cintura estrecha. Un buen espécimen de alfa que se había desarrollado en los últimos años que no se habían visto.
Nolan levantó la mano y llamó a la dependienta a la que le pidió algo que Julian no escuchó, enderezándose en el asiento. La última vez que habían compartido juntos fue antes de ellos romper. No recordaba mucho la razón pero había sido principalmente porque él se había ido al extranjero con su padre. No tenía muchos recuerdos de aquellos tiempos y no sabía la razón. Se rascó la parte de atrás de la cabeza, precisamente el lugar donde descansaba una enorme cicatriz que escondía con el cabello largo, por alguna razón le ardía. Esa era una de las más grandes incógnitas de su vida. No recordaba haberse roto nunca la cabeza.
-Te vez precioso, Julian- el alfa le sonrió una vez se recostó a la mesa.
-También has cambiado bastante- él le respondió. Se sentía algo nervioso sin sentido alguno, tal vez era por el encuentro.
-¿Qué hay de tu vida? Por tu olor me doy cuenta que no estás enlazado, pero me parece que en una relación si-
Julian se puso a la defensiva. Era algo grosero decirle específicamente a alguien aquello después de años sin verse más Nolan era así, demasiado directo, una de las pocas razones por las que discutían. Habían sido una pareja bastante estable por ¿Cuánto tiempo? Por qué los recuerdos de esos días eran tan difusos.
-Estoy bastante bien- le respondió el omega –Trabajo de estilista y aunque no estoy en una relación estoy relacionado con alguien- fue directo al gramo. Si aquel alfa no había cambiado como él se lo imaginaba entonces podría ser algo difícil tratar con él.
No decía que era malo. Había sido un novio excelente. Lo cuidaba, lo mimaba y aunque no lo había marcado alegando que le daría tiempo siempre estaban en buenos términos. O eso recordaba.
-Me alegro por ti, pero es raro ver a un omega sin compromiso a tu edad, preciosa- Nolan le sonrió a la dependienta que les trajo una taza de té helado a cada uno y un plato lleno de aperitivos dulces
-Soy una joven ocupado- Julian inclinó la cabeza –Y ¿qué hay de ti?-
Nolan se lamió un dedo lleno de crema de forma algo vulgar y provocativa.
-Bueno, heredé la empresa completa de mi padre, tengo dinero de sobra y ahora mismo estoy soltero. No hay mucho que agregar-
-Me alegro por ti- Julian tomó un sorbo de té cuando sus manos se congelaron y no por la temperatura del vaso.
Sentía las feromonas de Nolan envolviéndolo de una forma posesiva, como mismo hacía Madox, cuando se iba de su casa de una forma menos violenta.
-Podrías dejar de hacer eso- le pidió él con una gota de sudor en su sien. Él estaba consciente de lo débil que era y de lo fuerte que era el alfa delante de él.
-No estoy haciendo nada precioso, no es como si no lo hubieras sentido antes- Nolan reprimió sus feromonas y sonrió echándose hacia atrás en la silla –Solo digamos que fue parte de la costumbre-
-Nosotros hace años que no somos nada Nolan- él dejó la bebida sobre la mesa.
-Y fue realmente una lástima, hacíamos una pareja hermosa pero insistente en romper cuando te pedí que vinieras conmigo a un nuevo país. Siempre has sido algo terco-
ESTÁS LEYENDO
No soy tuyo, Alfa
RomanceDominic, un alfa prestigioso que compra una empresa en declive, nunca se imaginó que uno de los jefes de área seria su pareja destinada, un joven llamando Aidan Aunque hay dos problemas. Ambos están comprometidos. Pero lo peor, es que Aidan dice ser...