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Cuando los policías por fin se marchan, junto a los paramédicos llevándose a Trevor, te apoyas contra tu puerta, resoplando para aliviar la tensión.

—Madre mía, qué nochecita...

«Deberíais darme las gracias, me he portado super bien», Venom emerge de nuevo del cuerpo de Eddie, dándote un susto de muerte.

—Sí, has sido un niño muy bueno. Luego te compro una piruleta —responde Eddie, sarcástico.

«Métete la piruleta donde te quepa, yo quiero chocolate», replica Venom. «Lo ideal sería algún cerebro fresco, pero soy realista»

—Ups, creo que les he dado todos los cupcakes que me quedaban a esos policías... —dices, con una mueca de contrariedad.

«¡¿Qué?!», se enfurece el simbionte.

—...Pero algo tendré, seguro —añades rápidamente, tratando de calmarle.

Rebuscas en tu nevera hasta que encuentras unos éclairs rellenos de crema de chocolate.

—Es todo lo que tengo, pero mañana preparo una hornada de cupcakes, solo para ti —prometes, mientras envuelves los éclairs. Venom parece transigir, aunque no se le ve muy conforme.

«Te hemos salvado la vida, deberías agradecérnoslo con algo mejor que esto»

—¿Algo como qué? —Te has pasado los dos últimos días liada con el equipaje y la mudanza y no has tenido tiempo de cocinar nada, esos éclairs eran los últimos dulces que te quedaban. Ni siquiera tienes el chocolate en onzas que empleas para cocinar. ¿O tal vez Venom no se refiere a comida?

—No seas grosero —le regaña Eddie, mientras toma la bolsa de éclairs, y añade hacia ti—. Con esto nos arreglamos perfectamente, gracias. Y gracias también por no decirles nada a esos policías. Si el mundo supiera de la existencia de Venom, estaríamos muertos. Nos arrastrarían al Área 51 y nos diseccionarían como a una rana.

«Como si yo fuera a dejar que eso pasase»

—¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Puedes contra cinco, diez, veinte tíos, ¿pero qué pasa si se plantan aquí con un ejército? No eres invencible.

«¡Disiento del todo, sí que lo somos! ¡Cuando estamos juntos, lo somos! ¡Somos el Protector Letal

Eddie resopla, cansado:

—¿Otra vez con eso?

—¿"Protector Letal"? —te sorprendes—. ¿Te has puesto un nombre de superhéroe?

«Los superhéroes son unos moñas», replica Venom. «Prefiero pensar en nosotros como antihéroes».

—Me niego a llamarnos "Protector Letal" —declara Eddie—. Es una horterada.

—Bueno, es pegadizo —opinas tú, lo que parece hacer muy feliz a Venom.

«¿Ves? A t/n le gusta», restriega a Eddie. «Ella sí que sabe, no como tú».

—Eh, a mí no me metáis —adviertes a ambos.

Finalmente, acompañas a tu vecino (¿o deberías decir vecinos a partir de ahora?) a la puerta.

—Gracias por todo. Aunque ha sido una noche muy extraña —comentas, mientras te despides—, y mañana me espera un día largo. Tengo que ir a la comisaría a poner la denuncia, deshacer las maletas, hacer más cupcakes...

—¿Deshacer las maletas? ¿Entonces, ya no vas a mudarte? —se interesa Eddie.

—En realidad no me apetecía nada, solo lo hacía para escapar de alguien a quien creía un pirado... —Ambos reís, es agradable que podáis reíros de todo ese malentendido—. Pero si me prometéis que no me vas a cortar en pedacitos y no me vas a devorar el cerebro mientras duermo, supongo que puedo quedarme. —Les señalas alternativamente a ambos.

Cupcakes de chocolate (Eddie Brock y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora