Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)

13

Regina llegó a la dirección que le había enviado Lena, entró en el edificio y cogió el ascensor, cuando llegó a la planta correspondiente, buscó el número de la puerta. Cuando lo encontró se quedó delante y respiró profundamente, algo le decía que iba a ser muy difícil de hacerle entender a la señorita Luthor sobre la existencia de la magia y de los cuentos de hadas, pero sabía que tenía que hacerlo si ella y Emma querían ayudar a Supergirl.

Tocó el timbre y esperó.

— ¿Quién es? —preguntó Lena antes de abrir, había mirado por la mirilla, vio que era una mujer, pero no la conocía por eso preguntó. No quería llevarse una sorpresa.

—Soy Regina Mills, señorita Luthor, hemos hablado antes por teléfono.

—Oh. —abrió la puerta y la dejó pasar.

—Gracias. —Regina entró y miró el lugar. —bonita casa.

—Gracias, es el piso de mi novia. —dijo Lena mientras cerraba la puerta. — ¿Quiere tomar algo?

—Un vaso de agua estaría bien.

—De acuerdo.

Lena se acercó a la cocina y cogió un vaso y lo llenó de agua del grifo, se lo dio y se fueron a salón.

—Dígame que pasa con mi hermano. Sé que se ha escapado, que querrá matarme e igual que a Supergirl, bla bla bla.

—Mi esposa y yo podemos ayudar a Supergirl a combatir contra Lex Luthor. —dijo Regina.

Lena no dijo nada solo se la quedó mirando.

—Perdón, pero ¿Cómo va hacerlo? Nadie ha podido pararlo. Superman consiguió atraparlo porque mi hermano cometió un error. Él es un cerebro criminal, es muy inteligente y siempre va por delante de los demás, tiene miles de estrategias y siempre seguimos su juego sin darnos cuenta, por eso es tan difícil de atraparlo.

—Lo sé, he leído su historial, es un hombre muy peligroso. Lo que le estoy diciendo, es eliminarlo.

— ¡No quiero ser como él, es un asesino, yo no! —gritó Lena alterada. —Quiero que me deje en paz pero no matarlo.

—Lo entiendo, pero es la única solución, porque siempre encontrará el modo de escapar de nuevo. Usted lo ha dicho, es muy inteligente y peligroso. Nunca se quedará en una celda, está tan loco y obsesionado con eliminar a todos los héroes del mundo, que siempre tendrá planes para huir.

—Lo sé, pero es mi hermano.

—Lo entiendo, pero pienso que es por el bien del mundo su eliminación.

Lena se levantó y fue a la cocina, cogió una botella de vino, la abrió y se llenó una copa. Iba a guardar la botella pero luego se lo pensó mejor, la cogió y fue al salón, la dejó encima de la mesa y bebió un largo trago.

— ¿Cómo piensa hacerlo? Usted es abogada, sabe que podría acabar en prisión.

—Hay un modo de que nadie sepa que fue asesinado. —dijo Regina, Lena tembló al oír ese tono tan siniestro.

— ¿Cómo?

—Magia.

Lena se la quedó mirando de nuevo, esperando que fuera una broma, pero Regina no dijo nada, se levantó y se lo mostró haciendo aparecer una bola de fuego.