Sacrificio (Tokyo Revengers)

23

Takemichi estaba divagando en su mente cuando escucho el estruendo que provino de la recepción de su casa, tanto fue su susto, qué terminó de bajar corriendo lo último qué le faltaba de escaleras, takemichi sabía que si bajaba de inmediato todo se iría a la mierda pero valía la pena intentarlo ya que el estruendo ameritaba la salida.

-mamá estás bien.- dijo takemichi sorprendido. Qué fue lo que...- takemichi dejo de hablar y se quedó viendo la escena que tenía enfrente, ya que solo estaba su madre. (Abre oido mal). penso enseguida.

En cambio, la madre de Takemichi se paro molesta del suelo, y en vez de procuparse por que su hijo estaba despierto, lo bofeteo.

-¡¡Te dije que te feras a dormir!!.-Repudio la madre enojada. Solo te pido una cosa y ni siquiera puedes hacer eso bien. 

Takemichi abrio los ojos muy grandes y se le razaron los ojos, de verdad que queria llorar, fue entonces cuando dijo Perdon, un perdon que lleva por maldicion arrastrando desde el pasado al creerse incopetente, Takemichi hizo una reverencia en señal de disculpa, pero por alguna razon, su madre se hecho a llorar, intento abrazar a Takemichi pero el cuerpo de este se mobio por instinto y se hizo para atras, la madre se culpo, sabia que no debio de hber respondio asi, fue impulso del momento decia.

Takemichi estaba temblendo, un niño de apenas 12 años, acababa de ser cacheteado por su madre por algo que ni siquiera entiende, Takemichi intento calmarse, sabia que no estaba en posicion de juzgar a su madre pero... ¿Era necesaria la bofetada?... Takemichi se volvio a disculpar llorando y ladeo su cabeza asia un lado y fue cuano lo noto, la sombra de un tercero escondida detras de un sillon, la luz entraba por la ventana aunque ea muy tenue, se podia ver la silueta en el suelo, *¨Comprendo, me lo estas ocltando mama*, fue lo unico que penso, luego se dijo a si mismo, que seria en otro momento cuando averiguaria quien era esa persona, aunque por la voz que escucho, era logico de que se trataba de un hombre.

Takemichi retrocedio y subio a as alcoba, dejando a tras a una madre frustrada y agobiada por lo que acababa de susceder, Takemichi suspiro, y se encerro en el carto, ¿Que de verdad en ninguna parte de mi vida fui feliz?, dijo este en su interior, Takemichi no pudo dormir en la noche, y para prevenir un conflicto en la madrugada o mas tarde puso llabe desde adentro de su habitacion para que su madre no entrara. Sin darse cuenta de tanto estar en su cama dandole vueltas al asunto y llorando por lo que habia suscedido se quedo dormido.

----------------------

Unas horas despues, sono la alarma como de costumbre para ir a la escuela, la verdad este no tenia ni la mas minima intencion de ir a la fastidiosa escuela, pero debia hacerlo, ya que le serviria para despejarse la mente, Takemichi se baño, se arreglo y perfumo para ir a la escuela, abrio la puerta de cuarto y bajo las escaleras y al llegar a la cocina, milagrosamente estaba su madre asiendole el almuerzo

-¿Mama, que haces aqui, que no tienes que trabajar?.- Pregunto Takemichi.

La madre de este solo sintio con la cabeza, y le dijo que le dijeron que podia llegar dos horas mas tarde ya que siempre se qued hasta tarde, la madre voltio a darle una sonrisa a su pequeño hijo cuando... Takemichi quedo impactado de ver que su madre tenia los ojos hinchados de tanto llorar y aparte tenia el labio roto, la madre de este miro la cara sorpresiba de su hijo por lo que inmediatamente se volteo a la estufa otra vez, takemichi agacho la cabeza, ya que ese golpe se miraba a leguas que alguien mas se lo habia dado. Nuevamente se disculpo, la madre de este se solto a reir,

-No debes preocuparte, este golpe me lo hize yo misma, fue... para purgar mi culpa de haberte golpeado.- sonrio. Asi andaremos igual.

Era verdad que la mano de su mama se le habia quedado marcada en la cara por el tremendo impacto que esta le metio, pero aunque Takemichi se sentia culpable, l mismo tiempo se sentia distante de ella, la razon era por que... en toda su vida... su madre nunca estubo presente, ni siquiera en las clausuras, el siempre estaba solo, una vez su madre olvido de recogerlo de la prescolar, ese fue un gran trauma para el.