Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)

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—Lo siento mucho yeyu, sabemos lo importante que es para ti honrar a la familia. —dijo Morgana.

—Dejemos eso, contadnos más.

—Kieran y yo somos mellizos. —dijo Morgana.

—¿Fuisteis concebidos de modo natural? —preguntó Lena.

—No, fue por la cámara génesis.—dijo Kieran.

—Es raro, jamás hubo gemelos ni mellizos en la máquina. —dijo Kara.

—Nuestras madres tampoco lo entendieron, pero no les importó.

—Por supuesto que no, tenían a sus hijos.

—Entonces Alysa...

—También nací de ese modo y los hijos de Alex y Sam también. —dijo Alysa.

—Interesante.

—¿Vosotros tenéis más poderes aparte de los kriptonianos? —preguntó Lena.

—No, solo tenemos los poderes de yeyu aunque somos medio humanos, pero muy inteligentes. Los dos nos graduamos del instituto a los 11 años y a los 16 nos graduamos en la universidad. —dijo Kieran.

—Y Kieran lleva dos años escribiendo libros y tiene éxito. Así que quería escribir un libro sobre nuestras madres, sobre cómo se conocieron etc, y es cuando decidimos viajar a otros universos para ver las variantes, después él lo escribiría como otras opciones. —explicó Morgana.

—¿Y tú? —preguntó Lena.

—Yo trabajo contigo en la empresa.

—Así que nuestros hijos saldrán con nuestros gustos. Morgana por la ciencia y Kieran por las letras. —dijo Kara a Lena.

—Bueno, tú misma dijiste que lo que sucede en otras Tierras no es lo mismo que pasa aquí o en la suya. —dijo Lena.

—Pero hay cosas que van a ser igual en cualquier universo. Si en todos en los que estamos juntos, es seguro que tengamos dos hijos o más. —explicó Kara.

—Tiene sentido. —dijo Lena. —¿Y tu Alysa?

—No soy tan inteligente como ellos, así que estoy en mi primer año de universidad.

—¿Cuántos años tenéis? —preguntó Lena.

—18. —dijeron los tres a la vez.

—Nos llevamos meses con Alysa. —dijo Morgana.

—Entiendo.

—¿Sabéis? Ya no tengo ganas de trabajar, vámonos. —dijo Lena.

Kara le puso una mano en la frente.

—No, no tienes fiebre.

—Sé que no es algo normal viniendo de mí, pero míralos. Tenemos a nuestros hijos aquí, no me importa que vengan de otro universo, quiero estar con ellos y conocerlos. —explicó Lena.

—Lo entiendo. Pues voy tirando y creo que le diré a Lois que cuando salga del trabajo pase por casa. —dijo Kara.

—Vale, vamos a mi laboratorio. —dijo Lena.

Los tres jóvenes se miraron sin entender. Siguieron a Lena, no dijeron nada en todo el camino, llegaron al laboratorio personal de la CEO.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Alysa.

—Creo que vais a conocer cosas que no habéis visto en ninguna otra Tierra, creo que es otra de las cosas diferentes como ha dicho Kara.

Fueron directos a la máquina de tele transporte.