35

1.3K 141 12
                                    

Compraron de todo, más toallas, electrodomésticos, utensilios de cocina, ropa de cama etc.

Un mes después, Lena se había acostumbrado a vivir en su nuevo hogar inteligente y bien equipado, así que iban a preparar una pequeña fiesta para que sus amigos conocieran el lugar.

Tardaron en invitar a todos, porque estaban ocupados en sus trabajos, sobre todo estaban pendientes del caso de James, al fin dieron la sentencia hacía un par de días, veinte años de prisión.

Además Kara se estaba acostumbrado a su nuevo puesto, era la editora jefe y parece ser que todos los que trabajan en la empresa estaban contentos de tenerla como jefa, era muy profesional, su estilo de mandar era muy parecido al de Cat Grant, pero Kara era mucho más amable.

En la fiesta estaban invitados: Eliza, Alex, Sam, Ruby, J'onn, Braniac, Clark, Lois, Regina, Emma y Henry.

Los primeros en llegar fueron la familia Mills-Swan.

—Vaya, es...—dijo Regina al ver la casa.

—Rara, extraña, psicodélica. —dijo Emma.

—Sí, todo eso.

Bajaron la rampa andando hasta que llegaron a lo que para ellas podría ser la puerta, no lo tenían claro, porque jamás habían visto algo así.

— ¿Dónde estará el timbre? —preguntó Emma mientras buscaba.

—No tiene ni pomo. —dijo Regina.

La puerta se abrió sin hacer nada, se sorprendieron pero no dijeron nada, vieron que Kara estaba en la entrada.

—Hola, pasad. —los tres entraron.

— ¿No tiene timbre? —preguntó Emma.

—Sí, está al lado del escáner biométrico es un botón azul.

—Ah, no lo he visto.

—Tranquila, cuesta un poco de verlo la primera vez.

—Espera, ¿has dicho un escáner biométrico? —preguntó sorprendida, ya que esos escáneres solo estaban instalados en edificios del gobierno o de empresas que quieren proteger algo muy valioso.

—Sí. — no dijo nada más.

Lena bajó y vio a la familia Mills-Swan y se acercó para saludarlas.

—Bienvenidas a nuestra humilde morada.

—De humilde nada. El sistema de seguridad es mucho más caro que mi casa, mi moto y el coche de Gina. —dijo Emma.

—Si bueno, cuando vine ya estaba. Kara construyó esta casa. Puso tecnología muy avanzada, hecha por ella. —dijo Lena.

—Así que esta casa es de Kara Zor-El.—dijo Regina.

—Era, ahora también es de Lena.

— ¿Queréis que os haga un recorrido? —preguntó Lena.

—Por supuesto.

—Antes de iros, ¿Qué queréis tomar? —preguntó Kara.

—Café para nosotras y...—dijo Emma y miró a Henry.

—Un zumo está bien.

—De acuerdo. —Kara fue a la cocina.

Lena les enseñó toda la planta baja, además del despacho de Kara que estaba cerca de la escalera.

—Vaya, hay una piscina. —dijo Henry.

—Sí. —dijo Emma.

—Ahora es una piscina climatizada, pero en verano, el techo se corre y los ventanales también, así que se convierte en una piscina al aire libre. —explicó Lena.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora