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Él parece aún más conmovido y va a abrir la boca, presumiblemente para darte alguna respuesta igual de tierna; pero de repente pone los ojos en blanco (cosa que ocurre a veces cuando Venom le dice algo en petit comité, sobre todo si es una burrada) y exclama:

—Pero bueno, ¿otra vez con eso? —Sabes que le está riñendo a Venom y no a ti, pero aun así no puedes evitar sobresaltarte—. T/n y yo estábamos teniendo un momento, ¿vale?

«Por eso le estaba hablando a tu mente» se justifica el simbionte. «Intentaba no estropear el ambiente romántico»

—¿Pero qué romanticismo va a haber cuando no haces más que repetirme "Llévatela a la cama", "Llévatela a la cama"?

—¿Quéee? —Te quedas de piedra.

«Vamos Eddie, como si tú no hubieses estado pensando en eso desde antes de la cena» le echa en cara Venom, dejándote a cuadros a ti y con el culo al aire a él. Metafóricamente, claro; aunque tampoco te habrías quejado si lo hubiera hecho en sentido literal.

—¿Pero qué...? Gracias por tu discreción, amigo —ironiza Eddie—. Ya te lo dije, aunque no pueda controlar lo que piense o lo que desee, sí puedo controlar mis acciones. Y no va a pasar.

«¿Por qué?» La protesta del simbionte suena como la de un niño al que le niegan un capricho o un juguete y está a punto de estallar en una rabieta, pero tu vecino sigue sin ceder.

—¿Por qué? —Cuando tú haces eco de la pregunta, Eddie te observa sorprendido—. Ya me ha quedado claro que no es por no ofender a Venom, porque es el más interesado en que ocurra. Y, a juzgar por lo que ocurrió el otro día en tu casa, tampoco es porque yo no te atraiga, ¿verdad? —Él se echa a reír ante lo que, parece, considera una idea de lo más absurda—. Entonces, ¿por qué es? ¿Por qué no quieres tener sexo conmigo?

La pregunta ha sonado un poco mal, como a desesperada, pero no se trata de eso. Si no quiere, no quiere; no significa no y lo aceptas. No le estás pidiendo que cambie de idea, solo necesitas saber la razón.

Él vuelve a suspirar con impaciencia.

—Te lo he dicho antes, pero no me escuchas. No me... mierda, ahora sé cómo se sintió Kasady aquella vez.

—¿Kasady? ¿De qué estás hablando?

—No importa. T/n, no es que no quiera, todo lo contrario. Jesús, si supieras todas las veces que he tenido que controlarme... El esfuerzo tan enorme que tuve que hacer el otro día en mi casa para apartarme de ti. —Sus ojos se posan sobre tu cuerpo, sobre tu escote escasamente cubierto con el cárdigan; y se relame los labios—. El esfuerzo que estoy haciendo ahora.

Tú te estremeces solo por la forma en la que te está mirando; pero el saber que, incluso ahora, te desea y sigue conteniéndose, solo aumenta más tu curiosidad.

—Entonces, ¿por qué...?

—¡Te lo he dicho, estoy tratando de protegerte!

—¿Todo esto para proteger mis sentimientos?

—No solo tus sentimientos. Intento protegerte físicamente.

—No entiendo. —Parpadeas, llena de confusión. Eddie se levanta y se coloca junto a la ventana, como si siguiese esforzándose por alejarse de ti.

—La primera vez que cenaste en nuestra casa, traté de explicártelo. Pero lo hice de forma un poco vaga, a propósito; no quería asustarte. Supongo que tendré que ser más explícito —suspira—. Como te dije aquel día, Venom puede sentir todo lo que siento yo, y viceversa. Cuando yo tengo hambre, él también. Aunque él siempre tiene hambre —bromea—. Cuando yo tengo sueño, él también, y así todo.

Hace una pausa, mientras tú esperas que continúe. No puedes más con la intriga.

—Y cuando yo me... —carraspea, un tanto incómodo—... me excito sexualmente, él también. Pero la excitación sexual no es una sensación inherente a la naturaleza de los Klyntar, es decir, no es algo que experimenten de forma normal para reproducirse, como nosotros. Es una sensación relativamente nueva para él, con la que está aprendiendo a lidiar. Podría hacerle perder el control. —Te observa, hay cierto temor en sus ojos—. Y si Venom pierde el control, podría ser... peligroso.

Le devuelves la mirada, y aunque lo intentas, no puedes evitar que un escalofrío te suba por la espalda.

Ahora recuerdas sus palabras exactas aquella noche, la primera vez que cenaste en su casa tras llevarle una tarta; cuando te enteraste de su secreto. "Si yo me emociono, él también. Y cuando eso pasa, puede resultar impredecible".

«¿Así que es por eso?» Venom interpone su rostro entre vosotros dos. El tono agresivo de su vozarrón oscila entre lo ofendido y lo defensivo. «¿Tantas pegas por esa tontería?»

—¿No lo sabías? —te sorprendes—. Pensé que podías leer su mente.

«Puedo, cuando son pensamientos concretos. Pero esto era más bien un temor impreciso, confuso... como metido en su inconsciente, de modo que no le di importancia. Yo qué sé, no soy el puto Sigmund Freud»

—Eddie... —planteas lentamente, con precaución—. ¿Alguna vez Venom te... te ha lastimado mientras teníais relaciones?

Él realiza un gesto vago, ambiguo, que en el fondo te da toda la información que querías saber, y más aún.

—En su defensa, no era su intención —explica él, deseando tranquilizarte; y después ríe por lo bajo—. Vaya, sueno como una mujer maltratada, pero en realidad, es así. Las primeras veces, estaba aprendiendo, y se comportaba un poco... brusco.

«Nunca lo había hecho con humanos antes de Eddie», Venom se justifica también, de mal humor. «No es mi culpa que seáis tan frágiles»

***

NA: Bueno, antes de que me linchéis...

Sobre la razón por la que Eddie temía involucrarse en una relación sexual con la Rayis, está basada en un cómic que leí hace tiempo llamado Venom: The Madness (1993-94). En él, aparece uno de los pocos intereses amorosos de Eddie que no es Anne Weying, Beck Underwood, que es una abogada al igual que Anne.

[Por cierto, por un tiempo estuve tentada de cambiar la historia de la Rayis a un OC que se llamara así, pero llevaba ya este fanfic muy avanzado y me dije "Ya para qué" 🤷🏻‍♀️]

En este cómic, la relación entre Beck y Eddie no prospera porque a ella le da miedo Venom, ya que cada vez que Eddie se excita estando con ella, Venom se descontrola y se pone muy agresivo. Aunque en esta miniserie se descontrola porque está infectado por una especie de virus raro, pero en fin.

El caso es que eso me dio la idea de por qué Eddie se resistiría al delicioso con la Rayis, todo con propósitos de drama, claro, y con muuuchas libertades respecto al cómic. En las películas, al igual que en esta historia, Venom está perfectamente en sus cabales, pero muchas parejas iniciándose en el sexo requieren una curva de aprendizaje y en mi opinión Venom necesitaría un tiempo antes de aprender a tratar con delicadeza a un frágil humano, en el contexto sexual o en el que sea. Los doujins NSFW Symbrock que he leído para documentarme sobre cómo se comportaría Venom en el sexo (no preguntéis), han reforzado esa opinión de que Venom sería un poco... "brusco" antes de aprender a tratar a Eddie como merece.

Por supuesto, esa "brusquedad" ocurre solo al principio y Eddie no se lo tiene en cuenta, pero teme que esto se repita con la Rayis y Venom le haga daño sin querer.

Podéis seguir leyendo el siguiente capítulo para más detalles de este enfoque.

Cupcakes de chocolate (Eddie Brock y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora