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Una vez en el Polo Norte, Emma les dijo que iría a casa para hablar con Henry. La nota no iba a ser suficiente.

Desapareció y apareció en su casa, vio a su hijo llegar a casa.

—Hola mamá.

—Hola, Henry, tengo que decirte algo.

—Dime.

Emma le contó lo que estaba sucediendo y el chico estaba serio y preocupado.

—Así que antes de irnos al Bosque Encantado, vamos a entrenar a Kara y a Lena. Vamos a estar un tiempo fuera, puede que dos semanas o algo más, no lo sé. Necesito que llames algún amigo, quiero hablar con sus padres para que puedas quedarte con ellos ese tiempo.

—Vale. —sacó su teléfono del bolsillo y buscó en sus contactos, cuando encontró el nombre llamó. —Hola Phillip, mi madre quiere hablar con alguno de tus padres, ¿puedes pasarme?

—...

—Bien. —le dio el teléfono a Emma.

¿Diga?

—Hola, me llamo Emma Swan, soy la madre de Henry.

Oh, el amigo de Phillip. Dígame.

Verá, mi esposa y yo nos ha surgido trabajo fuera de la ciudad y tardaremos varios días en volver. Quisiera pedirle si puede mi hijo quedarse con ustedes. Tengo a alguien, pero vive fuera de la ciudad y mi hijo tendría problemas para ir al instituto.

Oh, no se preocupe, Henry puede quedarse con nosotros el tiempo que sea necesario.

Muchas gracias. Mañana irá para allá.

Muy bien. Adiós.

—Ya está, mañana cuando salgas de la escuela te vas a casa de Phillip.

—De acuerdo.

—Toma. —sacó veinte dólares y se los dio. —esta noche puedes comer pizza, haz los deberes y no te quedes tan tarde, recuerda que mañana hay clase.

—No te preocupes, seré responsable.

—Bien. —lo besó en la frente. —Buenas noches.

—Buenas noches.

Emma se marchó y Henry fue hacer los deberes.

Emma apareció en el Polo Norte, se estaba congelando de frío.

— ¡Hola! —nada. —¡¿En serio os habéis ido?!

Vio aparecer algo en el cielo, después ese algo aterrizó y pudo ver que era Kara.

—Vamos, quejica. —dijo Kara, la cogió en brazos y se fueron volando hasta la Fortaleza.

Kara entrenó meditando para poder controlar su poder mágico. Lena entrenaba con Regina, en ocasiones lo hacía sola para estudiar el grimorio, necesitaba conocer todos los hechizos del libro y el modo de usarlos.

Emma también entrenaba, pero era más con la espada, aunque Regina la obligó practicar su magia.

En uno de los descansos, Lena y Kara fueron a la sala de control, Kara quería pedirle ayuda al kelex en una cosa.

Señorita Zor-El.

Kelex, ¿puedes decirme de donde es esta llave? —sacó la llave del bolsillo.

Es de una habitación, más allá de la sala de trofeos. Lo verá fácil, será la única puerta que va con llave.

Gracias. —las dos se marcharon.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora