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Kara estaba fuera de la muralla con los animales disfrutando de la paz y el paisaje.

—Yo siempre creí que Camelot era mucho más grande, pero solo está la ciudad, no hay pueblos. —dijo Kara.

"En la parte de atrás vi campos." —dijo Aiden.

—Son mucha gente en una pequeña ciudad, es normal que los campos se expandan hacia fuera. —explicó Kara.

—"¿Dónde cazan?" —preguntó Kripto.

—Puede que en los bosques que hay alrededor.

—"¿También van al bosque de aquella aldea grosera?" —preguntó Kripto.

—No creo.

En ese momento vieron aparecer por el camino a una persona, estaba lejos, así que los animales no podían saber quién era, pero Kara sí que podía.

—"Vaya, es la joven de aquella aldea. ¿Qué hará aquí?" —pensó.

Arturo se colocó al lado de Kara y miró al frente al ver que los cuatro lo hacían.

— ¿Qué miráis? —preguntó entrecerrando los ojos ya que el sol le molestaba.

—Viene alguien. —dijo Kara sin más, levantó la cabeza y al verlo decidió levantarse. —Majestad.

— ¿Te gusta mi reino?

—Es hermoso y tranquilo. Antes lo hablaba con ellos, que no entiendo porque no crea pueblos, pienso que su reino iría mejor.

—Lo sé, pero no hay gente que quiera venir a vivir aquí. Tras la muerte de mi hermana, muchos de los ciudadanos se fueron a otros lugares.

— ¿Por qué?

—Por miedo, Morgana protegía Camelot con sus animales sagrados.

—Entiendo.

—Si vas al este y al oeste verás aldeas abandonadas.

—Perdón por haberlo comentado. —dijo al ver la tristeza en el hombre.

—No te preocupes.

— ¿Por qué sus sobrinos no han ocupado esos lugares? Sé que Morgana y Merlín tuvieron muchos hijos.

—Estaría bien si mis sobrinos tuvieran descendientes.

— ¿Son todos solteros? —preguntó sorprendida.

—Si, aunque parece que uno de ellos decidió ir por otro camino y tuvo familia, lástima que no fuera aquí.

—Te refieres a Lena y a sus antepasados ¿cierto?

—Si. Además la gente de la ciudad sigue aquí por la muralla que los protege, no se atreven a salir y cuando los agricultores van a los campos de atrás, nunca van más allá, siempre quieren ver la muralla allá donde están.

—Es comprensible.

—En el fondo me alegro que sean tan cobardes porque siento como que aún puedo hacer algo por ellos, pero no tengo tantos hombres para protegerlos. Por eso cuando vinisteis y dijisteis que mi reino estaba en el punto de mira del Oscuro, me asusté.

—Es normal.

—No lo es, soy el rey de Camelot, me deber no es solo gobernar sino también proteger a mi pueblo y en ese momento solo pensé que ojalá mi hermana estuviera aquí, yo no podía hacer nada por proteger el reino contra un ser malvado como ese. Pero al veros a ti y a Lena, agradecía a mi hermana por enviaros, de cierta forma sentí que ella nos seguía protegiendo aunque no esté aquí físicamente. Además me alegré muchísimo conocer a Lena, saber que allá afuera tengo familia, fue muy esperanzador.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora