[56] Buen trato

110 22 45
                                    

Así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas.

–San Mateo 7:12–

Capítulo 56: Buen trato.

Creo que no me hace falta que me expliquen nada. Es obvio que se estaban besando —comentó Carla. Su rostro permanecía serio, dando destellos a la vez en sus ojos de su clara molestia. Sus brazos estaban cruzados en su pecho, y no dejaba de mirar a las dos personas frente a ella —¿Acaso ninguno piensa decir algo?

—Yo no tengo nada para decir, creo que mejor me voy —comentó Micaela para luego dirigirse hacia la puerta, pero Carla no le permitió dar un paso más ya que se colocó frente a ella para que no saliera —¿Será que puedes hacerte a un lado, Carla?

—Te dejaré salir, pero antes quiero recordarte que Tanner no es más tu novio. Quizás estén esperando un hijo juntos, pero Tanner jamás volverá contigo. Él ahora es mí novio.

—¿Novio? —preguntó Micaela al fruncir su ceño para luego voltearse y mirar a Tanner —¿Ahora eres novio de Carla?

—Claro que no, ella se está imaginando cosas que no son —le respondió Tanner a Micaela, dando algunos pasos hacia ella —. La única que me importa y siempre me ha importado eres tú, princesa.

—¿Qué te pasa, Tanner? —le preguntó Carla al chico, sonando muy ofendida —Cuando nos escribimos por mensajes no me dices lo mismo.

—Creo que mejor los dejo a solas para que hablen —dijo Micaela cuando pudo voltearse para irse, pero Tanner inmediatamente la detuvo por el brazo —.Déjame ir, Tanner.

—No hasta que te explique lo que pasa.

—No es necesario que me expliques nada. Hasta luego —se despidió Micaela para luego zafarse del agarre del chico y terminar marchándose del salón de clases.

Tanner quiso seguirla para poder hablar con ella, pero Carla inmediatamente lo detuvo al tomarlo por el brazo.

—¿Por qué me dejas así tan mal frente a ella? Exijo una respuesta.

—¿Qué te pasa, loca? —dijo Tanner al zafarse del agarre de la rubia —Tú no eres nadie para exigirme cosas.

—Pensé que entre tú y yo...

—Entre tú y yo no pasa nada. Te creaste un mundo de fantasía en tu mente.

—Tanner, no me puedes hacer esto. ¿Cómo es posible que te estés besando con Micaela después de que ella te dejó bien en claro que no quiere nada contigo?

—Cállate, no sabes lo que hablas. Fue por tú culpa que yo terminé con ella. Esa página de chismes lo único que hizo fue separarnos más.

—Pues esa misma página es la que ahora tú también me ayudas a administrar.

—Déjame en paz.

—¿Y qué hay de las fotos que te he mandado? Pensé que con eso tú y yo podríamos conocernos más.

—Las fotos son insignificantes. No te niego que logré masturbarme con algunas de ellas, pero he visto mejores cuerpos. Micaela por ejemplo es mejor que tú.

—¡Cállate! —le exigió Carla cuando quiso darle una cachetada, pero Tanner rápidamente logró detener su acción.

—No te atrevas a ponerme una mano encima, loca.

—¡Tú eres mío, Tanner! Ahora que por fin puedo tenerte cerca de mi no permitiré que Micaela dañe lo que tanto me ha costado conseguir. Estoy harta de que se meta en mi vida y en mis planes.

Relaciones de adolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora