El cuerpo completo de Madox temblaba, tanto que le costaba terminar de quitarle la ropa a aquel endemoniado omega, que su olor lo estaba volviendo loco. Había mandado su control de vacaciones, pero su conciencia insistía en acompañarlo y eso no presagiaba nada bueno.
Mordió y lamió el lóbulo del omega mientras él se retorcía bajo su cuerpo friccionando cada zona que pudiera alcanzar, era como si estuviera solo en una nebulosa de placer. Madox apretó su cadera contra la de él entre sus piernas buscando algo de alivio que no llegaba, mientras más tiempo pasaba con él más duro se ponía.
La ansiedad pudo con el alfa y al no tener resultados intentando quitar la ropa de forma civilizada la arrancó dejando solo la ropa interior blanca. Levantó la cabeza y se relamió. Su cuerpo era delgado, quizás un poco de más de lo indicado, pero tenía una cintura marcada así como redondeadas caderas que la ropa no le hacía gala, típico de un hombre omega.
Una de sus manos recorrió el borde de su torso sacándole un gemido al omega. Su olor se volvió más fuerte y Madox tuvo que cerrar los ojos, si seguía así no necesitaría estar dentro de él para llegar al orgasmo, su miembro palpitaba tan fuerte que resultaba doloroso y mojaba la parte delantera de su pantalón. Era la primera vez que se sentía de esa forma con un omega específico y eso que él tenía un buen currículo de experiencia.
-Ah, eres delicioso- exclamó con sus ojos dilatados de la excitación.
Jadeó antes de sacudir la cabeza. Dirigió sus labios hacia el cuello blanco y lo lamió. Suave, blanco, apetitoso para morder y enterrar sus colmillos. Algo que hizo ganando un gemido por parte de Julian que se te retorció bajo él. Madox soltó su piel saboreando sus colmillos con algunas gotas de sangre del chico y sonrió.
-Wao, por qué no te encontré antes. Pajarito. Se inclinó y se susurró- Siento que me harás volar – y supo que desde ese momento ese sería su apodo.
Pero necesitaba saborearlo más. Así que se desplazó hacia abajo dejando un trillo de besos hasta quedar junto a los duros y rosados pezones, pudo jurar que había un poco más de grasa en esa zona de lo habitual. Se relamió y tomó uno entre sus labios mientras el otro lo apretaba entre sus manos abarcando la mayor cantidad de piel posible encontrándola deliciosamente suave. El omega debajo de él se contorsionó temblando y jadeando estando fuera de sí.
Aun así no era suficiente. A su nariz llegaba el dulce olor del lubricante natural que a él le encantaba y excitaba. Por lo que soltó el pezón hinchado y bajó su mano más allá de su ombligo y palpó por encima del bóxer justo por encima del pequeño miembro igual de duro que él de él. Madox gruñó. Acostumbraba tener sexo sobre todo con mujeres pero hacerlo con un chico nunca lo descartaba. Pero hacía un tiempo que no probaba la piel masculina y solo pudo decir que la humedad que encontró fue bastante agradable. Sobre todo la que sintió cuando desplazó sus dedos un poco más abajo. La tela estaba sumamente empapada al igual que sus muslos. Se estremeció satisfactoriamente relamiéndose los labios, de seguro estaría delicioso allá abajo. El omega estaba chorreando.
-Estás muy húmedo y suave aquí abajo- gimió contra el oído de Julian dejando que dos de sus dedos corrieran la tela hacia un lado y acariciando el borde del agujero palpitante que encontró. No tardó en introducirlos por completa no mostrando resistencia alguna. Las paredes del omega se dilataron fáciles aceptándolo. Como si supiera que era un alfa el que lo estaba sometiendo.
Los brazos del chico se enrollaron en su cuello y buscó sus labios. Madox corrió el rostro terminando el beso en su mejilla recibiendo un gruñido de insatisfacción por parte del omega, pero que el alfa ignoró. Había una regla que por más excitado que estuviera no la rompía y esa era besar a cualquiera que no fuera a ser su pareja de vida. Lo había decidido de pequeño y él era un alfa de palabra.

ESTÁS LEYENDO
No soy tuyo, Alfa
RomanceDominic, un alfa prestigioso que compra una empresa en declive, nunca se imaginó que uno de los jefes de área seria su pareja destinada, un joven llamando Aidan Aunque hay dos problemas. Ambos están comprometidos. Pero lo peor, es que Aidan dice ser...