Gocémonos en la esperanza, soportemos el sufrimiento, seamos constantes en la oración.
–Romanos 12:12–
Capítulo 64: Compañía.
Y allí se encontraban Byron y Franceli, listos para irse en el autobús con sus equipajes en manos.
Con lágrimas en los ojos, Amanda abrazaba a su hija ya que volverían a pasar otro tiempo a una larga distancia. Franceli de igual forma lloraba mediante el abrazo, pero luego se separó de su mamá para ir a abrazar a su papá, quien de igual forma se sentía triste por la partida de su hija a Colombia.
—Byron, cuida mucho a mi hija, por favor —le pidió Amanda a su yerno mientras limpiaba con un pañuelo algunas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.
—Claro que sí, suegra. Usted sabe muy bien que amo a Franceli. Jamás permitiría que le ocurriera algo malo —le comentó Byron a su suegra, quien luego se dispuso a regalarle un abrazo.
—Me van a hacer mucha falta —confesó Franceli al separarse del abrazo de su papá mientras limpiaba algunas de sus lágrimas —. No estoy de acuerdo con la decisión que ustedes tomaron de quedarse aquí, pero no me queda más remedio que respetarla.
—Nosotros nos sentimos bien aquí, hija. Ya tu papá tiene un nuevo trabajo y fue aclarado el problema que tuvo en su anterior trabajo, todo gracias a Dios. Si seguimos aquí es por la voluntad del Padre. Para muchos ha sido difícil sobrevivir en Venezuela, pero Dios es quien cuida de sus hijos que seguimos aquí. Sólo Él decidirá cuándo será el tiempo de salir, si así está en sus planes. Vete tranquila, nosotros estaremos bien.
—Los estaré llamando a cada momento por si necesitan algo y también para saber cómo están.
—De igual forma nosotros —comentó Amanda con una sonrisa.
—Te encargo bien a una de mis princesas, Byron. Sé bien que eres un buen muchacho y cuidarás de ella.
—Quédese tranquilo, suegro, todo estará bien —le aseguró Byron a su suegro para luego darle un beso a Franceli en una de sus mejillas.
—Antonieta, necesito hablar contigo —le informó Franceli a su hermana, tomándola por el brazo y alejándose un poco de su familia —. ¿Ya tomaste una decisión? Ya pasaron tres días.
—Lo pensé toda la noche, y sí... creo que daré el paso con Uziel —confesó Antonieta con una nerviosa sonrisa —. Aunque no sé si sea el momento indicado para decírselo. Su mamá murió hace tres días.
—Créeme que esa noticia lo alegría mucho. Ya incluso has orado por eso y has entendido que es él. Ve a visitarlo hoy después de ir al colegio, estoy segura que le alegrarás mucho el día con la noticia que le vas a dar.
—¿Y si él no quiere estar conmigo?
—Hermana, no dude de su bendición. Además, está más que claro que él también te ama. El brillo de los ojos de ambos es muy evidente, ya hemos tenido esta conversación varias veces.
—Gracias por todo, Franceli. De verdad que necesitaba a mi hermana mayor dándome concejos de cómo tener un novio.
—Más que un novio es tener al hombre con el que vas a pasar gran parte de tu vida. Novio puede haber en cualquier lugar, pero el hombre que esté contigo en matrimonio por muchos años sólo hay uno, el cual será muy especial.
—Espero que Byron y tú busquen de Dios. Bastante le hemos hablado aquí, y ya varias veces han asistido a la iglesia.
—Tranquila, todo a su tiempo. La verdad es que me sorprendió ver tu cambio, Antonieta. Cuando me fui por primera vez a Colombia tenías un comportamiento y una mentalidad totalmente diferente a como te veo ahora. Te felicito por seguir a Jesús. Ora por Byron y por mí, de seguro en un futuro te daremos esa sorpresa de decirte que seguimos a Jesús también.
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Relaciones de adolescentes
Teen FictionRelacionarse es parte de la vida. En la etapa de la adolescencia surgen muchas relaciones, tanto buenas como malas, y ellas forman parte de lo que es conocer la madurez mediante las acciones que cometemos en nuestra vida como jóvenes. Diversos...