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En el mundo mágico, Kara cogió a Lena en brazos y se fueron volando lentamente, estaban disfrutando de su momento. Kara sonreía y no dejaba de mirar a Lena y ella también sonreía e incluso acariciaba la cara de Kara con su mano libre.

— ¿Dónde quieres casarte?

—En casa, pero después de la boda de Sam y Alex. Quiero algo íntimo, solo familia y amigos.

—Me parece bien, pero yo no tengo familia a parte de ti y no creo que mi tío y mi abuelo puedan venir a nuestro mundo.

—Lo sé, si quieres podemos hacer una pequeña ceremonia aquí, por ellos.

— ¿Boda en Camelot? —preguntó Lena con una ceja levantada.

—Si.

—Me gusta la idea, hablaré con mi tío.

Kara miró abajo y vio que estaban llegando a la ciudad, así que aterrizó y poco después se les unió sus animales que se habían ido con Arturo.

Kara bajó a Lena y esperaron que llegara el rey con sus hombres.

Media hora después los vieron llegar, Kara alucinaba lo lento que iban esos caballos, porque se habían adelantado y aún así ellas tuvieron que esperarlos.

Arturo al verlas, bajó de su caballo y se acercó, después miró hacia atrás y volvió a mirarlas.

A Kara le estaba parecieron ridículo esas reacciones, no era la primera vez que le sucedían, antes tuvo gracia, pero ya no.

—Tío antes de que hables con tus hombres, quiero decirte una cosa. —dijo Lena.

—Por supuesto, dime.

—Kara me ha pedido que me case con ella y he aceptado. Pero además ha dicho que podríamos casarnos aquí para que el abuelo y tú pudierais estar, ya que la oficial sería en nuestro mundo.

—Eso sería maravilloso y como Rey de Camelot seré yo quien os case. —dijo Arturo emocionado.

Kara no se esperaba eso.

—Hay que prepararlo todo, será mejor que os case en unos días, hay mucho que hacer. —dijo Arturo, la abrazó y después cogió las riendas de su caballo y entró en la ciudad seguido de los soldados y Merlín.

Lena se quedó allí sin poder decir ni hacer nada, Kara se acercó y la abrazó.

— ¿Estás bien?

—Si, pero miedo me da lo que hará.

—Supongo que será una boda medieval en un castillo de verdad y el que nos va a casar es el mismo Rey. Creo que va muy rápido ¿cierto?

—Si, por lo que dice que en unos días tiene todo listo... yo no estoy lista. —se podía ver miedo en su cara.

—No te preocupes amor, la oficial será en nuestro mundo y dentro de un año, podrás prepararla a tu gusto.

—Tienes razón. —se relajó. —no creo que pienses que tengo miedo a casarme contigo, no es así.

—Lo sé, tienes miedo de esto porque va muy rápido. Al final sí que nos casaremos antes de Alex y Sam.

—Es cierto. —se apoyó en su pecho.

— ¿Estás bien?

—Si, pero no sé qué clase de vestido me va a conseguir mi tío.

—Imagínate a mí.

—Cierto.

Cruzaron las puertas de la muralla, allí las estaban esperando Regina y Emma.

—Parece que Arturo ha rejuvenecido de repente, está contento y se ha ido corriendo al castillo. —dijo Emma.

— ¿Sabéis algo? —preguntó Regina.

—Pues le he dicho que Kara me ha pedido matrimonio y cuando le mencioné de hacer una ceremonia aquí para que pudieran estar ellos dos presentes... digamos que se ha descontrolado. —explicó Lena.

—Es lógico, hace mucho tiempo que no hay boda en Camelot, desde que Merlín y Morgana se casaron. —dijo Regina.

—Creo que el pueblo ni lo sabrá porque no te conocen y no eres heredera. —dijo Emma.

—Mejor, estoy preocupada de lo que planea hacer.

—Tranquila, es normal que esté contento, su sobrina se casa y ha contado con él para ello, así que déjale ser. Además en palacio la gente estará feliz de ver que han recuperado a su rey. —dijo Regina.

—Está bien, espero que no se exceda, no soy de este mundo.

—No te preocupes, si quieres lo controlamos un poco. —dijo Emma.

—Os lo agradecería.

—Pues decidido. Por cierto felicidades. —dijo Emma.

—Gracias. —contestaron a la vez.

Pasaron los días, el castillo estaba ajetreado, los sirvientes iban para arriba y para abajo, no paraban.

Lena fue a ver a su tío que estaba en la cocina dando indicaciones.

—Tío.

Arturo se dio la vuelta y la vio, sonrió y se acercó a ella.

—Dime.

— ¿No te olvidas de algo importante?

—Mmmm, ¿Cómo qué?

—Los trajes. —dijo Lena.

—Oooh, no te preocupes, ve a ver a Merlín, tiene tu vestido. ¿Dónde está Kara?

—Creo que fuera con nuestras mascotas.

—Bien, iré a buscarla, por cierto, me dan escalofríos cuando dices que el zorro celestial, el fenrir y el dragón son tus mascotas.

—Bueno, lo son. Son nuestros pequeños.

—De acuerdo. —la miró y su cara cambió rápidamente a una más suave y nostálgica.

— ¿Qué pasa?

—Nada, ahora que puedo verte bien... te pareces tanto a ella.

—Lo siento, sé que os hago daño al estar aquí porque la extrañáis. —dijo Lena mirando al suelo.

Arturo la cogió por los hombros, con una mano le levantó la cara por la barbilla y después la colocó de nuevo en el hombro agarrándolo.

—No nos haces daño, para nada. Soy feliz al ver que alguien de la familia se parece a ella, eres su futuro Lena. Estoy orgulloso de ti por ser quien eres, por lo que has conseguido en tu mundo y por lo poderosa que eres. Nos has salvado, eres nuestra heroína y puede que mi pueblo no lo sepa nunca, pero yo sí y yo soy Camelot.

—Tío.

—Estoy orgulloso que la bondad de mi hermana llegara tan lejos, tú no solo has heredado sus poderes, también su bondad, su gran corazón y su belleza. Tienes que sentirte orgullosa de ser su nieta, yo lo estoy.

Lena lo abrazó y Arturo la soltó y también la abrazó.

—El día de tu boda es cuanto más se la echará de menos, pero puedo asegurarte que allá donde esté, siempre estará con nosotros en nuestros corazones. Además tienes que estar contenta vas a casarte con una mujer fuerte y maravillosa, es cierto que no la conozco mucho, pero sé que puede protegerte y cuidarte.

—Lo hace tío. Kara es una mujer maravillosa, me ama tanto como yo a ella.

—Eso es importante, que seas feliz.

—Lo soy y mucho.

—Bien.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora