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Mientras tanto en Nacional city...

Lena estaba trabajando desde casa, quería comprobar si podía trabajar desde el laboratorio conectado a L-Corp. Kara y ella crearon un programa para poder hacerlo, porque sabían que desde el momento que usaran la máquina génesis, una de las dos querría estar cerca de los bebés.

Y como Kara su trabajo era cara a cara con la gente, la que se quedaría sería Lena y si tenía alguna reunión o visita todo se haría a través de video llamadas.

Estaba en el laboratorio completando la instalación del sistema, había instalado un sistema de seguridad, para que solo ella desde allí pudiera entrar en L-Corp, nadie de la empresa podría entrar en su laboratorio personal. Lo mejor es que aunque lo intentaran no podrían, todo allí era kriptoniano.

Estaba en la base de su esposa comprobando los paneles cuando escuchó un ruido fuera, salió y vio aparecer un vórtice.

—Barry no puede ser, no conoce este lugar. —se dijo para sí misma.

Dejó la tablet a un lado y se preparó para luchar, hizo aparecer dos bolas de fuego en sus manos y esperó. Regina estaría orgullosa de ella si la viera en ese momento.

Apareció un hombre y el vórtice se cerró.

— ¿Dónde estoy? —preguntó.

—Aquí las preguntas las hago yo. Ha entrado en propiedad privada. —dijo Lena.

El hombre la miró extrañado y más aun al ver el fuego en sus manos.

— ¿No quema?

—No.

Miró a su alrededor, todo era muy avanzado, vio la mesa médica y se acercó.

—Kriptoniano. —dijo en voz baja. — ¿Cómo es que hay tecnología kriptoniana aquí? ¿Dónde estoy?

— ¿Cómo sabe que es tecnología kriptoniana? —se preparó para atacar y él lo vio.

—Tranquila, no vengo hacer daño, por favor. Solo escúcheme.

Lena lo miró mejor y sintió que no era hostil, así que hizo desaparecer las bolas y dejó de estar en guardia.

— ¿Dónde estoy?

—En mi casa.

—Quiero decir ¿Qué mundo?

—Tierra-38.

— ¿Dices que estoy en la Tierra?

—Si.

—Vale, esto es la Tierra y hay tecnología kriptoniana ¿Cómo es posible?

—Mi esposa es kriptoniana.

— ¿Y tú eres?

—Humana.

—Interesante, nunca creí posible relaciones interraciales.

Lena lo miró con el ceño fruncido.

—Perdón, estoy hablando conmigo mismo, soy científico y esto me resulta interesante.

Lena no dijo nada, esperó a que se explicara.

—Como puede imaginar, soy kriptoniano. Mi mundo desapareció, pude salvar mi ciudad y a mi esposa, pero no pude hacer lo mismo con mi hermano y cuñada. —se le veía triste. —mi hermano creó un dispositivo para viajar a otros mundos, me lo entregó antes de que el nuestro desapareciera, quería que vinieran conmigo, pero ellos ya tenían claro que iban a morir, lo habían asumido. Usé el dispositivo y acabé en la Zona Fantasma. —Lena se sorprendió al oír eso. —veo que sabe de dónde hablo.

Amor verdadero (supercorp, Swanqueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora