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Llegó el fin de semana, Regina le envió la dirección a Lena por whatsapp, tanto la CEO como Kara fueron allí en coche.

Cuando llegaron les gustó la casa, no era enorme, pero parecía estar bien. Lena tocó el timbre y Henry fue a abrir ya que estaba más cerca.

—Hola. —dijo el adolescente.

—Hola, ¿están tus madres? —preguntó Lena.

—Sí, quien las busca. —dijo Henry.

—Somos Lena y Kara, nos están esperando.

—Ah, pasen. —las dejó entrar y después cerró la puerta. —siéntense si quieren, ahora las aviso. —dijo Henry.

—Gracias. —contestaron las dos.

Se sentaron en el sofá y miraron el lugar.

—Parece muy acogedora. —dijo Kara.

—Sí.

En ese momento aparecieron una Emma y una Regina sonrientes, se unieron a ellas en el salón.

—Bien, ¿Qué podemos hacer por vosotras? —preguntó Regina.

Lena y Kara se miraron de reojo y después las miraron de nuevo.

—Pues, quisiera que me ayudaseis a controlar mis nuevos poderes mágicos. —dijo Lena.

—De acuerdo. —Regina miró a Emma que no dejaba de sonreír. —Yo te entrenaré, tienes mucho que aprender.

—Soy inteligente, seguro que podré con ello. —dijo Lena.

—La magia no tiene nada que ver con la inteligencia, puede que aprendas rápido los hechizos, pero allá a controlar los poderes está lejos. Se necesita concentración e imaginación para poder crear algo. Puedes usar hechizos que son poderes mágicos invisibles, o puedes usar poderes mágicos de ataque. —explicó Regina.

— ¿Puede aprender las dos cosas? —preguntó Kara.

—Por supuesto, pero ella tiene que estar dispuesta. Primero tiene que creer que tiene esos poderes. Nosotras sabemos que los tiene, pero para que pueda usarlos, necesita visualizarlos.

—Mira. —dijo Emma, levantó la mano, poniendo la palma hacia arriba, y apareció una bola de luz. —no hace falta pronunciar ningún conjuro para poder hacer esto. Solo necesitas concentrarte, pensar en lo que quieres hacer y saldrá sin más. —explicó Emma.

—Bueno es algo más complicado que eso. —dijo Regina mirando a su esposa con los ojos entrecerrados. —Ahora farda, pero al principio le costó usar sus poderes. Pero como es la salvadora y la hija del amor verdadero, su aprendizaje fue algo más rápido. Pero en tu caso Lena, creo que costará porque tu mente es cerrada en ese aspecto. Tu eres una mujer de ciencias y crees en ellas, la ciencia no necesita poderes mágicos, pero tus los tienes, siempre han estado en ti, pero no lo sabías, no te lo dijeron, no recibiste el entrenamiento cuando eras pequeña por alguna razón. Esos poderes acabaron muy dentro de ti sin salir, ni los sentí cuando te conocí. Pero cuando recibiste la herencia de Morgana, no solo recibiste su magia, también despertaron tus propios poderes.

— ¿Y qué debo hacer? —Kara le cogió la mano para tranquilarla, sabía que estaba nerviosa por hablar de cosas fantásticas que jamás vio ni creyó.

Además de que nunca había tenido la imaginación de un niño, siempre fue muy madura para su edad, y los Luthor jamás evitaron eso.

Nunca le contaron cuentos, ni la existencia o no existencia de Santa Claus. No tenía las fantasías e ilusiones de un niño normal.

Pensó que Regina tenía razón y le costaría algo más en poder usar sus poderes, por ser tan racional.

—De momento veremos cómo despertar esos poderes. Están ahí, no hay duda alguna, pero tienes que dejarlos salir. —explicó Regina.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora