[60] Soy pecador

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No hay nadie que pueda afirmar que su corazón está limpio de pecado.

–Proverbios 20:9–

Capítulo 60: Soy pecador.

Sentado en una de las sillas de la mesa de la sala de su casa se encontraba Uziel, quien bebiendo de un vaso de agua permanecía pensando en lo que Antonieta le había confesado en la mañana.

Un nombre bíblico...

Eso era lo que buscaba Uziel para saber quién pudiera ser el chico del cual Antonieta está enamorada.

¿Benjamín?

Uziel dudaba de eso ya que Antonieta ha dejado muy en claro que a Benjamín sólo lo quiere como a un amigo y nada más.

¿Lucas?

Es como un hermano para Antonieta, aquél del cual le ha confesado muchas cosas y con el que se puede divertir con chistes y bromas. Pero jamás ha querido ser algo más con el chico, la distancia entre la amistad y el noviazgo en ellos es muy larga, incluso hasta cuando en este momento están distanciados.

Ya Antonieta también dejó en claro que no le gusta Ronaldo, sólo lo quiere como a un amigo. Además de que Ronaldo no es un nombre que Uziel recuerde que salga en la biblia. Entonces... ¿De quién está enamorada?

Esa era la pregunta que Uziel se hacía una y otra vez.

Samuel, Jonás, David... ¿Quién pudiera ser?

Santiago.

—¡Sí, debe de ser él! —afirmó Uziel para sí mismo, alzando sus cejas en expresión de sorpresa —Hoy lo noté muy sonriente cada vez que veía a Antonieta en el salón. Pero él no es cristiano. Pensé que Antonieta tenía bien en claro su posición con respecto al muchacho que quiere para su vida.

—Creo que ya es costumbre escucharte hablar solo sobre Antonieta —comentó el papá del chico, quien venía de su habitación.

—No puedo dejar que Antonieta se aleje de mi.

—¿Otro problema de celos?

—Algo así. Antonieta me confesó esta mañana que está enamorada de un muchacho, pero no me quiso decir quién es. La única pista que me pudo dar es que tiene un nombre bíblico.

—¿Y por qué no te lo quiso decir?

—Porque aún es muy pronto para decírmelo, pero dijo que pronto me lo diría. Yo creo que debe de ser Santiago, un muchacho que estudia con nosotros. Esta mañana noté que él sonreía cada vez que la veía, y ella intercambió algunas palabras con él. Su nombre es bíblico, así que quizás pueda ser él.

—¿En qué quedamos con los celos, Uziel?

—Es inevitable no sentirlos, papá, pero te prometo que no cometeré alguna locura. Seré lo más calmado posible.

—Eso ni tú te lo crees. ¿Cómo reaccionarías si ves a Antonieta junto con ese muchacho Santiago?

—Iría hacia él para aclararle muchas cosas. Le daría una clara advertencia de la cual tendría que estar muy pendiente por todo el resto de su vida.

—Tienes que tener cuidado por cómo actúas, hijo. No te dejes llevar por los sentimientos, muchas veces te pueden hacer reflejar como un impulsivo.

—¿Y qué quieres que haga? Dame un consejo, eres mi papá.

—Creo que más bien te puedo ayudar en algo —comentó Clark al acercarse hasta el estante cerca de la puerta de la cocina para luego tomar una biblia y empezar a buscar algo en particular.

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