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Emma y Kara estaban en una cafetería cerca de su casa, hablando un poco de todo para conocerse mejor.

—Tienes suerte de tener una hermana que te quiera tanto. —dijo Emma.

—Sí, aunque al principio no fue así. Me odiaba. Pero Alex es una hermana genial y muy protectora también.

—Me lo imagino. Yo tengo un hermano, pero es un bebé y por el egoísmo de mis padres, no lo podré ver crecer. —explicó Emma, estaba triste al no poder ver más a Neal.

—Lo siento. ¿Puedo preguntarte una cosa?

—Claro.

— ¿Por qué se fueron?

—Me dijeron que todo el pueblo deseaba volver a casa, ahora que no hay enemigos en el Bosque Encantado, quieren recuperar su vida. Yo pienso que más bien mis padres querían volver a gobernar, tener sirvientes y así mi madre no volvía a trabajar de profesora. Si te soy sincera no es buena, solo hablaba de los animales y lo sentimientos.

— ¿Y eso no te decía nada sobre quien era? —preguntó Kara con una sonrisa en su cara.

—Solo pensé que era muy rara. Además la directora era un hada, así que...

—Entiendo. ¿Tu hijo no tendrá problemas cuando empiece? Por lo que dices, sus estudios han sido de preescolar. —dijo con el ceño fruncido.

—Tomó la decisión de hacer el curso de verano, para ponerse al día.

—Oh bien. Sé lo difícil que es encajar, mi madre adoptiva estuvo todo un verano enseñándome no solo el idioma, también todas las materias que daban en la escuela. Cuando empecé a ir al instituto, me costó mucho integrarme. —explicó Kara.

— ¿Cómo lo conseguiste?

—Con el apoyo de mi familia.

— ¿Qué asignatura te costó más?

—Historia, no sabía nada de este planeta y menos sobre la humanidad. Me costó mucho entender ciertas partes de ella, porque las encontraba absurdas.

— ¿En serio? —preguntó sorprendida ante esa respuesta.

—Mi mundo era muy avanzado e incluso en materias como ciencias y lengua. Cuando era pequeña aprendí idiomas de muchos otros planetas, sus historias, además de ser un genio en ciencia porque mi padre como científico, me daba clases avanzadas en casa. Así que cuando llegué aquí y vi el sistema de aprendizaje, era muy primitivo para mi, así que tuve que guardar todo lo que sabía muy dentro de mí para pasar inadvertida.

—Entiendo.

—E historia es lo que más me costó porque jamás lo estudié en Kriptón.

—Porque allí no interesaba la humanidad ¿cierto?

—Era otra galaxia, así que no, no nos interesaba.

— ¿Tu primo no te ayudó a acostumbrarte? Por lo que sé, él creció aquí.

—Sí, era un bebé cuando salió de nuestro planeta. No me ayudó en nada, de vez en cuando llamaba para saber cómo me iba. Pero nada más llegar me dejó a cargo de una familia humana que le conocían y él confiaba en ellos. Se marchó dejándome sola en un lugar que no conocía, seguía triste por la pérdida de toda mi vida y ni siquiera un te quiero me dijo. Él sabía quién era yo y esperaba que tuviera la misma vida que él, que fuera humana. Ahora me hace más caso porque lucho por la verdad y la justicia como él, pero en mi adolescencia, cuando más le necesitaba, jamás estuvo para mí.

— ¿Se lo has perdonado? Porque te abandonó a tu suerte, sabía que no hablabas el idioma terrestre, que te sentías sola y perdida, deseando un abrazo por su parte, y jamás lo hizo.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora