Los miembros del departamento de diseño se miraban entre ellos y tragaban sonoramente. No acababan de decidirse quien le daría los papeles a su jefe. La razón. Simple. Aidan fruncía el ceño dolorosamente y su semblante advertía que no quería nadie cerca.
-Llévalo tú- una de las chicas palmeó la espalda de uno de los más jóvenes y el chico solo abrió los ojos con los labios temblorosos. Se acercó cautelosamente a su superior.
-Director- su voz salió inestable- Aquí está el último análisis-
Aidan no lo miró. Extendió la mano cogiendo el documento en el aire para abrirlo y comenzar a revisarlo.
-Gracias- respondió fríamente y el chico se alejó lo antes posible hacia su asiento secándose el sudor de la frente.
Nadie había visto a Aidan molesto, pero era conocido que cada vez que tenía alguna discusión o algún tema en donde su opinión estaba presente, él salía victorioso, sumándole el aura que tenía a su alrededor algunos no osaban sobrepasar el límite.
Por su parte el beta estaba más lejano de lo que ellos pensaban. Su cabeza palpitaba sin parar y el ceño fruncido era porque no podía enfocar bien su monitor. El estómago amenazaba otra vez con devolver todo el almuerzo y la imagen de esta mañana no se apartaba de su mente. Se llevó los dedos y apretó el tabique de su nariz deteniéndose de todo trabajo. Esperó unos segundos esperando mejorar pero todo fue peor. Las náuseas aumentaron aún más y se mareó ¿Acaso el medicamento le había caído mal? Eso no había ocurrido anteriormente.
Se levantó con un sonido sordo de la silla y corrió rápido hacia el baño dejando a todos desconcertados. Solo le dio tiempo a inclinarse en un inodoro y soltar todo el contenido de su estómago. Después de varias arqueadas quedó débil arrodillado en el suelo intentando recuperar el aire. Sentía el cuerpo bañado en sudor y el mismo calor de la vez pasada acumulándose en su vientre bajo.
-¿Qué demonios sucede ahora?- jadeó incómodo.
Se apartó el pelo del rostro y se levantó tembloroso hasta el lavamanos donde enjuagó el sabor ácido de su boca y seguido su rostro.
Jadeó. No. Gimió y tapó sus labios con la mano. Miró a su alrededor y para su suerte el baño estaba vació. Volvió a echarse agua en la cara y al mirarse en el espejo, allí, en sus mejillas, estaba un marcado sonrojo.
-No puede ser lo que estoy pensando- sentía su temperatura corporal aumentar y eso le causaba molestias. No estaba acostumbrado a que su cuerpo reaccionara así y los sentidos del dolor comenzaban a encenderse.
Apretó el borde del lavamanos con una mueca evitando un grito. Casi se mordió la lengua en el proceso. Sus piernas comenzaron a tambalearse y perdió el equilibrio antes de poder reaccionar.
En el aire su cuerpo casi de desvanecía en la ola de nuevas sensaciones. Unos brazos se envolvieron en su torso y lo enderezaron apenas. Una voz aterciopelada acarició su oído.
-No es buen momento y lugar para que estés así- Dominic intentaba contener el tono de preocupación.
Había algo mal en aquél joven. Unos podrían decir que estaba entrando en celo, pero ese supuesto celo no olía como tal. Su esencia era diferente y el dolor que al parecer lo recorría no era de placer como normalmente seria.
-Suéltame- él logró articular con un jadeo e hizo el intento de separarse inútilmente.
-Ahora no, amor, debemos llevarte a un mejor lugar y atenderte, ya después puedes pelearme todo lo que quieras- el alfa se quitó el saco negro de alta costura y lo pasó por encima de la cabeza de él. Lo cargó en brazos y salió del baño donde Leo esperaba pacientemente en la puerta.
-Déjeme todo a mí- el beta respondió apartando la mirada cuando su jefe salió.
Dominic sabía que podía confiar en él, no era su mano derecha por gusto, por no decir la izquierda también. Más de una persona se quedaron mirándolo, él solo lo ignoró. Aidan se había quedado muy quieto en sus brazos, eso indicaba que había perdido el conocimiento, eso no era bueno.
La puso en el auto y se sentó a su lado recostando la joven cabeza en su hombro con cuidado.
-Al apartamento- su chofer solo asintió con la cabeza.
Tomó su celular y marcó varios números, entre ellos su doctor personal y amigo de la familia y por último el de Dulse.
-Llego en diez minutos a la casa, no te quiero ver ahí- y colgó, había utilizado su Voz, más le valía a él que desapareciera de su apartamento cuando llegara. Estaba más enfocado en la salud de su pareja destinada que aguantarle berrinches a su prometida.
Aidan se movió débilmente contra su cuerpo. El pasó el brazos por sobre sus hombros y eso pareció calmarlo pues sus jadeos minimizaron y su olor también lo hizo. Besó su sien suavemente y encontró el sabor dulce de él. Lamió la zona con la punta de la lengua y solo se detuvo cuando sintió su sangre aumentar la presión. Tenía que mantener el control.
Tan pronto llegó a su apartamento lo dejó sobre la cama del cuarto de invitados, tenerlo en su alcoba era mucha la tentación. Dulse había salido y por lo visto bastante molesta pues había más de un vaso roto en el suelo.
Minutos más tarde el timbre sonó y dejó pasar a Madox, un alfa alto y bien vestido y que no perdía el glamur con los años.
-Acompáñame- Dominic lo llevó hasta donde estaba el chico y el doctor solo pudo arrugar la nariz.
-Sabes lo peligroso que es traer a un alfa cuando un omega está cerca de tener su celo-
Dominic enarcó una ceja
-Hay tenemos un problema, confío en tus veredictos, yo también siento su olor, pero él dice que es una beta-
-Beta mi culo- tan mesurado y educado como siempre- A mi olfato nadie le gana, eso es una omega 100%, eso sí, con demasiado químico en su sangre-
Madox era conocido en el mundo de la ciencia por ser tan afilado en su lengua como en su nariz. Y no había una sola vez que se hubiera equivocado, si decía que alguien era algo, era eso y no había réplica. Dominic lo había conocido por las casualidades y terminaron teniendo un tipo de rara amistad.
-De todas formas déjame revisarlo, no me gusta el color de su rostro y no parece encontrarse bien. Estos omegas hoy en día se meten tanta droga en el cuerpo que no saben cómo cuidarse después- negó con su cabeza como si aquello fuera por gusto- ¿Y bien? tu interés en él es porque es tu pareja destinada- tan intuitivo- Esto te traerá problemas en el futuro, así que prepara artillería, primero para tu familia y segundo para que no te lo violes en el proceso.
-Eso será algo difícil, mi celo es dentro de poco- Dominic solo pudo responder
Holis. Siempre revisen capítulos atrás pq siempre actualizo de dos a tres capítulos a la vez
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No soy tuyo, Alfa
Storie d'amoreDominic, un alfa prestigioso que compra una empresa en declive, nunca se imaginó que uno de los jefes de área seria su pareja destinada, un joven llamando Aidan Aunque hay dos problemas. Ambos están comprometidos. Pero lo peor, es que Aidan dice ser...