Relaciones de adolescentes

[3] Identidad

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.

-1Corintios 6:12-

Capítulo 3: Identidad.

Las horas de clases lograron pasar. El timbre como de costumbre sonó, indicando que ya era hora del recreo, lo cual hizo que muchos grupos se reunieran y aparecieran por varios lugares del colegio para conversar y comer.

Antonieta estaba sentada en una banca del patio central conversando con Lucas y Benjamín. Su amigo le estaba explicando la razón de su llegada tarde a la clase de la profesora Alcalá. Aparentemente se había quedado hasta muy tarde en la noche mirando fotos de Derek y revisando el perfil de facebook e instagram de Mandy.

Definitivamente el chico estaba muy obsesionado con Derek.

—Me haré cargo de esa chama.

—Lucas, deja de estar en problemas. Mandy es una muchacha muy dulce que no se mete con nadie. Debes dejarla tranquila y preocuparte mejor por subir tus calificaciones, especialmente con la profesora Alcalá —le aconsejó Antonieta.

—Deberías de hacerle caso a Antonieta —comentó Benjamín —¿No crees que te estás alejando un poco de los estudios?

—Yo tengo todo bajo control. Simplemente pago para pasar las materias y listo. No debo de preocuparme por eso.

—¿Crees que todo es así tan fácil? ¿Dónde queda tu aprendizaje y tus ganas de ser alguien en la vida? Debes de preocuparte más por tu aprendizaje, Lucas —habló nuevamente Antonieta para que su amigo pueda reaccionar —. Trata de que tus padres se sientan orgullosos de ti como tú siempre lo has querido.

Lucas se quedó un poco pensativo ante las palabras de su amiga, de hecho estuvo así por unos segundos; pero luego agitó su cabeza para eliminar algunos pensamientos que estaban llegando a su mente. Una sonrisa luego se le apareció en su rostro al mismo tiempo que logró cruzarse de brazos mientras miraraba a la persona que venía caminando en dirección hacia ellos.

—Creo que alguien viene a saludarte, amiga.

—Hola otra vez, Antonieta —la voz inesperada de Uziel hizo que la chica se asustara un poco. Ella fijó luego su mirada en el chico rubio que estaba de pie a su lado, mirándola con mucho agrado.

—Uziel, que sorpresa.

—¿En serio te parece una sorpresa mi llegada? Pensé que recordabas nuestra cita de hoy.

—¿Cita? —preguntaron Lucas y Benjamín al mismo tiempo. El primer chico estaba sorprendido; más sin embargo mostraba una sonrisa. Por otro lado, el segundo chico también estaba sorprendido; pero un tanto dolido.

—Te aclaré que no era una cita. Lo que tú y yo tenemos es una simple plática, nada más —explicó Antonieta con toda calma.

—Para mí es una cita, te lo dije ayer. Mejor vamos, esto es entre tú y yo —le dijo Uziel, cruzando luego unas cortas miradas con Lucas y Benjamín.

—Okay... Siento un aire odioso en el ambiente, piiii —comentó Lucas, haciendo un sonido gracioso al final de su comentario. Benjamín, por otro lado, se mantenía callado.

—Chicos, en un momento vuelvo. Voy a hablar unos minutos con Uziel —informó Antonieta al levantarse de la banca y tomar su mochila.

—Tranquila, amiga. Esperemos que no te tardes mucho —comentó Lucas, mirando de mala manera a Uziel.