Madox estaba atendiendo a Julian cuando escuchó las palabras de Aidan. Sus ojos se abrieron y giró su rostro hacia él mostrando sus colmillos.
-Aidan- su voz se oyó grave en dirección a él- ¿Qué fue lo que dijiste?-
El omega dio un paso atrás ante la presión que sintió contra su persona. Las feromonas de Madox picaron en su nariz y un sudor frío corrió por su espalda. Palideció. Nunca se imaginó que vería aquella expresión, aquel alfa que normalmente tenía la lengua suelta y una sonrisa bastante extraña, ahora parecía realmente molesto.
La espalda de Dominic pronto lo cubrió del alfa mayor que se había levantado y caminaba hacia él.
-Madox- Dominic le advirtió tranquilo.
No quería provocarlo y menos con dos omegas dentro de aquella habitación. Además lo que estaba actuando ahora mismo eran sus sentimientos, no su raciocinio.
Madox se detuvo y miró de arriba abajo a su amigo dándose cuenta de la situación. Había perdido la cordura por escasos segundos. Retrajo sus feromonas y respiró profundo. Se llevó la mano su cabello peinándolo hacia atrás, pero sus colmillos seguían peligrosamente a la vista.
-Habla- le ordenó a Aidan.
Las manos del omega soltaron la espalda de su pareja. Su respiración era un poco forzada, pero se mantuvo firme.
-Él fue el que me dijo que no contara nada. Casi me lo imploró. Nunca pensé que sería algo tan grave-
Los ojos de Madox se entrecerraron. La mano de Dominic acarició su cabeza motivándolo a seguir.
-Hace unos días, precisamente ese cuando te llamé porque él tenía fiebre, decidimos descansar un rato en la cafetería del centro comercial. Estuvimos allí un rato cuando un alfa se acercó- escuchó a los dos hombres en la habitación gruñir levemente, ya era sabido lo dominantes que eran- Yo no sabía quién era, pero parecía conocer muy bien a Julian. Él estaba muy nervioso-
-¿Qué más?- Madox se volvió a sentar en el borde de la cama. Sus ojos eran dos bloques de hielo.
-Él dijo que Julian era su prometido y que había venido a buscarlo- las palabras de Aidan golpearon directamente el pecho del alfa- Además de que él era...su pareja destinada- apretó los labios en cuanto dijo eso.
Madox solo pudo cerrar los ojos y dejar de respirar.
-Así que él no me mintió- su voz era ahogada. Soltó una carcajada- Y yo aquí con la estúpida esperanza de que solo me estuviera jugando una broma- se pasó la mano por el rostro.
-No creo que él sea una buena persona para él- concluyó Aidan- Era prepotente, altanero-
Madox alzó una ceja.
-No veo muchas cosas que se diferencien de mí-
-Tú valoras a los omegas. A tu forma, pero los valoras. Nunca me has tratado inferior ni a él por ser omegas. En cambio, ese alfa sí. Julian parecía tenerle mucho miedo-
Madox apretó sus dedos hasta que los nudillos se volvieron blancos.
-Eso no importa ya- dejó caer la cabeza hacia adelante como si estuviera agotado- Ustedes lo saben mejor que nadie. Una vez que encuentras a tu destinado todo lo demás no importa. En cuanto Julian esté con él yo solo seré un recuerdo más en su mente-
Su pecho dolía a más no poder. Se giró y vendó adecuadamente la herida de Julian. Al menos no era profunda y no necesitaría puntos. No quería pensar en el hecho que él mismo se había cortado, porque sabía que se alteraría más de lo que ya estaba en ese momento.
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No soy tuyo, Alfa
RomanceDominic, un alfa prestigioso que compra una empresa en declive, nunca se imaginó que uno de los jefes de área seria su pareja destinada, un joven llamando Aidan Aunque hay dos problemas. Ambos están comprometidos. Pero lo peor, es que Aidan dice ser...